«Yo soy la Inmaculada Concepción»

Lourdes era en 1858 una pequeña y casi desconocida aldea perdida del Pirineo francés. Hacía poco más de tres años que el Papa Pio IX había proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.El 11 de febrero se aparece la Santísima Virgen a Bernardita Soubirous, una adolescente (14 años) campesina del lugar, mientras estaba recogiendo leña con su hermana Toneta y su amiga Juana (aquel invierno estaba siendo muy riguroso y necesitan calentar la habitación de la antigua prisión en la que se alojaba con su familia, malviviendo a consecuencia de la ruina que padecían) y tuvo que quedarse sola junto a la gruta de Massabielle, por no arriesgarse a cruzar el rio Gave a pie, con temor a enfermar, pues era propensa a los resfriados.

Era la mayor de seis hermanos, una chica sencilla, sin apenas preparación ni cultura pues sus padres, sumamente pobres, no pudieron enviarla a hacer estudios especiales. Ese día allí en la soledad del campo oyó un ruido, miró pero los árboles no se movían, alzó entonces la cabeza hacia la gruta y vio a una mujer vestida de blanco, con un cinturón azul celeste y sobre cada uno de sus pies una rosa amarilla, del mismo color que las cuentas de su rosario, aquella Señora no le habló hasta la tercera vez. Al volver las otras jóvenes les contó la visión y les hizo prometer que no contarían nada, algo que incumplieron y ocasionó a Bernardita un insufrible calvario.

La “encantadora Señora” como ella la llamaba, se le apareció dieciocho veces, hasta la tercera no le habló y le dijo: “No te haré feliz en este mundo sino en el otro”, y se cumplió; en la sexta el 21 de febrero le pidió con rostro dolorido “Ruega a Dios por los pecadores”. Igualmente, varias veces, después: “Penitencia, penitencia”.

El 25 de febrero la dama le pide que beba agua de una fuente, como no había ninguna escarbó en la tierra y brotó un poco que al intentar beberla se llenó de barro y los presentes al verla se reían de ella creyéndola loca, entonces brotó el agua ante la admiración de todos; desde entonces no ha dejado de manar, este manantial milagroso de Lourdes, que tantísimas curaciones ha producido.

En la undécima, le encargó: “Vete a decir a los sacerdotes que hagan construir aquí una capilla”. Dos días más tarde: “Deseo que se venga aquí en procesión”. El 25 de marzo, cuenta Bernardita, “viéndola tan amable, le pregunté su nombre, me sonrió, se lo volví a preguntar, y volvió a sonreírse, insistí de nuevo, y me dijo, mientras levantaba los brazos y los ojos al cielo: Yo soy la Inmaculada Concepción”.

El 16 de julio, más hermosa que nunca, sonriendo con dulzura inefable, inclinó la cabeza en señal de despedida y desapareció. Pronto a aquel humilde paraje de Lourdes comienzan a peregrinar los enfermos del alma y del cuerpo, buscan a quien de verdad les puede sanar en lo más hondo de su ser.

Son millones los que peregrinan sin interrupción hasta nuestros días. Sí, el camino que lleva a la Virgen María en unión a la fe en Jesucristo, Redentor del hombre, sigue abierto para todos los que en el tercer milenio busquen sinceramente la verdadera salud. El Señor no deja de repetirnos: “Tu fe te ha salvado”.

Publicado en Devociones | Etiquetado , | Comentarios desactivados en «Yo soy la Inmaculada Concepción»

Santa Escolástica

La única fuente histórica sobre la vida de Santa Escolástica, hermana de San Benito, son los capítulos 33 y 34 del segundo libro de los Diálogos de San Gregorio Magno. Las noticias, legendarias que se añadieron, enriquecen poco la imagen sencilla e intensa de la santa. Parece que el nacimiento de los dos santos coincide: el año 480 en Nursia, dentro de una familia noble, siendo sus padres Eutropio y Abundancia, ambos aprendieron de sus padres la virtud y la fe cristiana. Por tanto, Benito y Escolástica probablemente fueron gemelos, y si no lo fueron anaglíficamente, sí lo fueron espiritualmente, se amaban mucho pues se quedaron huérfanos de madre en temprana edad, sus vidas fueron paralelas hasta la muerte, en el 547, transcurriendo solo 40 días desde la muerte de santa Escolástica a la de san Benito.

San Benito rige como Abad en el monasterio de Monte Casino, habiendo dado ya vida y forma a los benedictinos. Inspirado por Dios decide fundar en Plombariola el primer convento de religiosas benedictinas, ayudado por su hermana Escolástica, quedando como abadesa en su gobierno.

A pesar de estar tan cercanos los dos monasterios, Benito era muy estricto con las visitas, habían puesto un muro voluntario de separación y tan sólo una vez al año se veían, y aun separados de ambos Monasterios, en una casita que había entre ambos.
El día de la visita lo pasaban los dos hablando de temas espirituales.

Pocos días antes de la muerte de Escolástica, fue su hermano a visitarla y después de haber pasado el día entero en charlas religiosas, Benito se despidió y se dispuso a volver al monasterio. Era el primer jueves de Cuaresma del año 547.

Escolástica le pidió a su hermano que se quedara aquella noche charlando con ella acerca del cielo y de Dios. Él rehusó y ella imploró a Dios que escuchó su oración, desatándose una fuerte tormenta que impidió su marcha y así pudieron seguir juntos con sus coloquios espirituales hasta el día siguiente.

Benito regresó a su monasterio y a los tres días, al asomarse a la ventana de su celda vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo. Entonces por inspiración divina supo que era el alma de su hermana que viajaba feliz hacia la eternidad. Envió a sus monjes a que trajeran su cadáver, y lo hizo enterrar en la tumba que se había preparado para él mismo. Pocos días después murió también el santo. Así los dos hermanos que vivieron toda la vida tan unidos espiritualmente, quedaron juntos en la tumba, mientras sus almas cantan eternamente las alabanzas a Dios en el cielo.

Hace catorce siglos que las reliquias de ambos hermanos, fundidas en el seno de la tierra madre, germinan incesantemente en frutos de santidad. Porque «todo lo que nace de Dios vence al mundo», sobrevive San Benito, en su monasterio y en su Orden, a todas las injurias de los tiempos. La vida oculta de Santa Escolástica tiene el valor de un símbolo. Ella encarna el poder de la oración contemplativa, «razón de ser de nuestros claustros», la que, en alas de un corazón virginal, lleno de fe, arrebata a los cielos su gracia y la derrama a torrentes sobre esta tierra.

Se invoca a Santa Escolástica contra los rayos y para obtener la lluvia.

Nuestra Comunidad de Benedictinas en el Monasterio “Santa Cruz” de Sahagún celebró, el 10 de febrero,  la onomástica de nuestra “Santa Fundadora Escolástica”, con alegría y gozo. Ella nos sigue bendiciendo con sus gracias, haciendo que su obra perdure a través de los siglos —Reino de Cristo eterno, ante él las fuerzas del infierno no lo erradicarán de la faz de la tierra—. Ella obtiene del Padre que la vocación benedictina siga floreciendo en tantos corazones de jóvenes dispuestas a la entrega amorosa a la vida contemplativa, y engrosen la interminable pléyade de hijas suyas, que con su vida testimonian el amor de Cristo al mundo.

Honrémosla con nuestras plegarias e invocaciones, para que siga protegiendo a todos los que buscan su amparo y consuelo.

Publicado en Biografías, Orden benedictina | Etiquetado , , | Comentarios desactivados en Santa Escolástica

Mañana es eternidad

Los años que tengo
son un regalo del cielo
no pedí venir a este mundo
maravilloso o perverso
donde he sido criado
con mejor o peor acierto,
mas al lograr discernimiento
elegí mi camino libre o
puede que impuesto.
¡Sí, soy libre!
si donde vivo hay libertad
mas tendré cadenas
allí donde hay ruindad.
Mi espíritu será siempre libre
sin temor en el sendero
pues llevo a mi lado al amigo
que me hace perder el miedo
¡qué importa los años que tengo!
Él rescató mi libertad
muriendo en un madero
pagando con su vida
mis sueños de gozo eterno.

Publicado en Poemas, Reflexiones | Comentarios desactivados en Mañana es eternidad

Santa Águeda – 5 de Febrero

Santa Águeda de Catania, Sicilia (Italia) fue virgen y meritoria de la palma del martirio con la que se suele representar. Su festividad se celebra el 5 de febrero.

El Senador Quintianus la deseaba, prendado de su extraordinaria belleza, mas fue rechazado por la joven que ya se había comprometido con Jesucristo, entonces intentó con ayuda de una mala mujer, Afrodisia, convencer a la joven Águeda para que accediese a sus pretensiones, pero todo resultó inútil, ésta no cedió.

El Senador en venganza por no conseguir sus placeres la envía a un lupanar, donde milagrosamente conserva su virginidad. Aún más enfurecido, ordenó que torturaran a la joven y que le cortaran los senos. La respuesta de la que posteriormente sería Santa fue: «Cruel tirano, ¿no te da vergüenza torturar en una mujer el mismo seno con el que de niño te alimentaste?». Aunque en una visión vio a San Pedro y este curó sus heridas, siguió siendo torturada y fue arrojada sobre carbones al rojo vivo y revolcada sobre ellos. Además se dice que lanzó un gran grito de alegría al expirar, dando gracias a Dios.

Se la ha representado en el martirio, colgada cabeza abajo, con el verdugo armado de tenazas y retorciendo su seno. También sosteniendo ella misma unas tenazas en la mano y un ángel con sus pechos en una bandeja o ella sola portando una bandeja o plato con sus senos cortados o en la escena de la curación por San Pedro.

Según cuentan el volcán Etna hizo erupción en el año 250, un año después de la muerte de la Santa y los pobladores de Catania pidieron su intervención, logrando milagrosamente detener la lava a las puertas de la ciudad. Desde entonces es patrona de Catania y de toda Sicilia y de los pueblos situados en los alrededores del volcán. Se le invoca para prevenir los daños del fuego, rayos y volcanes. También se recurre a ella pidiendo su intercesión para curar los males de los pechos, partos difíciles y problemas con la lactancia. En general se la considera protectora de las mujeres. Su fama de milagrosa llega hasta nuestros días. Es la patrona de las enfermeras.

En la localidad de Sorihuela del Guadalimar (Jaén) se celebra su onomástica con el esplendor y regocijo que los sorihueleños agradecidos por su protección y patronazgo le tributan. Reverencian una bellísima talla anónima policromada del S. XVI junto a una reliquia del cabello, traída de Catania. Son famosas las salvas de cohetes que en su honor se deflagran. También es patrona de Zamarramala en Segovia, donde a las mujeres le es cedido el bastón de mando del Ayuntamiento en este día. Camporrobles en Valencia y Sencelles en Mallorca.

En el País Vasco y Navarra se le atribuye una faceta sanadora.

Publicado en Biografías | Etiquetado , , | Comentarios desactivados en Santa Águeda – 5 de Febrero

Domingo V del Tiempo ordinario

El domingo en que Jesús nos cura

Jesús, como decía San Pedro, pasó por el mundo haciendo el bien y curando a los enfermos.
Realmente, la multitud acudía a Él porque saciaba su hambre y curaba sus enfermedades. También a nosotros nos puede curar de nuestras enfermedades y pecados. Es la hora de la fe, hoy es preciso que tengamos una fe adulta, profunda, madura, que vivamos una espiritualidad que integre la fe y la vida y que estemos siempre dispuestos para dar testimonio de nuestra fe en Jesucristo.

Citas para Reflexionar

– «En la fe el hombre encuentra la verdad que se revela en la Palabra de Dios. Sin la fe, todo el movimiento ecuménico quedaría reducido a una forma de contrato social al que adherirse por un interés común». S.S. Benedicto XVI
– «Si no se reconoce que la persecución de los cristianos es la primera emergencia mundial en materia de violencia y discriminación religiosa el diálogo entre las religiones y las culturas sólo producirá hermosos congresos, sin resultados». Massimo Introvigne, OSCE
– «La primera epidemia mundial que existe en la actualidad no son las drogas, ni el sida, ni las depresiones, ni el estrés, sino la rupturas conyugales». Enrique Rojas, psiquiatra

Publicado en Liturgia, Reflexiones | Comentarios desactivados en Domingo V del Tiempo ordinario

Consagrados: testigos de Cristo resucitado

Jornada de la Vida Consagrada – 2 de febrero 2012

Durante la pasada JMJ en Madrid, Benedicto XVI dirigió una breve alocución en el patio de los Reyes del monasterio del Escorial la mañana diáfana del viernes 19 de agosto de 2011 a las jóvenes religiosas allí congregadas. El Papa les dijo: «El encuentro personal con Cristo, debe testimoniarse con toda su fuerza transformadora en vuestras vidas, y cobra una especial relevancia hoy, cuando  se constata una especie de eclipse de Dios, una cierta amnesia, más aun, un verdadero rechazo al cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza.   Frente al relativismo y la mediocridad, surge la necesidad de esta radicalidad que testimonia la consagración como pertenencia a Dios sumamente amado».

Les pidió radicalidad evangélica ya sea desde la vida contemplativa, o en los diversos caminos de vida apostólica La radicalidad evangélica se expresa en la misión que Dios ha querido confiaros. Desde la vida contemplativa que acoge en sus claustros la palabra de Dios en silencio elocuente, y adora su belleza en la soledad por Él habitada, hasta los diversos caminos de la vida apostólica, en cuyos surcos germina la semilla evangélica en la educación de niños y jóvenes, el cuidado de los enfermos y ancianos, el acompañamiento de las familias, el compromiso a favor de la vida, el testimonio de la verdad, el anuncio de la paz y la caridad, la labor misionera y la nueva evangelización, y tantos otros campos del apostolado eclesial.

Queridas Hermanas, este es el testimonio de la santidad a la que Dios os llama, siguiendo muy de cerca y sin condiciones a Jesucristo en la consagración, la comunión y la misión.

En este 2 de febrero dedicado a la Jornada Mundial de la Vida consagrada la Comunidad Benedictina de Santa Cruz es testimonio de fiel entrega a Cristo. Una muy querida hermana y nunca olvidada partió a la casa del Padre, Sor María Jesús, su larga vida consagrada ha sido ejemplo vivo de disponibilidad, humildad, sencillez y gozo de dones en el cumplimiento de sus votos a Dios, a la Iglesia y a la Comunidad Benedictina. Se han celebrado las Bodas de Oro de Sor Lourdes, el regalo inconmensurable que supone la larga entrega de su vida y de todo el amor que lleva en su inmenso corazón, con un tesón, fortaleza, constancia y fidelidad digna de encomio. También ante la adversidad de las enfermedades la Comunidad se tiempla como el mejor acero, como un fuego purificador, no solo para la que lo sufre también para quien la acompaña y rodea. Sor Mª Milagros, Sor Consuelo, Sor María, Sor Inmaculada, ellas como las vírgenes prevenidas mantienen las lámparas encendidas a la espera de la llegada de su Señor, dan testimonio callado, orante, intercediendo por los demás, pobres pecadores que andan sin norte, ¡cuánto valor adquieren a los ojos de Dios!. Y como no, el gran don de Dios que supone para la Comunidad de una postulante, ella ha respondido con un “SÍ” rotundo al reto de su vocación, un testimonio particular del amor a Dios por encima de todo, y dispuesta a trabajar por el reino de Cristo .

El carisma de las Madres Benedictinas de “Santa Cruz” es principalmente la oración, el estudio, el trabajo y la pobreza; todo eso vivido en comunidad, por y para la salvación de las almas pero que saben compartir lo poco que tienen con los más necesitados, así dicen: «Compartir, para nosotras, no es un sacrificio, es un gozo».

Oremos por ellas, nuestras queridas Madres Benedictinas de Sahagún, por todas las vidas consagradas como verdadero don que enriquece a la Iglesia y por tanto a todos los fieles, incluidos nosotros —lectores de este Blog—. Pidámosle de que recen por todos nosotros ante el Señor, para que seamos instrumentos eficaces, con ellos, en la nueva evangelización.

Publicado en El monasterio y su entorno | Etiquetado | Comentarios desactivados en Consagrados: testigos de Cristo resucitado

Oración a San Miquel

Arcángel San Miguel,
protector y guardián de los hombres,
tú que brillas con resplandor,
líbranos de todo mal.

Humildemente te pedimos
que asistes a los que sufren
en su cuerpo y en su alma.

No permitas que ningún espíritu maligno
se nos acerque para perjudicar
nuestro caminar hacia el Eterno Padre.

Ayúdanos a sufrir con amor
lo que nos toca en esta vida
para llegar a Dios purificados.

Amén.

San Miguel, de Manuel Arbós
Publicado en Reflexiones | Comentarios desactivados en Oración a San Miquel

Oración ante una mano agujereada

Sobre la cabecera de mi cama hay un crucifijo muy grande. Desde hace unos días vengo notando que tiene flojo uno de los clavos y al fin me he dicho: De hoy no pasa. En efecto, ahora le tengo ya sobre la mesa camilla y, uno a uno, he ido desprendiendo los tres, y ya los guardo dentro de la mano.

La verdad es que nunca, Jesús, me he visto tan cerca de tu figura. Tan juntos estamos que se me ha ocurrido que el ventanal de tus manos son unas buenas lentes, las mejores, para ver y certificar la verdad del mundo.

Uno va a las culturas que dejaron alguna huella en la sensibilidad del mundo y se queda con cierta gracia que se desconcha por la fuerza de tu sentimiento. El Pensador de Rodín es un hombre recipiente que, incluso, ha de apuntalar con la mano en la barbilla su debilidad de criatura cerrada; El Discóbolo de Mirón está quieto en un puro narcisismo de los músculos; El Moisés de Miguel Ángel sí es ya un personaje que se sale, pero lo que se derrama es un duro centellear de Júpiter que truena.

Lo tuyo es otra cosa, aparte de que no eres una estatua, sino algo muy profundo, prolongado y hasta eternamente vivo. Alientas tan dado, tan hacia fuera, que te manifestaste desnudo, para no quedarte siquiera con una hilacha. Tus costillas están al viento; es más, tu pecho tiene un boquete de aire para dar salida al corazón y no se amortigüe la ternura cuando una cabeza busque apoyo.

Puestos a elegir…, a ver si hay una postura de amor más sincera que la de los brazos abiertos. Así, los dos en línea recta y con las palmas hacia delante se está en las estaciones de ferrocarril, cuando el hijo llega de la mili o cuando esperamos a la mujer que viene de operarse, y en el quicio de la puerta, al amanecer, adivinando el punto lejano que se acerca por el camino y adelantándole la prodigalidad de tu Padre. Tú, más atornillado por los clavos para marcar bien las perpendiculares. Miserable de mí que me apego a un mechero de butano, al lapicero de cuatro colores y los dos azucarillos del café, cuando Tú, de haber fumado, no hubieras podido disponer ni del cigarrillo de los condenados. Dime: ¿dónde tienes los bolsillos? ¿Con qué te abrigas si hace frío? ¿No te va a dar fiebre si hasta has despilfarrado toda la sangre? Tu palma agujerada, un símbolo.

Todo lo que pienso y todo lo que eres viene a resumirse en tu mano. Yo, ahora, te cojo con mucho mimo por la muñeca y ya no veo sino el tremendo hoyo que te han hecho. Es como una alcancía al revés, donde las monedas salen y andan fuera como Juan por su casa. Lo que quiere decir que el que se asome a tus heridas ha de contar ya con que eres un hombre sin blanca.
Como toda la riqueza se ha escanciado por ahí, tu llaga tiene un aire dulce y rumoroso de caño de fuente en el bosque, y es perfectamente redonda, como una hostia, como una ofrenda, como la sublime inmolación que realmente es, y tiene los bordes encendidamente rojos, como un signo triunfal, como la esperanza que late en el más bello amanecer.

Bueno, y ya puesto a mirar el mundo, ¿cómo he de decir lo que veo? Puede que sea lo de siempre, los mismos hombres y los mismos paisajes, pero en bonito, como cribado por una guía turística. Con todo, eso es lo de menos; lo importante es la varita mágica que ha transverberado el giro de las ideas y las relaciones de las criaturas. Se toma un hombre cualquiera, un harapiento, por ejemplo, y hasta en su ropa gastada hay un no sé qué de piedra filosofal, de filón de oro. Todos, todos, hasta los que piden limosna, son ricos, inmensamente millonarios. Además, aunque haga frío o calor, por dentro viven en primavera, como unos árboles repletos de frutos que ya pintan. Ni qué decir que es tu cosecha, esa siembra de Ti mismo que hiciste una tarde desde un repecho de Judea.

Luego viene este otro clima de domingo y de misa. Lo que se ve es un mundo como en vilo y, como lo estamos viendo desde una ventana redonda, se nota enseguida la verdad del ofertorio tuyo con los hombres, esa sensación de un cielo con peldaños por el que suben todos dándole el brazo a un hermano mayor. Señor, yo he visto en mi pueblo cuando arrancan los tocones de los olivos: tiran con furia, sin andarse con chiquitas; y diría que también he escuchado a la vez el gemido alucinante del suelo que se desgarra. Ser generosos cuesta, duele y hasta deja un vacío; pero este dolor es el martirio santo de todas las redenciones y ese hueco es la venturosa nostalgia y la succión que da cuenta de la inminencia de tu llegada.

Manirroto mío, loquito despilfarrador, yo quiero vivir también tu alergia a los bancos; ser lo mismo de dilapidador de corazón que Tú; parecido a esa criatura que se arranca las ilusiones y los deseos, los sube hasta lo alto para que el Padre los acepte sonriendo y luego deja que se derramen por las palmas para que se siembren y germinen bajo los pies de los hombres.

Beato Manuel Garrido, Lolo
Publicado en Reflexiones | Etiquetado | Comentarios desactivados en Oración ante una mano agujereada

IV Domingo del tiempo ordinadio

La Autoridad de Jesús de Nazaret

Este domingo se nos muestra el asombro de los paisanos y coetáneos ante la presencia de Jesús en la sinagoga de Cafarnaún. Aprecian la novedad del mensaje de Jesús de Nazaret, dicho además con autoridad, frente a la palabrería ya muy conocida de los maestros de siempre. Pero, además, comprueban la autoridad profunda y vital del Señor que libra a un enfermo de sus males, del poder del demonio. También su autoridad se refleja en ello. Y su autoridad no pide dominio ni abuso. Su autoridad está basada en el amor por todos.

Día mundial de la lucha contra la lepra

La lepra ha sido desde los comienzos de la humanidad una enfermedad maldita y quienes la padecían sufrían el aislamiento familiar y social. Esa estigmatización persiste aun en la actualidad. Desde 1982 con un diagnóstico precoz y un tratamiento específico los enfermos se curan muy bien. En países como India en 2010 se detectaron 126.800 casos; en Brasil fueron 34.800 casos; pero en todo el mundo se calcula que hay tres millones de personas que viven con discapacidades permanentes. En España apenas quedan enfermos de lepra. La asociación Fontilles asentada en el Vall de Laguar en Alicante en el sanatorio de San Francisco de Borja, acoge a 48 personas que tuvieron lepra y que por sus lesiones o por haber sufrido rechazo social y carecer de medios económicos se han quedado allí a vivir, donde reciben atención médica, social y espiritual de parte de 3 jesuitas y 8 Hermanas Franciscanas de la Inmaculada.

Publicado en Liturgia | Comentarios desactivados en IV Domingo del tiempo ordinadio

La gloria tiene sabor

Sor Lourdes cumple sus bodas de oro

Sor Lourdes, castellana de pro, nace en un rinconcito en el nordeste de la provincia de Segovia llamado Laguna Contreras.

La majestad de sus encinas, robles y sabinas que crecen en el monte, el susurro del rio Duratón y las cantarinas aguas de los arroyos de la Vega, de la Hoz y Turrubiel junto a las choperas y alamedas, imprimen en ella su sello de nobleza que junto a la sencillez, disponibilidad, exquisitez de modales, propios de los que vinculan su vida a las faenas campesinas y viven en hermandad con sus vecinos y paisanos, tallaron su personalidad. Mas su espíritu se tiempla en las oraciones y actos litúrgicos celebrados en su iglesia de Nuestra señora de la Asunción, en la ermita de San Pedro o en la festividad de san Sebastián.

Y un 17 de enero de 1962 la candorosa joven, arrebolada como novia, más decidida y firme como roca, lleno su corazón de inmenso amor y con el fervor a Dios, a su Santa Madre, a la Iglesia y a la Orden Benedictina, profesó en la Comunidad.

Sor Lourdes atrae por su semblante dulce, donde sus ojos hablan por sí mismos, resalta sobre todo la fortaleza de su figura, denotando un espíritu indomeñable, austero, infatigable, abierta a cualquier sugerencia y a la entrega sin desmayo a sus hermanas y a la comunidad Benedictina de nuestro monasterio de Santa Cruz en Sahagún, León. Sus poderosas y ágiles manos transforman los alimentos en deliciosos manjares haciéndolos apetecibles a los paladares más exigentes y ya son totalmente irresistibles las exquisiteces de los dulces típicos de nuestro monasterio y es que sin duda la gloria también tiene sabor y ella nos la hace partícipe.

Si bendecimos los alimentos que tomamos como no bendecir las manos que los elaboraron, sor Lourdes ha sido y seguirá siendo bendecida por su ingente y callada labor en el obrador, en la cocina, en los trabajos más arduos “No he venido a ser servido, sino a servir” o “Reza y Trabaja”. Por sus plegarias e intercesiones, por su vida anónima pero de incalculable valor a los ojos de su amado y de los que tienen la dicha de conocerla. Sí, ha llegado a sus Bodas de Oro y esto supone un logro, una dicha de privilegiada, son 50 años de fidelidad, de entrega ferviente, de amor desinteresado a Él y a los demás. Se debe sentir orgullosa, bueno como el orgullo no es lo suyo, diremos “en plenitud o inefable dicha”.
Pidamos todos por ella, los aniversarios son muy ilusionantes cuando se cumplen —la ancianidad es un regalo de Dios—. San Benito siga bendiciendo a esta hija suya ejemplo y modelo de entrega gozosa para tantas jóvenes que no encuentran respuestas a la “felicidad de vida” que ansían.

¡Muchas felicidades sor Lourdes, ánimo y a por las bodas de platino!

Publicado en Comunidad, El monasterio y su entorno | Etiquetado , , , | 2 comentarios