La meditación (III)

 ¿Cuáles son los métodos de meditación?

Vocación juvenilSon tantos los métodos de meditación como tantos son los maestros espirituales. Pero un método es sólo una guía, lo más mportante es avanzar con la ayuda del Espíritu Santo sobre el único camino de la oración: Cristo Jesús.

“Todo fiel puede buscar y puede encontrar en la variedad y riqueza de la oración cristiana, enseñada por la Iglesia, el propio camino, el propio modo de orar, pero todas estas vías personales confluyen, al fin, en el Camino al Padre que es Jesucristo. En la búsqueda de la propia vía cada uno se dejará guiar no por sus gustos personales sino más bien por el Espíritu Santo, el cual lo guiará por medio de Cristo hasta el Padre”(MC, 29).

Tras la variedad de los métodos, uno indicado por la tradición de la Iglesia como particularmente bueno para meditar la Sagrada Escritura: es el que se denomina Lectio Divina.

¿Cómo practicar la Lectio Divina?

Los Padres espirituales indican 5 etapas en el meditar la Biblia, y la describen así.

1. Lectio

En esta primera etapa tomo la Biblia no como un libro cualquiera, sino como el libro que contiene la Palabra de Dios que me habla a mí. Escucho una Palabra viviente, que me da un mensaje personal. La escucho como si fuese la primera vez. Hago el esfuerzo de tomar el sentido más profundo posible. Me encuentro con la luz de Dios: ella hace morada en mi inteligencia y la ilumina.

2. Meditatio

Invoco al Espíritu Santo para que venga en ayuda de la ceguera de mi mente. Imploro humildemente la luz de la fe, escruto la Palabra con nueva atención. Descubro cómo las ideas de Dios son diversas de las de los hombres, tomo conciencia de lo necesario que es dejarme tomar por la Palabra de Dios, transformar mis convicciones, para que se asemejen cada vez más a las de Dios. Acepto cambiar mi mentalidad y mi voluntad para adherirme a la mentalidad y voluntad de Dios.

3. Oratio

Me esfuerzo de hablar con Dios con todo el corazón, llamándolo en ayuda de mi debilidad. Es el momento de pedir a la Virgen María que me comunique su modo de orar, hecho de confianza y amor, hecho de pureza en el corazón. En su fe, en su silencio adorante, en su inocencia y en su coraje de amar y de recibir el amor de Jesús, yo invoco su Hijo para que me socorra. Me hago enseñar de El a orar al Padre en el Espíritu de amor. Mi corazón aprende a hablar a Dios, si se deja inundar del amor de Cristo.

4. Contemplatio

Si he dejado que la Palabra, leída y meditada, ilumine los ojos de mi corazón y de mi mente, si me he dejado interpelar en lo profundo por el sentido de la Sagrada Escritura hasta madurar un deseo de intimidad constante con Dios. Si he orado con fe infinita por mis hermanos y por toda la Iglesia, ahora Dios responde. El infunde en mi corazón una incapacidad de continuar meditando de modo discursivo su Palabra y me concede una especie de participación al fuego de comunión de amor al interno de la Trinidad.

5. Actio

Para darme el don de una íntima conversación, el Señor espera de mi parte que multiplique en cada momento los deseos de comunión con su amor.

¿Cuáles son los límites del método?

La legítima búsqueda de nuevos métodos de meditación deberá tener presente que:

1.- El método no puede ser separado del contenido y concebido como neutral en relación a lo que el porta, y al contexto cultural en el cual nace.

2.- Es necesario respetar la naturaleza íntima de la oración cristiana que:

a.) es un diálogo personal, íntimo y profundo, entre el hombre y Dios. Ella exprime la comunión de la criatura redimida con la vida íntima de las Personas de la Trinidad” (MC, 3)

b.) no se reduce jamás a un método, que sirva a liberarse del dolor, o a estar bien físicamente, es una apertura al amor de Dios, a aquel amor que no ha refutado la muerte y una muerte de cruz;

c.) para ser auténticos, es esencial el encuentro de dos libertades, aquella infinita de Dios con la finita del hombre;

d.) es siempre realizada en unión con Cristo, en el Espíritu Santo, junto a todos los santos por el bien de la Iglesia.

3.- Dichos los límites y los riesgos de el método, es necesario que el cristiano se ponga en escucha dócil y en humilde recepción de lo que la Iglesia, en especial por medio del Papa y de los Obispos, indican: a ellos en realidad les corresponde “de examinar todo y decir que es lo bueno” (Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, 12).

¿Qué cosa son las gracias místicas?

Son gracias especiales, conferidas de parte de Dios, por ejemplo “a los fundadores de las instituciones eclesiales a favor de toda la fundación, a otros santos, que los caracteriza la particular experiencia de oración y que no pueden, como otros, ser objetos de imitación y de aspiración para otros fieles, aunque pertenezcan a la misma institución, y sean deseosos de una oración siempre mas perfecta” (MC, 24).

“No es el empeño personal, sino la acción del Espíritu Santo la que introduce en la contemplación mística, es una experiencia de Dios sin conceptos, sin imágenes y sin palabras. El hombre no puede encontrarla ni hacerla con su propia voluntad, sólo debe prepararse a recibirla” (CEI, 998).

¿Cuánto dura la meditación cristiana?

La unión habitual con Dios, que viene llamada oración continua no se interrumpe necesariamente cuando se dedica el hombre, según la voluntad de Dios, al trabajo y al cuidado del prójimo. “Sea que coman o beban, o hagan alguna otra cosa, hagan todo para la gloria de Dios”, nos dice el Apóstol (1 Cor 10,31).

San Agustín al respecto afirma: “Sabemos que los eremitas de Egipto hacen oración frecuente, y son todas brevísimas. Ellas son rápidos mensajes que parten hacia Dios. Así la tensión del espíritu, tan necesaria para el que hace oración, permanece siempre despierta y ferviente y no se atenúa por la duración excesiva de la oración… a lo largo de la oración no se corta la incesante suplica, se permanece en fervor y atención. El servirse de muchas palabras en la oración, equivale a tratar una cosa necesaria con palabras superfluas. El orar consiste en golpear a la puerta de Dios e insistir con devoto ardor en el corazón. El deber de la oración se cumple mejor con los gemidos que con las palabras, más con las lágrimas que con los discursos.

¿El cristiano para su meditación puede aprender de otras religiones?

Las practicas de meditación (como por ejemplo el zen o el yoga, la respiración controlada, el mantra…), provenientes del oriente cristiano, y de las grandes religiones no cristianas, pueden constituir un medio adaptado para ayudar al orante para estar delante de Dios interiormente distendido.

Como la Iglesia Católica nada desprecia cuando es verdadero y santo en estas religiones, no se deben despreciar prejuiciosamente estas colaboraciones porque no sean cristianas. Se puede por el contrario, tomar de ellas todo lo que es útil, con la condición de no perder de vista la concepción cristiana de oración, su lógica, sus exigencias, porque es al interno de esta totalidad, que esos fragmentos deben ser reformulados y asumidos. Sobre todo se puede aconsejar tener humilde aceptación de un maestro experto en la vida de oración de sus directivas, de aquello que siempre ha estado en la experiencia de la vida cristiana ya desde tiempos antiguos, desde los padres del desierto. Estos maestros expertos en sentir con la Iglesia, no sólo deben guiar y llamar la atención sobre determinados peligros, sobretodo estos padres espirituales, deben introducirnos de forma viva, de corazón a corazón, en la vida de la oración, que es un don del Espíritu Santo” (MC, 16).

 NB: Para profundizar en este argumento se pueden leer los siguientes documentos:

Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre algunos aspectos de la meditación (MC) 1989;
Catecismo de la Iglesia Católica (CCC), Cuarta parte;
Conferenza Episcopale Italiana, Catechismo degli adulti: La verità vi farà liberi (CEI).

Fuente: El Primicerio de la Basílica de los Santos Ambrosio y Carlos en Roma Monsignor Raffaello Martinelli

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La meditación (II)

¿Qué dimensiones de la persona involucra la meditación?

OraciónLa meditación involucra todas las facultades del ser humano: la inteligencia, la memoria, el deseo, la voluntad, la atención, la intuición, la imaginación, el sentimiento, el corazón, el comportamiento.

“Esta movilización es necesaria para profundizar la convicción de fe, suscitar la conversión del corazón y favorecer el seguimiento de Cristo. La oración cristiana por excelencia se detiene a meditar el “misterio de Cristo”, como en la lectio divina o en el Rosario. Esta forma de reflexión orante tiene un gran valor, pero la oración cristiana debe ir más lejos: a el conocimiento del amor del Señor Jesús, y a la unión con El” (CIC, 2708).

¿Qué importancia tiene el cuerpo en la meditación cristiana?

La experiencia humana demuestra que las posiciones del cuerpo no son indiferentes en la disposición al recogimiento del espíritu, involucrando las funciones vitales fundamentales, como la respiración y el latir del corazón. Y esto es por la unidad de la persona, que es cuerpo y alma. En la oración es todo el hombre, que debe entrar en relación con Dios, y el cuerpo debe asumir la posición más cómoda para el recogimiento.

La importancia del cuerpo varía según la cultura y la sensibilidad personal.
En cada caso es necesario:

1. Reconocer el valor relativo de la posición del cuerpo, ella es útil, sólo en vistas al fin de la oración cristiana.

2. Debemos estar atentos para que las posiciones del cuerpo no degeneren en un culto del cuerpo y puedan llevar a identificar erróneamente todas sus sensaciones con experiencias espirituales. “Algunos ejercicios físicos producen sensaciones de quietud y de distensión, sentimientos gratificantes, en algún caso fenómenos de luces y de colores que asemejan a un bienestar espiritual, cambiarlas por consolaciones del Espíritu Santo sería un modo totalmente erróneo de concebir el camino espiritual. Atribuirle e ellos significados simbólico típico de la experiencia mística, sería una especie de esquizofrenia mental, que puede conducir a perturbaciones psíquicas, o a aberraciones morales” (MC, 28).

¿Qué importancia tiene la técnica en la meditación cristiana?

La meditación cristiana no es principalmente una cuestión de técnica: es ante todo un don de Dios. Este don se concede en Cristo a través del Espíritu Santo.
El amor de Dios es una realidad de la que no podemos apoderarnos con ningún tipo de método o técnica. La técnica puede ofrecer una ayuda a la meditación cristiana.

¿Qué ayudas puedo usar para meditar bien?

Se puede meditar recitando el Padrenuestro, repitiendo lentamente una frase bíblica, contemplando con devoción una imagen sagrada. “Nos ayudan los libros, y a los cristianos no les faltan, la Sagrada Escritura, particularmente los Evangelios, los iconos, los textos litúrgicos del día o del tiempo, los escritos de los Padres de la vida espiritual, las obras de espiritualidad, el gran libro de la creación y el de la historia, la página del hoy de Dios.
Aquí se abre otro libro el de la vida. Se pasa de los pensamientos a la realidad. En la medida de la humildad y la fe que se tiene, se descubren los motivos que agitan el corazón y allí se puede discernir. Se trata de hacer la verdad para venir a la Luz: “Señor que cosa quieres que yo haga?” (CIC, 2705-2706). De este modo se procede en el camino de la santidad, y en la vida de la perfección.

¿Existen etapas en la vida de perfección?

La tradición cristiana ha distinguido tres estadios en la vida de perfección:

1. La vía de la purificación, que comporta el reconocerse pecador, y el pedir perdón a Dios por los pecados.

2. La vía de la iluminación, que introduce al fiel iniciado, en los divinos misterios, al conocimiento de Cristo mediante la fe que obra por medio de la caridad. Esta se hace posible por el amor que el Padre nos dona en su Hijo y de la unción que nos da El que es el Espíritu Santo, en ocasión del Bautismo y de la Confirmación.

3. La vía unitiva, que se realiza por medio de la participación a los sacramentos y el empeño constante de una vida moral coherente con la fe cristiana. “Con el andar del tiempo el ejercicio de la meditación se simplifica, el corazón prevalece sobre la reflexión. Se arriba gradualmente a la oración de recogimiento. Esta se libra de imágenes y pensamientos particulares, de recuerdos, de preocupaciones y proyectos. Solo es una tensión amorosa a Dios, a Jesús, a su perfección, a su evento salvífico. Se permanece en un silencio amoroso delante del Señor presente en nuestro interior. Se deja que el Espíritu Santo nos transforme, puede producir consolación o desolación, pero sin duda purifica y fortifica la caridad. Cuando el fervor de esta experiencia se atenúa, es recomendable retornar a la meditación discursiva, o a la oración vocal”. (CEI, 997).

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La meditación (I)

¿Qué es la meditación para el cristiano?

La meditación es:

1. Silencio, reverente escucha y obediente recepción de la Palabra de Dios, en vista a conformar según ella toda mi vida.

2. Ser y estar con Dios: “permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí solo, si no está unido a la vid, así sucede con ustedes” (Jn 15,4).

3. Acercarse a aquel misterio de la unión con Dios, que los Padres Griegos llamaron divinización del hombre: “Dios se ha hecho hombre para que el hombre sea Dios” (San Atanasio).

4. Retornar a buscar la virtud y el amor de Dios, y no a encontrar saber en general o una particular disposición psicológica”. (San Francisco de Sales, Introducción a la vida devota, Filotea, II,V).

5. Pensar sobre alguna verdad de fe, para creer con mayor convicción, amarla como un valor concreto que me atrae, practicarla con la ayuda del Espíritu Santo. Se trata de un conocer amorosamente. Implica reflexionar, amar, y tener propósitos prácticos. Su valor está no en pensar mucho, sino en amar mucho” (CEI, Nº 996).
6. Concentrarse sobre sí mismo, y un trascender el propio yo, que no es Dios, sino sólo una criatura. Dios es “interior intimo meo, et superior summo meo: Dios es mas íntimo que mi intimidad y más grande que mi grandeza” (San Agustín, Confesiones 3, 6, 11). Dios está en nosotros y con nosotros, y nos trasciende en su misterio.                                                         La meditación cristiana no implica que el yo personal y su condición de criatura deban ser anulados y desaparecer en el mar del Absoluto. De hecho “el hombre es esencialmente criatura y así perdura en la eternidad, por eso no es posible que sea absorbido el yo humano en el yo divino, ni en los más altos estados de la gracia” (MC, 14).

¿Sobre qué se funda la meditación cristiana?

Se funda sobre:

1. La realidad misma del Dios uno y trino, que “es Amor” (1 Jn 4,8), que nos ha hecho “hijos adoptivos”, y por lo tanto podemos gritar con el Hijo en el Espíritu Santo: “Abbá Padre”.

2. La meditación de la obra salvífica, que el Dios del Antiguo y Nuevo Testamento ha cumplido en la historia, a través de los cuales Dios “se revela hablando a los hombres como a amigos, para invitarlos a estar en comunión con El” (Concilio Vaticano II, Dei verbum, 2).

3. La persona de Cristo Señor, “en el cual están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia” (Col. 2,3). Es necesario tener siempre la vista fija en Jesús, porque es en El donde el amor divino se nos ha manifestado y donado, sobre todo en la cruz, “gracias a la palabra, a la obra, a la pasión y resurrección de Jesucristo, en el Nuevo Testamento la fe reconoce la definitiva auto revelación de Dios, la palabra encarnada es la que revela la profundidad más íntima de su amor” (MC, 5). Por lo tanto la revelación cristiana requiere una constante profundización en el conocimiento de Cristo, de modo de “comprender con todos los santos cual es la amplitud, la largueza, la altura, y la profundidad del misterio de Cristo y conocer el amor de Cristo que sobrepasa todo conocimiento, por ser lleno de la plenitud de Dios” (Ef 3,18).

4. La disponibilidad a cumplir constantemente la voluntad de Dios, con el ejemplo de Cristo, para el cual, “el alimento es hacer la voluntad de Aquel que lo ha mandado a realizar su obra” (Jn 4,34).

5. La estrecha correlación entre lex orandi y lex credendi, entre el modo de orar y el contenido de la fe cristiana que viene profesada. La oración cristiana es siempre determinada de la estructura de la fe cristiana, en la cual resplandece la verdad misma de Dios y de la criatura. “La oración es fe en acto: la oración sin fe termina ciega, la fe sin oración se desintegra” (Card. José Ratzinger, Conferencia de presentación del documento MC).

6. La humildad. Cuando más se acerca una criatura a Dios, tanto más grande es su reverencia para con Dios, tres veces santo. Se comprende ahora la palabra de Aquella que ha estado honrada con la más alta de las intimidades con Dios, María Santísima: “Ha mirado la humildad de su sierva” (Lc 1,48) y también las de San Agustín, “Tu puedes llamarme amigo, yo me reconozco siervo” (San Agustín, Enarrationes in Psalmos CXLU). “no podemos ponernos a igual nivel que el objeto contemplado, el amor libre de Dios; ni siquiera cuando, por la misericordia del Padre, mediante el Espíritu Santo mandado a nuestros corazones, viene donado en Cristo, gratuitamente, un reflejo sensible del amor divino y nos sentimos como atraídos por la verdad, la bondad, y la belleza del Señor” (MC, 31).

7. El silencio: es necesario redescubrir el valor del silencio, el cual crea un ambiente favorable para la reflexión, para la contemplación, para la escucha inteligente (de sí mismo, de Dios y de los otros), para la purificación y unificación de la persona.

8. El amor para con el prójimo. La meditación auténtica nos envía constantemente al amor del prójimo, a la acción y a la pasión, y es así como nos acerca más a Dios. Ella despierta en el orante una ardiente caridad, que lo empuja a colaborar con la misión de la Iglesia y al servicio de los hermanos para la mayor gloria de Dios.

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Ciclo A: Evangelista San Mateo

El Ciclo Litúrgico  A

Que iniciamos en este Adviento, nos introduce en la lectura del evangelio según S. Mateo. Se trata, sin duda, del escrito evangélico con un mayor protagonismo en la historia de la Iglesia, tanto por el amplio número de comentarios sobre el mismo, como por su mayor utilización en la vida litúrgica de la comunidad cristiana.

Su autor, probablemente un cristiano de la segunda o tercera generación, conoce ya la agudización de los conflictos con el judaísmo que trajo consigo la asamblea de Yamnia. En medio de esa situación, el evangelista intenta hacer memoria de la persona y del mensaje de Jesús y convertirla en enseñanza concreta para una comunidad mixta, que recoge en su seno judeo-cristianos y seguidores de Jesús procedentes de la gentilidad y que posiblemente estuviese ubicada en la zona de la actual Siria (quizás en la ciudad de Antioquia).

La obra constituye un esfuerzo de síntesis de las tradiciones de corte más judío (fuente Q) y de perfil más gentil-cristiano (evangelio de Marcos). Según tal síntesis, Jesús es el Mesías judío esperado, pero también el Señor ético universal para todos los pueblos.

Esta imagen de Jesús intenta dar respuesta a las esperanzas de Israel y también a las expectativas paganas de un soberano universal, que se encontraban difundidas por el Oriente de aquella época.

Mateo, eliminando toda posible interpretación del Mesías con connotaciones guerreras o belicosas, nos presenta a un Jesús como rey sabio, que somete al mundo a los mandamientos éticos de la no-violencia, entrando así en polémica con la religión israelita de su tiempo.

Sin embargo, aunque las comunidades mateanas se han separado organizativamente del judaísmo, siguen en diálogo con él. Comparten una misma historia de la salvación. La pretensión fundamental de Mateo es la de realizar una delimitación ética con respecto al pueblo de Israel, que también lo separa del paganismo, mediante el espíritu de una «justicia superior». No hay lugar para ninguna clase de orgullo histórico por haber sustituido al pueblo de Abrahán y de Moisés, porque hasta el juicio final sigue abierta la cuestión sobre quién pertenece de verdad al número de los justos.

Pero con su programa de una «justicia mejor», Mateo tropieza con una dificultad inevitable al intentar integrar a todos los grupos en su comunidad: no todo el mundo es capaz de vivir en la práctica un espíritu tan estricto. Si las deficiencias éticas de cada uno se pueden tolerar es porque la noción de perdón se encuentra en el centro de la ética de Mateo.

En esto el evangelista se separa de los radicales itinerantes que se movían por las comunidades. De hecho, no quiere subrayar para nada la autoridad de los mismos. Tampoco la de aquellos cargos locales recientemente creados. Lo que se pone de relieve es la autoridad del único Maestro, Jesús.

Mateo tiene la esperanza de que este Maestro hable por medio de su evangelio. Todas las demás autoridades pierden fuerza donde Jesús se convierte en el Señor.

La comunidad es, sobre todo, una comunidad de hermanos y hermanas. El sueño de Mateo: una iglesia que evidencie el único señorío de Jesús, no deja de ser el sueño de muchos cristianos y cristianas hoy

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Esta semana, en el monasterio…

III Encuentro de Oración y Vida

Tema:  «La Felicidad está dentro de ti». Tienes tres días:  6,7 y 8 de diciembre, de reflexión y oración,  te ofrecemos nuestra casa. Tfno: 987780078

Lectura Orante

Los sábado tendremos la lectura orante, para todas las personas que lo deseen en nuestro monasterio, a las 18 h.

 

 

 

 

 

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I Domingo de Adviento

«A la hora que menos penséis, el Señor viene»
(Mt 24, 37-44)

corona_adviento.jpgUna vez más estamos en el tiempo de Adviento. Durante estas cuatro semanas preparamos la celebración de la fiesta del nacimiento de Jesús. Pero no sólo eso. El Adviento es el tiempo que resume toda nuestra vida. En este tiempo se nos invita a redescubrir la virtud de la esperanza. Y a vivir como quienes están de camino. En este itinerario del Adviento nos acompañan, sobre todo, las figuras del profeta Isaías, de Juan el Bautista y de María la Madre de Jesús. En este primer domingo, recordamos cómo Isaías invitaba a las gentes de su pueblo a marchar por las sendas del Señor, a repensar nuevas estrategias para la paz y a caminar a la luz del Señor. En ese camino había de encontrarse Israel con todos los demás pueblos de la tierra. La esperanza o es universal o no es esperanza (Is 2, 1-5).

Oración y tarea

En este nuevo año litúrgico leeremos el evangelio según San Mateo. En el texto que  hoy se proclama (Mt 24, 37-44) escuchamos este aviso: “A la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre”. En tiempos de Noé las gentes vivían despreocupadas y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio. El evangelio nos invita a vivir atentos y despiertos. Con frecuencia vivimos olvidando lo que somos y lo que esperamos. Estamos llamados a vivir esperando la manifestación del Señor y la plenitud de su Reino. La esperanza nos exige vivir despiertos, atentos a los signos de los tiempos. En la eucaristía repetimos con frecuencia la súplica con que se cierra el libro del Apocalipsis: “Ven, Señor Jesús”. Tendremos que preguntarnos si de verdad vivimos esperando, deseando y anticipando la manifestación del Señor. Orar bajo el signo de la esperanza, no significa manifestar nuestro descontento con la realidad de este mundo. Al contrario. Como nos ha dicho el Concilio Vaticano II, “La espera de una tierra nueva no debe amortiguar, sino más bien avivar, la preocupación de perfeccionar esta tierra, donde crece el cuerpo de la nueva familia humana, el cual puede de alguna manera anticipar un vislumbre del siglo nuevo” (GS 39).

Vigilancia y espera

Hoy encendemos la primera de las velas en la corona del Adviento. A su luz escuchamos las dos exhortaciones que nos dirige Jesús, también en nuestro tiempo:

  • “Estad en vela porque no sabéis cuándo vendrá vuestro Señor”. Nos mantenemos despiertos, no por temor al que viene sino con la gozosa espera del que ama.  Además de velar y orar, dedicamos un momento a buscar algunos signos por los que el Señor nos indica el camino que hemos de seguir para anunciar y preparar su venida.
  • “Estad preparados porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre”. Esta última frase no es una amenaza, sino una preciosa advertencia. En cualquier momento de la historia humana puede hacerse evidente que el Señor está con nosotros. Para el buscador de pepitas de oro cualquier momento puede ser el que cambie su suerte. Hay que estar atentos.
  • Señor Jesús, andamos preocupados por mil cosas y nos enzarzamos en discusiones sin sentido. No permitas que perdamos de vista la realidad que nos circunda. Ayúdanos a descubrir en ella los signos de tu presencia. Y a esperarte cada día con amor. Amén.      José-Román Flecha Andrés

Citas para reflexionar

  • «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un  acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva». S.S. Francisco
  • «La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la  misión  de  comunicar  vida  a los demás» S.S. Francisco
  • «El Papa nos está pidiendo a todos los cristianos que vayamos a encontrarnos con nuestros prójimos, para darles la noticia de que Dios nos ama, y de que es la garantía de la felicidad y de la alegría verdadera».  Mons. Fernando Sebastián, Arzobispo Emérito de  Pamplona
  • «Cumplir con un deber de justicia y gratitud y poner sobre el candelero de la Iglesia el heroísmo y la fortaleza de estos modelos de amor, de quienes prefirieron la muerte antes de renegar de la fe» Mons. J. José Asenjo, arzobispo de Sevilla  

Efemérides y noticias

  • El Papa clausuró el pasado domingo el Año de la Fe, con la celebración Eucarística en el Sagrado de la Basílica Vaticana, junto a las reliquias del apóstol Pedro, expuestas por primera vez públicamente,  y la entrega de su primera Exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”.
  • El Papa recibirá el 2 de diciembre, al Primer Ministro de Israel. También ha tenido en los últimos días varios encuentros relacionados con el mundo del deporte: ha recibido a los delegados del COI, al presidente de la FIFA, a las selecciones de rugby de Italia y Argentina, y al futbolista argentino Carlos Tévez.
  • Un informe realizado por el Global Language Monitor señala que el papa Francisco es el personaje más mencionado en la Red por el mundo anglosajón en 2013 supera a personalidades e instituciones de los Estados Unidos y el Reino Unido.
  • Desde la República Centroafricana y Nigeria, el obispo de Bambari, pide ayuda a la comunidad internacional, la gente se muere y nadie hace nada para socorrerlos.
  • Don José Mª Gil Tamayo secretario general y portavoz de la CEE ha lamentado el uso de cuchillas en la valla que separa Melilla de Marruecos. “Esa no es la manera”, ha asegurado, porque “el inmigrante no es un peligro”.
  • Ávila y Galicia hacen “frente común” para ser anfitrionas del Papa en España, la fecha posible octubre de 2015.
  • Al Siguiendo con la costumbre de años anteriores en los domingos de Adviento, el Sr. Obispo de León, D. Julián López Martín, ofrecerá unas CATEQUESIS “La alegría del Evangelio en la acción social y caritativa”, basada en la Exhortación Apostólica del Papa “Evangelii Gaudium”. Dias: 1, 8, 15 y 22, a partir de las 5 h. de la tarde, en la Basílica de San Isidoro.

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Decálogo para la primera semana de Adviento

1.- VIGILA y cuida los dones que Dios te ha dado. No es bueno dejar que muera o no sirva para nada, lo mejor que existe en nosotros.

2.- VIGILA tu vida interior. ¿Por qué tanto empeño en la eficacia, en lo que se ve y, tan poco, en el equilibrio de uno mismo?

3.- VIGILA tu vida exterior. No te dejes llevar por las sensaciones. Llena, todo lo que haces y eres, con contenido y verdad.

4.- VIGILA aquello que te produce vértigo o temor. No dejes que, nada ni nadie, perturbe tu derecho a estar y a vivir en paz.

5.- VIGILA las tareas que tienes encomendadas. Dales un cierto sabor cristiano. ¿Que no te atreves? ¿Que es difícil? Dios también lo tuvo complicado para hacerse presente en medio de los hombres.

6.- VIGILA tu reloj. No vivas sin sentido. Que no pasen las horas sin un pensamiento para Dios por lo mucho que ama y se acerca hasta la humanidad.

7.- VIGILA tu fe. No es lo mismo ser bueno que ser creyente. No es suficiente ser bueno y dejar de lado a Dios. ¿Dónde está la fuente y la cumbre del bien si no es en Dios?

8.- VIGILA tu compromiso con la Iglesia. Si nos alejamos del calor, podemos coger un resfriado. Si nos alejamos de la Iglesia, podemos contaminarnos con una poderosa neumonía espiritual.

9.- VIGILA tu caridad. Sal al encuentro de algo o de alguien. Prepara el camino al Señor en tu casa, con tu familia, con tus amigos.

10.- VIGILA tu testimonio. ¡Habla de Dios! Comienza a pensar en dónde y cómo instalar el belén, la estrella, un signo cristiano.

Javier Leoz

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Clausura del año de la Fe

El día 16 de noviembre, clausuramos en nuestra iglesia monacal el Año de la Fe, con una solemne celebración de la Eucaristía, presidida por nuestro arcipreste acompañado de los sacerdotes de la zona y gran número de fieles, así como de las tres comunidades de vida consagrada. Durante la mañana recibieron el sacramento de la reconciliación muchos de los asistentes a la celebración.

Con este motivo, nuestra comunidad, quiere ser un centro de espiritualidad abierto, a toda persona que lo deseé, con una lectura orante de la Palabra de Dios que ilumine las decisiones de la vida cotidiana, comenzaremos el día 30 de noviembre a las 18:00 horas.

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Clausura del Año de la Fe en Roma

SAN_PEDRO_-_CRIPTA_VATICANA

El Año de la Fe ha dejado en Roma momentos inolvidables como las jornadas y peregrinaciones organizadas a la tumba de San Pedro o innumerables iniciativas de índole cultural o artístico. Catequistas, familias, cofradías, seminaristas, novicios… todos ellos han acudido hasta la basílica vaticana como muestra e impulso de la fe cristiana.

En este contexto y como un signo culminante se vivirá también un momento, no solo inolvidable sino inédito también; la exposición por primera vez de las reliquias que la tradición reconoce como las del apóstol que dio la vida por el Señor. La fe de Pedro, por lo tanto, «confirmará una vez más que la ‘puerta’ para el encuentro con Cristo está siempre abierta y espera ser cruzada con el mismo entusiasmo y convicción de los primeros creyentes», explica monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, en un artículo en el Osservatore Romano.

En 1939, durante el papado de Pío XII, se realizaron unas excavaciones arqueológicas en la cripta de la basílica dejando al descubierto una necrópolis que data de los siglos II y III. La tradición decía que debajo del baldaquino de Bernini había un cementerio donde había sido enterrado San Pedro, pero aún no existía la certeza. Pío XII determinó que siguieran excavando y apareció dicha necrópolis. Una década después, en 1950, una inscripción en griego que decía: “Pedro está aquí”, llevó al papa a comunicarle al mundo la aparición de la tumba del apostol.

Pero terminada esta investigación en 1952, la profesora Margarita Guarducci, arqueóloga y experta en epigrafía griega, se encargó de descifrar los grafitos que hay en uno de los muros adyacentes a esa tumba, y hayó la inscripción críptica que dice “Pedro, ruega por los cristianos que estamos sepultados junto a tu cuerpo”. Al excavar, descubrieron un nicho y en su interior unos huesos.

El análisis de estos restos, que llevó a cabo Venerando Correnti, antropólogo de la Universidad de Palermo, concluyó el estudio de la siguiente forma: “Los huesos tienen un color rojo provenientes del paño dorado y púrpura en que fue envuelto, también, aparte de tela (púrpura), hay restos de hilos de oro, lo que lleva a pensar que ésta seria una persona venerada, posiblemente los huesos se retiraron de la tumba original para «guardarlos» en el nicho y así quedar protegidos, pues el nicho estaba intacto desde Constantino hasta el hallazgo. Estos huesos encontrados pertenecen a la misma persona, un ser robusto, de sexo varón, con avanzada edad (posiblemente setenta años) y del primer siglo”. Fue entonces cuando el papa Pablo VI anunció al mundo que se habían descubierto las reliquias de San Pedro.

El Año de la Fe se acerca a su clausura, ya que el domingo 24 de noviembre, el santo padre dará por finalizado este año de gracia para la Iglesia católica. La santa Misa de clausura se celebrará en la plaza San Pedro el día 24, solemnidad de Cristo Rey del Universo, a las 10:30 a.m. Dos eventos importantes aún quedan por celebrar: la jornada de la vida contemplativa, el día 21 de noviembre; y el encuentro de los catecúmenos el día 23.

Hasta el momento se calcula que 8.086.933 peregrinos han acudido a Roma, en este Año de la Fe, convocado por Benedicto XVI con la Carta apostólica Porta fidei del 11 de octubre de 2011, y que comenzó el 11 de octubre de 2012,  50° aniversario de la apertura del concilio Vaticano II.

LAS RELIQUIAS DEL APÓSTOL SAN PEDRO SERÁN EXPUESTAS POR PRIMERA VEZ 

Por primera vez en la historia el Vaticano, se expondrán públicamente las reliquias de San Pedro. Será un acontecimiento único que pondrá el broche final al Año de la Fe.

Monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, hizo el anuncio a través de L’Osservatore Romano. El Año de la Fe concluirá el 24 de noviembre con una misa presidida por el Papa en la Plaza de San Pedro.

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XXXIII Domingo del tiempo ordinario

“Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”
(Lc. 21, 5-19)

“Domingo de la Esperanza”

El Año Litúrgico está a punto de terminar. Y en estos tiempos Jesús nos avisa sobre los próximos tiempos difíciles que tendremos que vivir, pero nos habla de esperanza, de futuro lleno de posibilidades. Eso es el Adviento que estamos esperando y que dará paso a la Natividad del Señor, inicio de una nueva era. Tiempo de Esperanza para unos tiempos muy difíciles.

“Día de la Iglesia Diocesana”

Este Día nos recuerda todo lo que la Iglesia hace por nosotros y por los demás cada día del año, al mismo tiempo que nos invita a participar en la hermosa tarea de hacer, gracias a nuestra fe, un mundo mejor y más humano.

Citas para reflexionar

  • «Confiemos en las manos de Dios como un niño confía en las manos de su papá». S.S. Francisco
  • «Los sacramentos no son apariencias, no son ritos, son la fuerza de Cristo». S.S. Francisco
  • «¿Saben cuál es el mejor instrumento para evangelizar a los jóvenes? otro joven». S.S. Francisco
  • «El Derecho Canónico debe estar en conexión con la vida que cambia, que se transforma, y con la verdad y la estabilidad» Mons. Renzo Fratini
  • «Aún hay quien cree que el Estado sostiene a la Iglesia, y católicos convencidos de que «la Iglesia se sostiene del aire»». F. Giménez Barriocanal

Efemérides y noticias

  •  El Papa recibe al “ministro de exteriores” del patriarcado de Moscú. La Santa Sede no ha difundido ningún detalle de este encuentro, que precede a la visita del presidente ruso Vladimir Putin al Vaticano, prevista para el próximo 25 de noviembre, visita que podría facilitar un futuro encuentro con el Patriarca de Moscú.
  • El Papa se congratula por los 15 años de existencia del diario La Razón, que desde 2009 distribuye cada domingo la edición semanal de L’Osservatore Romano en español.
  • Por primera vez en la historia, coincidiendo con la clausura del Año de la Fe, el 24 de noviembre, las reliquias de san Pedro serán expuestas públicamente para ser veneradas por los fieles.
  • “Lee las bienaventuranzas, que te van a venir bien” con este tema el Papa convoca la JMJ en 2016 en Cracovia, con el lema <Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia>.
  • Se presenta en Madrid el “Diccionario General de Derecho Canónico” de la Universidad de Navarra, que ha tardado 10 años en elaborarse.
  • Este domingo 17 de noviembre, además de la Iglesia Diocesana, se celebra el Día mundial en recuerdo de las víctimas de accidentes de tráfico (tercer domingo de noviembre). En España murieron en nuestras carreteras el año pasado casi 4 personas cada día.
  • Cáritas Española, que mantiene desde hace décadas una estrecha relación de cooperación fraterna con Filipinas, ha enviado 200 mil euros para los damnificados del supertifón Haiyan con vientos de 235km/h que ha dejado unos 10 mil muertos en una sola provincia. 

 

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