Encuentros: Alec Guinness, «Que la fuerza te acompañe»

Nació un 2 de abril de 1914 y falleció en el 2000. Tuvo una infancia triste, no conoció a su padre biológico y su padrastro era alcohólico y violento; de su madre tenía una opinión terrible.

Antes de ser actor de cine había destacado en el teatro, en cierta representación recibió en el camerino la visita de un sacerdote que le reprochó: «Solo he venido para indicarle que en la obra se santigua usted mal», terminó por hacerse amigo de él.

En 1957 Guinness ganó un Óscar al mejor actor y un Globo de Oro por su interpretación en El puente sobre el río Kwai. También recibió en 1980 un premio honorífico de la Academia por su contribución al arte del cine. Por otra parte, fue nominado al Óscar como actor principal por The Lavender Hill Mob en 1951, y como actor de reparto por La Guerra de las Galaxias en 1977 (en el papel de Obi Wan kenobi) y Little Dorrit en 1988, también recibió un segundo Oscar como premio a toda su carrera. Como curiosidad, no le entusiasmaba su papel en La Guerra de las Galaxias, y solo accedió a él a cambio de un porcentaje de la recaudación, algo que le produjo toda una fortuna para él y sus descendientes.

En 1954, durante la filmación de la película El Padre Brown, abandonó el rodaje para dar un paseo y se le acercó un niño de unos siete años que lo llamó: «Padre» a la vez que lo cogía de la mano con signos de alegría, luego se despidió con un «Buenas noches, padre» acompañado de una leve inclinación de cabeza. Esta situación le hizo reflexionar sobre los prejuicios que le separaban de la Iglesia católica.

Su hijo Matthew enfermó de poliomielitis y Alec adquirió el hábito de entrar en una iglesia católica en busca de paz, más que para poder rezar. Un día le propuso una promesa a Dios: «se convertiría al catolicismo si el niño volvía a caminar». Tres meses más tarde el pequeño Matthew ya jugaba al fútbol. Tardó un poco en cumplir su promesa, pero lo hizo, buscó a un sacerdote católico para instruirse en la fe, incluso pasó un tiempo en un monasterio trapense, quería conocer a la iglesia por dentro. En marzo de 1956 fue recibido por el padre Clarke en St. Lawrence, su esposa seguiría sus pasos, aunque su hijo Matthew se les había adelantado.

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