Meditación:«Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado <<de la Calavera>> (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron…» (Juan 18,1-19, 42)
Llegaron los días del Calvario para el Hijo, y también para la Madre. La Madre sigue el rastro de la Santa Sangre en la calle de la amargura, hasta el Gólgota.
El Cristo, su Cristo es una sola llaga… y la miraba… su Corazón traspasado, también Sangre derramaba al ver la tragedia Sagrada.
¡Oh María Dolorosa! ¡ Oh Madre Corredentora!
Hazme un alma piadosa que esté junto a tí en el Calvario de nuestros hermanos y acompáñame con tu amor en los momentos difíciles de mi vida. Amén.