«SON MODELOS DE VIDA Y DE FE»

La diócesis de Burgos (España) acogerá la beatificación de cinco mártires el próximo 23 de abril. Mons. Fidel Herráez, Obispo local, ha animado a seguir el ejemplo de vida de estos fieles que dieron su vida por la fe durante la persecución religiosa en 1937.

Los cinco beatificados serán el sacerdote don Valentín Palencia y cuatro jóvenes discípulos y colaboradores suyos: Donato Rodríguez, Germán García, Zacarías Cuesta y Emilio Huidobro, quienes murieron martirizados el 15 de enero de 1937 en un monte de Cantabria, en el norte de España, durante la persecución religiosa acaecida en la España de comienzos del siglo XX.

El Obispo de Burgos, Mons. Fidel Herráez, ha enviado una carta pastoral en la que destaca al sacerdote mártir como “modelo de vida y de fe, que nos puede ayudar, en los momentos actuales, a vivir el seguimiento de Jesús con más autenticidad y estímulo”.

Los jóvenes acompañaron al sacerdote Valentín Palencia al martirio “no sólo por su propia convicción, sino porque habían descubierto en aquel sacerdote un referente importante en sus vidas que no podían abandonar en su última hora”, de él decían que era “todo misericordia”.

En ese sentido, el Obispo de Burgos explica en la carta que esta beatificación es la celebración de “la misericordia de Dios, que se sirve a lo largo de la historia de instrumentos débiles para hacerse presente en el corazón del mundo”.

Una misericordia “con la que Dios llenó el corazón de don Valentín y de aquellos jóvenes” y a todos les unió “la voluntad de ser instrumentos del amor de Dios en favor de los demás desde sus propios carismas”.

Por eso el Prelado invita a “recoger la herencia de los que murieron por su fe perdonando a quienes los mataban y de cuantos ofrecieron sus vidas por un futuro de paz y de justicia para todos los españoles” y en ese sentido pide  “contribuir a desear también la justa memoria y dignidad de todos los que perdieron su vida en aquel conflicto fratricida”.

“Que todos guardemos con cariño la memoria de estos hijos de la Iglesia fieles hasta el martirio, ‘ejemplos de santidad’ por su apertura a Dios y a los hermanos”, precisó Mons. Herráez .

Breve biografía 

Valentín Palencia Marquina nació el 26 de julio de 1871. A los 13 años comenzó a estudiar en el Seminario de San Jerónimo. Fue ordenado sacerdote en 1896 y se dedicó a ayudar a los niños huérfanos, marginados y desvalidos.

También fue director y capellán del Patronato de San José para la enseñanza y educación de niños pobres, donde llegó a acoger a 110 muchachos. Los alumnos recordaban su trato amable y decían de él que “era misericordia”.

Enseñaba a rezar a los pequeños, los ayudaba a estudiar, les daba clases de oficios manuales y jugaba con ellos. Tenía un coro y formó una banda de música.

Por su labor humanitaria, el Gobierno le concedió en 1925 la Cruz de Beneficencia. Se le incendia el edificio y lo reconstruye con limosnas en menos de un año.

Cuando estalló la Guerra Civil en 1936 la iglesia del lugar fue convertida en garaje y le prohibieron celebrar la Misa a partir de la fiesta de la Asunción de la Virgen que se celebra el 15 de agosto.

Un alumno indisciplinado, por no haber recibido propina, lo acusó al Frente Popular de Torrelavega. La noche anterior reservó una hostia consagrada para comulgar antes de que lo mataran.

Seis muchachos mayores fueron llamados a declarar y cuatro quisieron acompañarlo, entregando su vida por Cristo el 15 de enero de 1937.

El ayuntamiento de Burgos hizo constar en el acta el sentimiento de la Corporación Municipal por la muerte “del virtuoso sacerdote y apóstol de la caridad cristiana”.

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