Meditación: «Subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea…» (Lucas 2, 1-14)
«Llamé a mi Hijo, para que saliera de Egipto» (Mateo 2, 13-18)
María inició su camino de Nazaret a Jerusalén, viajó a Belén y huyó a Egipto, siguiendo con sus pasos un camino escarpado, un camino difícil pero siempre cumpliendo la misión que el Padre le había encomendado.
Hoy sigue caminando; Lourdes, Fátima, San Nicolás, Medjugorje, Corea y tantos otros sitios Santos.
Va de casa en casa llamando a las almas que han olvidado a Dios.
¡Oh María peregrina! ¡Oh María Purísima!
Haz que te imitemos llevando la luz de Dios a cada corazón y siendo como Vos, testimonio de evangelización. Amén.