DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan, vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo.           Juan 6, 51-58

SI CRISTO SE DA , ES POR ALGO
1.- JESÚS; ¿PAN SIN SABOR?

  • Unos lo gustan como líder pero no lo saborean como presencia real de Dios.
  • Otros lo comen mecánicamente y, por esa actitud, se diluye sin efecto alguno en sus entrañas.
  • Algunos lo escuchan sin interés: son palabras que pronto difuminará el viento.
  • Muchos lo toman como si fuese un seguro de vida, pero no caen en la cuenta de que tiene un precio: seguir y vivir el mensaje de Aquel que lo amasa.
  • Otros más lo comulgan pero no lo ven: ojos que no ven corazón que no siente

2.- JESÚS; ¿PAN PARA NADA?

  • Unos acuden a El cuando su casa se resquebraja y lo olvidan cuando, de nuevo, está ya construida.
  • Otros se sientan para participar de su mesa y a continuación cierran filas para que no entren más comensales.
  • Algunos quisieran espectaculares milagros pero se resisten a ver el trasfondo divino de ellos.
  • Muchos lo siguen porque no pierden nada pero luego les cuesta bastante el dejar algo por el “todo”.
  • Otros más apuran su cáliz pero les resulta duro el despuntar sus vidas al estilo de Jesús.

2.- JESÚS; ¿PAN SIN TRASCENDENCIA EN NUESTRA VIDA?

  • Unos lo llevan grabado en oro pero en su corazón aparece como invisible.
  • Otros lo esculpen en las cumbres de los montes pero no lo ven en el prójimo.
  • Algunos lo comulgan en la Eucaristía y lo rechazan en lo cotidiano de la vida.
  • Otros más no lo comulgan en la Iglesia prefieren un Jesús “a la carta”.

3.- JESÚS; ¿PAN QUE NOS CAMBIA?

  • Unos lo ven como personaje operativo y presente; saben que su figura no ha quedado encorsetada en una simple página de la historia.
  • Otros lo viven en propia sangre; lo hacen vida con su vida.
  • Algunos lo ven como regalo del cielo y lo llevan a mil rincones de la tierra.
  • Otros más intuyen que es fotocopia de Dios y lo multiplican a miles con su testimonio veraz y comprometido.

4.- JESÚS; ¿PAN DE CONTRADICCIÓN?

  • Unos dicen que hace tiempo que pasó, vivió y murió y con esta afirmación se construyen castillos de falsas vidas y de intereses mezquinos.
  • Otros afirman que vive y tratan de cambiar el mundo con la fuerza de su amor negándose, si es preciso, a sí mismos.
  • Algunos dudan de su presencia y convierten su vida en un “sí” pero luego en un “no”.
  • Otros más ni dudan ni afirman; simplemente creen y esperan en la última Palabra que se presenta y se visibiliza en forma de pan.

5.- JESÚS; ¿PAN QUE INTERPELA?

  • Unos lo ven como PAN duro al paladar; les resulta interpelante a sus cómodas vidas.
  • Otros lo comen por rito y obligación; es más fácil el comer que pasar hambre.
  • Algunos se acercan humildemente a su presencia; saben que DIOS entra más cómodamente y mejor por esa puerta.
  • Otros más elevan sus ojos hacia el cielo; saben que el horno de ese PAN está situado más allá del sol y de las estrellas. Es un pan que se multiplica con el cuchillo de la justicia, se cocina con las brasas que Dios sopla, se digiere con la virtud de la Fe, se retiene con los ojos de la esperanza, se mantiene eternamente tierno cuando se comparte, sirve como paladín para la vida eterna y se presenta en la mesa de Jesús por el gran panadero que es Dios.

Reflexión de J. Leoz

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