Dios os llama al testimonio de la santidad

El patio de los Reyes del monasterio del Escorial vibró al unísono con las 1600 jóvenes religiosas que acogieron la presencia del Santo Pontífice Benedicto XVI, la mañana diáfana del viernes 19 de agosto de 2011. El encuentro gozoso del Papa con las consagradas al Señor, dio la vuelta al mundo en un mensaje cargado de fuerza, sobre todo a los jóvenes, testimonio vivo de que la vida consagrada es alegre y bella.

Su Santidad se sintió respaldado ante la responsabilidad que le confiere la Cátedra de Pedro, la cruz pesada que ha puesto Dios sobre sus hombros, por la legión de religiosas de diferentes carismas, pero todas unidas en la entrega de sus vidas a Dios, que en el silencio del claustro o en la actividad con que sirven a la iglesia le ayudan con su sencillez y pobreza.

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Las palabras del cardenal Rouco confirman su compromiso y testimonio: «¡Puede contar con ellas para el gran e ilusionante empeño de la nueva evangelización de los jóvenes del mundo». «A las jóvenes religiosas aquí presentes les sale muy del corazón hacer suya la expresión de santa Catalina de Siena y decirle al Papa: ¡Dulce Cristo en la tierra!. Lo piensan y lo hacen sin sentimentalismo alguno, con la reciedumbre de la fe y el amor que mostraba santa Teresa de Jesús a los defensores de la Iglesia y predicadores y letrados que la defienden. ¿La defiende alguien más y mejor que el Papa? ¡Nadie!».

Las palabras sobraban pues las miradas ilusionantes y diáfanas lo decían todo. Benedicto XVI en su breve alocución enardeció los corazones rebosantes del Amor Supremo, les pidió radicalidad evangélica ya sea desde la vida contemplativa, o en los diversos caminos de vida apostólica. Les dijo: «El encuentro personal con Cristo, debe testimoniarse con toda su fuerza transformadora en vuestras vidas, y cobra una especial relevancia hoy, cuando se constata una especie de eclipse de Dios, una cierta amnesia, más aun, un verdadero rechazo al cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza». «Frente al relativismo y la mediocridad, surge la necesidad de esta radicalidad que testimonia la consagración como pertenencia a Dios sumamente amado». Les insistióen la importancia a la fidelidad al propio carisma: «Cada carisma es una palabra evangélica que el Espíritu Santo recuerda a su Iglesia». Esa fidelidad debe expresarse «en la comunión filial con la Iglesia», con los pastores «y apreciando también los otros carismas». Es esencial «la comunión con vuestra familia religiosa, custodiando su genuino patrimonio espiritual con gratitud» pero también «la comunión con otros miembros de la Iglesia, como los laicos, llamados a testimoniar desde su vocación específica el mismo Evangelio del Señor».

La radicalidad evangélica se expresa en la misión que Dios ha querido confiaros. Desde la vida contemplativa que acoge en sus claustros la palabra de Dios en silencio elocuente, y adora su belleza en la soledad por Él habitada, hasta los diversos caminos de la vida apostólica, en cuyos surcos germina la semilla evangélica en la educación de niños y jóvenes, el cuidado de los enfermos y ancianos, el acompañamiento de las familias, el compromiso a favor de la vida, el testimonio de la verdad, el anuncio de la paz y la caridad, la labor misionera y la nueva evangelización, y tantos otros campos del apostolado eclesial.

Queridas Hermanas, este es el testimonio de la santidad a la que Dios os llama, siguiendo muy de cerca y sin condiciones a Jesucristo en la consagración, la comunión y la misión.

Su Santidad les dio lasgracias por su Sí generoso, total y perpetuo a la llamada del Amado y pidió a la Virgen María que las sostengan y acompañen en su juventud consagrada, con el vivo deseo de que interpele, aliente e ilumine a todos los jóvenes. Finalizó pidiendo a Dios que recompense copiosamente la generosa contribución de la vida consagrada a la Jornada Mundial de la Juventud y les impartió la bendición.

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1 respuesta a Dios os llama al testimonio de la santidad

  1. Rodolfo Plata dijo:

    SE PUEDE SEGUIR A CRISTO SIN NECESIDAD DE LA IGLESIA, BENEDICTO XVI DICE QUE NO, PORQUE SE LE ACABA EL NEGOCIO: Pobre juventud católica, la Iglesia los engaña para enajenarlos, someterlos, explotarlos, pervertirlos y sodomizarlos, enseñándoles una falsa doctrina, ocasionando el eclipse de Dios, debido a que fenómenos naturales (la zarza ardiente o fuego fatuo; el pie del rayo que cruzó el altar de Moisés; la nube y los rayos del mito del pacto del Sinaí), fueron explicados por los redactores bíblicos como el encuentro cercano de Dios. Convirtiendo los textos sagrados de las religiones que transitan por la ecumene abrahámica (el Antiguo Testamento o Torah, el Talmud, el Mishná, la Halaja, el Corán, el Libro de Mormon) __en una letrina moral que envenena el alma__ En cambio la vida, ejemplo y enseñanzas de Cristo iluminan con luz meridiana las jornadas y metas del camino del desarrollo espiritual que recorren los místicos en su búsqueda del encuentro cercano de Dios, unicidad o experiencia de la común unión (el Padre y yo, somos una misma cosa), convirtiendo las disciplinas místicas en medicina del alma *** editado *****

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