Relevo en el monasterio de Silos

En la hondonada del valle burgalés de Tabladillo, entre el rio Arlanza y la sierra de la Demanda, se encuentra Silos, localidad pequeña pero faro de guía gracias al monasterio benedictino que lleva el nombre de Santo Domingo de Silos. Es hora de vísperas y el canto gregoriano eleva sus acordes sin instrumentos musicales, junto al canto suave de las avecillas que se cobijan en el majestuoso ciprés, árbol orante —con 130 años de vida y 25 metros de altura— que une tierra y cielo, bandera singular de este monasterio, que junto al claustro, la botica, la biblioteca y los resto de Santo Domingo de Silos forman su carnet de identidad.

Los treinta monjes que rezan y trabajan en Silos han elegido un nuevo Abad, un acontecimiento que no se producía desde hace 24 años, cuando la comunidad decidió que quería ser gobernada por Clemente Serna, que al salir su nombre se le vino este pensamiento: “Qué angustia”.

El padre Lorenzo Maté Sadornil fue elegido el día 4 de este mes de marzo en votación por más de dos tercios de los monjes benedictinos. Natural de la localidad burgalesa de Citores del Páramo, ingresó en la escuela de la abadía en 1966. Realizó los estudios teológicos en la Facultad de Teología de Burgos y más tarde estudió Historia Eclesiástica en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. En el Monasterio de Santo Domingo de Silos ha desempeñado los cargos de celador de novicios, mayordomo, prior, bibliotecario, archivero, y prior del priorato silense de Montserrat de Madrid. En la actualidad, ocupaba los cargos de bibliotecario, archivero y encargado de la parroquia de la villa de Silos.

Don Clemente Serna (el Don es un título honorífico que se suele dar a benedictinos y cartujos) no ha derramado una lágrima por dejar de estar al frente de la abadía a la que ingresó con tan solo 13 años de edad —nació en 1946 en Montorio, Burgos. Se lo pensó durante medio año y lo hizo público a la comunidad el pasado 23 de noviembre, día de san Clemente, despidiéndose oficialmente, la pasada semana –final de febrero y marzo- de los medios de comunicación con los que mantenía una estrecha relación. No hubo ni vuelta a tras ni nostalgia “Las cosas se piensan bien y se ejecutan”. Y es que Don Clemente abandona el cargo porque su salud acusa el cansancio acumulado en sus frecuentes viajes por Europa, América y Asia como revisor de los monasterios benedictinos y participante en multitud de foros espirituales y académicos.

De sus logros no se vanagloria, “He hecho lo que debía hacer, que lo descubran los que vienen detrás” dice con humildad. La divulgación del Monasterio como uno de los principales centros de espiritualidad; la difusión del canto gregoriano con los discos que grabaron; la restauración del convento de San Francisco; el túnel de desviación del tráfico rodado que incidía en la vida del monasterio; la salvación del ciprés del monasterio aquejado de una enfermedad -lo cuida él personalmente, trepando por sus ramas para limpiarlo-. Tampoco presume de sus 8 licenciaturas, el dominio de 5 lenguas sin contar el latín, que lo usa para pensar. Es un buen comunicador, muy espontáneo, con un gracejo personal que atrae a quien tiene la suerte de hablar con él, a la vez que emana ese don divino que poseen los transmisores de la paz de Dios, según él “Es un don que se lo ha regalado Dios” y que él lo cultiva “Es que si no cultivas un regalo de Dios… mal negocio”.

Sí, recuerdo entrañable el que yo tengo, de la entrevista mantenida con él en Silos durante un viaje de nuestra Hermandad de San Benito y cuando vino a Castellar para inaugurar la ermita de nuestro querido Patrón San Benito y dejarnos una reliquia como testimonio perpetuo para la devoción popular. El Señor le premie con el merecido descanso su labor ejemplarizante y el testimonio dado como noble hijo de la Orden Benedictina. Deseo al padre Lorenzo Maté mi enhorabuena por su nombramiento a la vez que pido por él a nuestro Señor y a Santa María su excelsa Madre que lo ayuden e iluminen para continuar la labor de su predecesor al frente de la comunidad benedictina de Santo Domingo de Silos.

 

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