SAN JOSÉ DE CALASANZ – 25 de Agosto

San José de Calasanz (Museo del Prado).jpgCuando san Alfonso María de Ligorio pasó por circunstancias difíciles, leía la vida de José de Calasanz y halló en ella consuelo.

José de Calasanz y Gastón nació el 11 de septiembre de 1557 en Peralta de la Sal, Huesca, España, hijo de Pedro de Calasanz (alcalde del pueblo) y de María Gastón. Era el benjamín de seis hermanos. Siendo niño se propuso perseguir al diablo cuchillo en mano para matarle; tal era su odio al pecado que le inculcó su madre, en cuyo regazo aprendió a amar a Dios, a la Virgen y a los santos. Con doce años, José dejó su pueblo y marchó a estudiar gramática en Estadilla a unos 20 km de allí  y fue designado prior del colectivo de alumnos aragoneses. José era un joven estudioso, responsable, generoso y con una gran simpatía personal, que le permitía tener muchos amigos entre sus compañeros de estudios. Completó su formación en la universidad de Lérida, donde cursó filosofía y derecho. Luego realizó teología en las de Valencia y Alcalá de Henares finalizando en 1581.

Cuando cumplió los catorce años, José de Calasanz manifestó la decisión de hacerse sacerdote. Su entrega, su generosidad, su anhelo por ayudar a los demás, iban unidos a una fuerte y vivencial fe en Dios, aumentada por el ejemplo y la educación recibida por parte de su familia. El proceso hacia su sacerdocio se produjo en 1582 en el transcurso de una grave enfermedad. Prometió a la Virgen que se ordenaría si sanaba, y así sucedió. Al año siguiente recibía este sacramento. Desempeñó su ministerio en distintos lugares de las comarcas pirenaicas, entre otras, La Seu d’Urgell, cerca de la frontera francesa, y en Tremp donde asumió las misiones complementarias de visitador oficial y vicario general de tres poblaciones añadidas a la de Tremp. Era una época llena de peligros para las gentes que eran asaltadas por malhechores en emboscadas, lo que suponía pérdida de bienes y hasta de la propia vida. José hizo lo posible para que el virrey solventase la situación.

En 1592, después de doctorarse en teología en Lérida, desprenderse de sus posesiones y dejar en marcha obras de caridad, partió a Roma, su último destino. Bajo la protección del cardenal Colonna, antiguo compañero de curso en Alcalá, que lo nombró teólogo consultor y le encomendó la formación de su sobrino, se integró en la ciudad. Junto a san Camilo de Lelis destacó por su atención a los afectados por la peste. Ambos pugnaban para ser los más relevantes en la entrega a los enfermos y moribundos. José, que era miembro de la cofradía de la Doctrina Cristiana, ya había advertido la gravísima carencia educativa de los niños huérfanos y abandonados que deambulaban por las calles. Y aunque a muchos podía instruirlos los domingos, era insuficiente. Veía que para poder llegar a todos, la formación debía ser gratuita. Buscó ayuda en diversas órdenes religiosas y en el senado, pero se dio cuenta de que debía ser él quien se dedicara a tan delicada labor. El padre Brendani, párroco de Santa Dorotea del Trastévere, le animó y ayudó.

En noviembre de 1597 en una de las habitaciones que le prestó creó una escuela, dando inicio a la fecunda labor pedagógica que culminaría con la fundación de las Escuelas Pías. Su cariz popular y gratuito hizo que José fuese pionero en el mundo de una empresa como ésta. A la semana había un centenar de chicos. Dos años más tarde abrió otra casa y el cardenal Colonna autorizó que tres profesores que sentían predilección por la infancia y ejercían provechosamente la docencia comenzaran vida comunitaria junto a él. En 1602, cuando los muchachos se acercaban al millar, inauguró una nueva escuela para albergarlos en un espacio colindante a la basílica de Sant’Andrea della Valle. Allí sufrió un accidente. Accedía por una escalera con una campana y se cayó desde lo alto fracturándose la pierna, cuya secuela fue una cojera. Volcado por completo en la tarea educativa y la atención a los chicos, abandonó el palacio de Colonna y convivió con ellos. Les entregó la oración mariana «La corona de las 12 estrellas», un catecismo y el «Reloj de la Pasión de Cristo», amén de escribir casi cinco mil cartas de gran valor espiritual y pedagógico.

En 1610 redactó las líneas maestras de su pedagogía, un reglamento para el profesorado y otro para los alumnos. Al año siguiente adquirió un «palazzo» cerca de San Pantaleón albergando un millar de estudiantes. Admiraba la ciencia de Galileo que incluía en la formación integral que proporcionaba a los pequeños aunando: «Piedad y Letras». Todo discurrió con rapidez. En 1614 Pablo V autorizó el vínculo entre las Escuelas Pías y la congregación de Lucca de san Juan Leonardi que había ayudado a José. Viendo que tal unión no funcionaba –eran carismas distintos–, en 1617 el padre Calasanz obtuvo del pontífice el plácet para erigir su propia fundación. El camino, aunque breve, había sido doloroso, sembrado de envidias y recelos de muchos, incluidos miembros de otras órdenes religiosas, celosos de la protección que gozó del pontífice y de otras personalidades destacadas. En la primavera de ese año el santo y los catorce primeros integrantes formalizaron su compromiso en la capilla de la Aparición, en San Pantaleón. A los votos ordinarios añadieron la dedicación a la educación de la juventud. Quiso que todos fueran «cooperadores de la verdad».    

José era el general de la Orden. Pero en 1630 ingresó en ella el padre Sozzi, una persona conflictiva que movió los hilos para convertirse en provincial de los Clérigos Regulares de las Escuelas Cristianas de Toscana, al margen de la autoridad del santo. El malévolo sacerdote llegó al extremo de acusarle ante el Santo Oficio, y el fundador fue arrestado y conducido por Roma como un vulgar delincuente. Fue liberado con la mediación del cardenal Cesarini, pero Sozzi no cesó sus intrigas y le sometió a toda clase de humillaciones. Tras su muerte no cambiaron las cosas porque el sucesor, padre Cherubini, siguió esta línea hasta que en 1645 José fue restituido como superior general. Cherubini murió en sus brazos. El santo recibió nuevo varapalo a sus 90 años al ver reducida su fundación a Asociación por el papa Inocencio X. Al conocer la noticia, emulando a Job, manifestó: «Dios me lo dio, Dios me lo quitó. ¡Bendito sea!». El 25 de agosto de 1648 exhalaba su último aliento; sufrió mucho por causa de su hígado, aunque los médicos no apreciaron la lesión. Nueve años más tarde, tal como había advertido convencido de que su obra era de Dios, Alejandro VII la reconoció. Clemente XIII lo canonizó el 16 de julio de 1767. En 1948 Pío XII lo declaró «celestial patrono de todas las escuelas populares cristianas».

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XIX DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO – 7 de Agosto

«ESTAD PREPARADOS»

(Lucas 12, 32-48)

SANTO EVANGELIO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No temas, pequeño rebaño; porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes, y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas: vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle, apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el Señor, al llegar, los encuentre en vela: os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y si llega entre la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis, viene el Hijo del Hombre.

Pedro le preguntó: Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?

El Señor respondió: ¿Quién es el administrador fiel y solicito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo al llegar lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: ‘Mi amo tarda en llegar’, y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándole a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá: al que mucho se le confió, más se le exigirá.

Palabra del Señor

¿QUÉ VIENE EL SEÑOR?

Viene el Señor. De muchas maneras y en muchas circunstancias. Otra cosa es que (ajenos a la vigilancia) estemos tan distraídos que no sepamos mirar en la dirección por donde Dios sopla, viene y habla.

En este domingo mi pensamiento se va a la orilla de cualquier costa sembrada por los legendarios faros. Siempre encendidos y con su importante cometido: vigilando para que los barcos lleguen a buen puerto.

La vigilancia cristiana puede estar perfectamente representada por ese faro que espera a que su Señor llegue en cualquier momento. ¿Por qué? Para que, si el Señor se acerca, no encuentre obstáculos para entrar en la vida de los que creemos en El. Para que, si el Señor se decide presentarse definitivamente, nos encuentre oteando el horizonte con los prismáticos de la oración, de la escucha y meditación de su Palabra, de la riqueza de corazón, intentando cumplir su voluntad y comprometidos en el mundo con los esquemas de su reino.

Existe una vieja leyenda en mi anterior parroquia sobre un escultor de un Cristo penitente del siglo XVII. Había tallado y finalizado su obra cuando, de una forma imprevisible, la imagen le habló: “¿dónde me has visto que tan bien me has tallado? El artista le contestó: “en mi corazón Señor”.

En el corazón es donde hemos de guardar un lugar privilegiado para que Dios siga hablando y nos siga diciendo algo. Es donde valoramos profundamente la verdad de las cosas y la esterilidad de lo aparentemente bonito. Es donde orientamos la veleta de nuestra existencia y donde se disparan también las luces de alarma cuando nos alejamos del Señor. Es donde nos vamos haciendo idea de un Dios que, lejos de amenazar, nos dice que viene y que por lo tanto hemos de estar vigilantes.

Puede ser que el momento coyuntural que estamos viviendo nos invite y nos empuje a soplar e ir apagando esos destellos de vigilancia, que pueden ser:

-La Eucaristía para esperar bien alimentados

-La comunión con la iglesia, para esperar bien sintonizados con Dios

La escucha de la Palabra, para esperar distinguiendo lo bueno de lo malo

-Las buenas obras, para esperar con el testimonio de la fe

Puede ser que el mundo se empeñe en pontificar que es de día cuando, en realidad, bastantes almas y bastantes contemporáneos nuestros viven en una interminable e insoportable noche.

Frente a ello seguiremos subiendo hasta la azotea de nuestra vida para encaminarnos con fe y con esperanza hacia el futuro.

Necesitamos despertar de tanta pesadilla que nos amordaza y nos mantiene presos del pasado.

Necesitamos ser “guardas jurados” de nuestra vida cristiana para que, cuando el Señor arribe, nos encuentre creyendo, amando, cantando y pregonando sus alabanzas.

Ojalá que, cuando el Señor venga, no pase de largo al ver las luces de nuestros corazones apagadas

¿TE CONOCEMOS, SEÑOR?

Hijo del pobre José,

pero rico y expresivo en tu lenguaje

Hijo de la sencilla María,

y complicado en tu vida

Hermano de tus hermanos,

y defensor de la verdad sin distinción

¿Te conocemos, Señor?

Decimos quererte, y no entramos en Ti

Decimos amarte, y no vivimos con el impulso de tu amor

Decimos alabarte, y lo hacemos despegando los labios

pero, tal vez, sin abrir el corazón.

Decimos honrarte, y olvidamos que en el obrar,

es donde te damos gloria y comprometida alabanza.

¿Te conocemos, Señor?

¿Sentimos al que te envió?

¿Acogemos al que te hizo nacer pobre y niño en Belén?

¿Obedecemos al que te hizo obedecer subiendo a la cruz?

¡Creemos, Señor, pero aumenta nuestra fe!

Fe para verte como Hijo de Dios

Fe para recibirte como el enviado del Padre

Fe para dejarte compartir nuestra existencia

Fe para transformarnos con el pan de la vida

Fe para llenarnos de felicidad con el pan de la Eucaristía

Amén.

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XXVIII DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO – 31 de Julio

«GUARDAOS DE TODA CLASE DE CODICIA»

(Lucas 12, 13.21)

SANTO EVANGELIO

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.

Él le contestó: Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?

Y dijo a la gente: Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.

Y les propuso una parábola: Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: «¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha. Y se dijo: Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años: túmbate, come, bebe y date buena vida”. Pero Dios le dijo: “Necio esta noche te van a exigir la vida Lo que has acumulado, ¿de quien será?” Así será el que amasa riqueza para sí y no es rico ante Dios.

Palabra del Señor

¡DIOS, TESORO A LA VISTA!

En cierta ocasión murió un hombre profundamente creyente. Durante toda su existencia intentó llevar una vida sencilla y sin estridencias. Cerró los ojos al mundo con la misma serenidad con la que los mantuvo abiertos ante los muchos acontecimientos que se le presentaron en su caminar. Desde siempre le preocupó querer y disfrutar aquello que hacía. Y, por ello mismo, antes de presentarse ante Dios les dijo a los suyos: “temo que Dios pueda decirme que no estuve suficientemente pendiente de Él”.

Cuando se presentó ante Dios, el hombre creyente, dijo: “perdóname si mis fuerzas las dediqué más a lo material que hacia lo espiritual”. Dios le contestó: “¿Cómo puedes decir eso amigo mío?”. “Cada mañana cuando despertabas me ofrecías tu trabajo. Después de realizarlo me dabas las gracias por la fuerza que yo te inspiraba. Cuando, a final de mes, te correspondían con el sueldo, supiste dejar una parte aunque fuera muy pequeña, para las necesidades de los otros. En varias ocasiones, y por tu posición en la empresa, tuviste oportunidad de haberte convertido en un pequeño ladronzuelo y, por si fuera poco, nunca pudo contigo el afán de poseer o de aparentar lo que no podías alcanzar. Entra amigo y disfruta de este gran paraíso”.

Estamos metidos de lleno en este verano del 2016 y, cuando leo el evangelio de este último domingo de julio, concluyo que la vida entera es un prolongado tiempo estival (en unos, dura más, que en otros) donde tenemos dos opciones:

a) O dedicarnos a un simple y caduco bronceado del cuerpo (el sol achicharrante del materialismo puro y duro)

b) O procurar un bronceado más profundo que afecte también al alma que llevamos dentro (la brisa que de diversas maneras Dios nos sopla)

¿Cómo se broncea el cuerpo?

-Con el gel de “la codicia” nos creemos administradores y dueños de todo. Luego, cuando discurre el tiempo, vemos que con el dinero no puede añadir ni un día más a nuestra vida o a la salud del cuerpo.

-Con el bronceador de “la ambición” olvidamos que somos caducos y hasta nos puede producir ceguera para lo espiritual. Pasan los años y nos damos cuenta que no llena de felicidad el mundo de las cosas sino el mundo de Dios

-Con la loción del “trabajo como ganancia” tendremos más pero, tal vez, perderemos muchas sensaciones necesarias para ser de verdad felices.

-Con la crema de “la riqueza” conseguiremos prestigio y relevancia social pero, cuando nos visite la ruina, ¿nos acompañarán los que nos aplaudieron siendo ricos?

¿Cómo se broncea el alma?

-Con el gel de “la conformidad”. Amando y disfrutando de los bienes materiales que uno tiene y, siendo consciente, que el origen de todo está en una fuerza superior: DIOS

-Con el bronceador de “la libertad” nos protegeremos del virus de la ambición de ser dioses y de sentirnos prepotentes frente a los demás. Nos daremos cuenta que uno anda mejor por la vida cuando sabe valorar sus propias limitaciones

-Con la loción del “trabajo como perfección” sabremos que nunca podrá más la ocupación que el cultivo de la amistad, la oración, la fe, la espiritualidad personal, etc.

-Con la crema de “la sobriedad” no estaremos expuestos al sol del egoísmo o de la insolidaridad. Siendo sobrios es como se consigue un camino para dar con la auténtica riqueza de los hijos de Dios.

Todos, desde el momento en que nacemos, tenemos abierta una cuenta corriente en la gran caja de ahorros que existe en el cielo. Una cuenta donde los ángeles administrativos van apuntando los esfuerzos y los intentos que los creyentes vamos haciendo en la tierra para darle brillo y bronceado celestial a nuestra vida cristiana.

Y también todos, desde el instante en que fuimos bautizados, vamos restando a esa cuenta con la ambición y el afán de poseer, el aparentar, el acaparar o el olvido de Dios por dejarnos arrastrar por la seducción de la riqueza.

 Qué ilustradora es aquella sentencia: “no es rico quien más tiene sino quien menos necesita”. O también aquella otra: “La avaricia es un constante vivir pobremente por miedo a la pobreza” (San Bernardo de Clairvaux)

QUÉ ME DAS, SEÑOR, A CAMBIO

De mi confianza cuando la deposito en ti y me alejo de los que me prometes otros paraísos

¿Qué me das, Señor, a cambio?

De mi seguimiento y de mi fidelidad

de mi silencio o de mi reconciliación

de la ofrenda de mi vida o de mis esfuerzos

¿Qué me das, Señor, a cambio?

De mi fe,

aunque sea débil y hasta interesada

De mi constancia,

aunque a veces me quede por el camino

De mi audacia,

aunque en momentos piense más en mí que en Ti

¿Qué me das, Señor, a cambio?

¿Me darás, tal vez, la Vida Eterna,

frente a esta efímera?

¿Tal vez tus palabras verdaderas

en contra de las falsas que me rodean?

¿Tal vez tu mano cuando otras me abandonan?

¡Necesito que me des tanto, Señor!

Tu presencia, cuando me encuentro huérfano

Tu luz, cuando la oscuridad eclipsa mi esperanza

Tu cielo, cuando sólo veo tierra y más tierra

Tus mandamientos, cuando construyo una vida a la carta

Tu respuesta, cuando ya nadie me escucha ni me responde

¡Dame, Señor, sobre todo tu persona!

Que temo no encontrarte en la dirección por donde busco

o, tal vez, hacerme un “dios” a mi medida

Que temo encontrarte demasiado rápido

sin cambiar mis días en poco o en nada

Que temo confundirte con otros señores

y disfrazarte de comodidad y de riqueza

de orgullo y de existencia del todo fácil

Ven a mi encuentro, Jesús,

y aléjame de todo aquello que me impide ser tu testigo

de todo aquello que me aleja de tu reino

de todo aquello que me confunde y me degrada

de todo aquello que, simplemente, no eres Tú.

Amén                                                                                                                          Javier Leoz

JMJ de Cracovia 2016 y la próxima Panamá 2019

Se iniciaba este martes en Cracovia (Polonia) la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que llega hasta este domingo 31. En la homilía de inauguración de la misma se pedía por el sacerdote francés asesinado. El Arzobispo de Cracovia, Cardenal Stanislaw Dziwisz dedicó la misma al padre Hamel.En la Clausura el Papa Francisco anuncio que la próxima JMJ será en Panamá.

31/07/2016 – 03:40 am .- El Papa Francisco presidió hoy la Misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud Cracovia 2016, y alentó a los jóvenes a no tener miedo de decirle “sí” a Jesús “con toda la fuerza del corazón” y seguirlo.

31/07/2016-04:50 am .- La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) se celebrará por quinta vez en su historia en el continente americano, anunció el Papa Francisco esta mañana en el Campus Misericordiae de Cracovia, Polonia. El país elegido es Panamá.

31/07/2016 – 05:03 am .- El Papa Francisco presidió este domingo la Misa conclusiva de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Cracovia 2016 en el Campus Misericordiae ante cientos de miles de jóvenes peregrinos, a quienes afirmó que este evento “comienza hoy y continúa mañana” en sus casas con Cristo, que los ama tal como son y no hay pecado o error que le haga cambiar de idea.

31/07/2016 – 05:43 am .- El Papa Francisco anunció que Panamá será la sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2019, algo que la Iglesia en ese país ha considerado una bendición “entre los pequeños”.

31/07/2016 – 06:33 am .-  Al término de la Misa conclusiva de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Cracovia 2016, el Papa Francisco presidió el rezo del Ángelus con los cientos de miles de jóvenes reunidos en el Campus Misericordiae y les aseguró que María les enseñará cómo hacer fecunda la experiencia que han vivido estos días en Polonia.

31/07/2016 – 06:44 am .- El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, agradeció al Papa Francisco por elegir la capital del país para acoger la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2019, y aseguró su compromiso para trabajar en su organización de la mano de la Iglesia.

31/07/2016 – 10:57 am .- El Papa Francisco sostuvo un animado encuentro con los voluntarios y el comité organizador de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Cracovia 2016 en el Tauron Arena de esta ciudad polaca.

31/07/2016 – 11:03 am .- En el encuentro con los voluntarios de la JMJ en el Tauron Arena de Cracovia, el Papa Francisco improvisó su discurso y afirmó que “no sé si voy a estar en Panamá” para la siguiente Jornada Mundial de la Juventud que se realizará en 2019 en ese país y les dejó una especial tarea a los jóvenes presentes de cara al futuro.

TODOS LOS DISCURSOS, HOMILÍAS Y MENSAJES DEL PAPA FRANCISCO EN LA   JMJ CRACOVIA 2016  los pueden encontrar en  el portal de aciprensa.

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JMJ CRACOVIA 2016 -ACTIVIDADES-

 El Papa Francisco partió a Polonia rumbo a la Jornada Mundial de la juventud Cracovia 2016-27/07/2016 – 07:22 am .- La JMJ ya ha comenzado y el Papa Francisco ha emprendido viaje rumbo a Polonia a bordo de un avión de la compañía Alitalia. Se trata de su viaje internacional número 15, la primera vez que Francisco pise suelo polaco y la segunda JMJ a la que asista.

El Papa Francisco ya está en Cracovia-27/07/2016 – 09:07 am .- El Papa Francisco llegó a las 3:51 p.m. (hora local) al aeropuerto internacional de Cracovia-Balice en Polonia para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se inició ayer con la Misa inaugural.

Discurso del Papa Francisco a las autoridades y cuerpo diplomático-27/07/2016 – 10:45 am .- El Papa Francisco llegó esta mañana a la ciudad de Cracovia y luego de la ceremonia de bienvenida sostuvo un encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático en el patio de honor del Castillo de Wawel.

Acoger y proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natura –27/07/2016 – 11:24 am .- En su primer discurso en Polonia, en el Castillo de Wavel en Cracovia y ante las autoridades civiles y el cuerpo diplomático acreditado, el Papa Francisco exhortó a acoger y proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

Bienvenida del Cardenal Dziwisz al Papa –27/07/2016 – 11:28 am .- El Papa Francisco sostuvo un encuentro con los obispos de Polonia en la Catedral de Cracovia, y allí pronunció un discurso en un evento privado con los prelados del país.

El Papa conmueve a peregrinos con la historia de Maciek, el voluntario fallecido antes de la JMJ- 27/07/2016 – 03:37 pm .- Desde el balcón por el que en diversas ocasiones salió a saludar San Juan Pablo II en el Palacio Arzobispal de Cracovia, el Papa Francisco dirigió unas palabras en su primer encuentro con los jóvenes participantes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Segundo día de la JMJ en Cracovia-27/07/2016 – 06:15 pm .- Este segundo día estuvo marcado especialmente por la llegada del Papa Francisco a Polonia, que fue recibido con muchas muestras de afecto. Además, hubo momentos intensos de oración, peregrinos felices en las calles y catequesis en distintos idiomas.

 

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NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN – 16 de Julio

Según la tradición, un 16 de julio de 1251, San Simón Stock, superior entonces de los Carmelitas, se encontraba en profunda oración rogando por sus religiosos perseguidos cuando la Virgen se le apareció con el hábito de la Orden en la mano y le entregó el escapulario.

Tiempo después la devoción a la Virgen del Carmen fue floreciendo y la espiritualidad carmelita se extendió por varios lugares del mundo.

La Fiesta de Nuestra Señora del Carmen, que se celebra cada 16 de julio, es además símbolo del encuentro entre la Antigua y la Nueva Alianza porque fue en el monte Carmelo (que en vocablo hebreo significa jardín) donde el profeta Elías defendió la fe del pueblo escogido contra los paganos.

Se dice que Elías y Eliseo permanecieron en el Monte Carmelo y con sus discípulos vivieron de manera contemplativa, como eremitas en oración. A mediados del siglo XII de nuestra era, San Bertolo fundó la ermita de la Orden del Carmelo y varios sacerdotes latinos fueron a vivir al Carmelo como eremitas.

Por el 1205 San Alberto, patriarca de Jerusalén, entregó a los eremitas del Carmelo una regla de vida, que fue aprobada por el Papa Honorio III en 1226. Ellos tenían la misión de vivir en la forma de Elías y de María Santísima, a quien veneraban como la Virgen del Carmen.

En el Siglo XIII, el Papa Inocencio IV concedió a los carmelitas el privilegio de ser incluidos entre las órdenes mendicantes junto con los franciscanos y dominicos. Los carmelitas han pasado por algunas reformas, siendo la más grande la que hicieran Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. A través de los siglos esta espiritualidad ha dado muchos santos a la Iglesia.

Origen de la devoción a la Virgen del Carmen y el Monte Carmelo

El Carmelo era sin duda, el monte donde numerosos profetas rindieron culto a Dios. Los principales fueron Elías y su discípulo Eliseo, pero existían también diferentes personas que se retiraban en las cuevas de la montaña para seguir una vida eremítica. Esta forma de oración, de penitencia y de austeridad fue continuada siglos más tarde, concretamente en el III y IV, por hombres cristianos que siguieron el modelo de Jesucristo y que de alguna forma tuvieron al mismo Elías como patrón situándose en el valle llamado Wadi-es-Siah.

A mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente -algunos creen que venían de Italia-, decidieron instalarse en el mismo valle que sus antecesores y escogieron como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo. Desde su monasterio no quisieron crear una nueva forma de culto mariano, ni tampoco, el título de la advocación, respondía a una imagen en especial.

Quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en los textos evangélicos: maternidad divina, virginidad, inmaculada concepción y anunciación. Estos devotos que decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió que naciera una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.

El Escapulario de la Virgen del Carmen

¿Qué es?

El escapulario del Carmen es el signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la Orden Carmelita, en la esperanza de su protección maternal.
El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón.

El escapulario del Carmen es un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II, «un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia». (S.C.60).

 Origen y propagación

A finales del siglo XII o principio del XIII nacía en el monte Carmelo, de Palestina, la Orden de los Carmelitas. Pronto se vieron obligados a emigrar a Occidente. En Europa, tampoco fueron muy bien recibidos por todos. Por ello el Superior General de la Orden, San Simón Stock, suplicaba con insistencia la ayuda de la Santísima Virgen con esta oración:

Flos Carmeli
Vitis Florigera
Splendor coeli
Virgo puerpera
Singularis y singular
Mater mitis
Sed viri nescia
Carmelitis
Sto. Propitia
Stella maris
Flor del Carmelo
viña florida
esplendor del Cielo
Virgen fecunda
¡Oh madre tierna!
intacta de hombre
a los carmelitas
proteja tu nombre
(da privilegios)
Estrella del mar.

En 1251, la Bienaventurada Virgen María, acompañada de una multitud de ángeles, se apareció a San Simón Stock, General de los Carmelitas, con el escapulario de la Orden en sus manos, y le dijo: «Tú y todos los Carmelitas tendréis el privilegio, que quien muera con él no padecerá el fuego eterno»; es decir, quien muera con él, se salvará.

Este relato lo encontramos ya en un santoral de fines del siglo XIV, que sin duda lo toma de códices más antiguos. En el mismo siglo XIII Guillermo de Sandwich O.C. menciona en su «Crónica», la aparición de la Virgen a San Simón Stock prometiéndole la ayuda del Papa.

La promesa del escapulario es de tal trascendencia, que precisamente por ello suscitó fuerte oposición.

 Significado del Escapulario

Al vestir el escapulario, y durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación de vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma. Quien viste el escapulario debe procurar tener siempre presente a la Santísima Virgen y tratar de copiar sus virtudes, su vida y obrar como Ella, María, obró, según sus palabras: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra».

El escapulario del Carmen es un MEMORIAL de todas las virtudes de María. Así lo recordaba a todos: religiosos, terciarios, cofrades. «Que forman, por un especial vínculo de amor, una misma familia de la Santísima Madre», el Papa Pío XII, el 11.2.1950.

Reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad.

  • Vean, en la forma sencilla de su hechura, un compendio de modestia y candor.
  • Vean, sobre todo, en esta librea que visten ida y noche, significada, con simbolismo elocuente, la oración con la cual invocan el auxilio divino.
  • Reconozcan, por fin, en ella su consagración al Sacratísimo Corazón de la Virgen Inmaculada, es recientemente recomendada».

Cada escapulario tiene sus privilegios o gracias particulares, pero todos pueden sustituirse por la medalla-escapulario (cfr. Decreto de 16-XII-1910). Sería falta de fe en la autoridad suprema del Vicario de Cristo que confiere a esta medalla tal privilegio, creer que vale menos, para ganar las promesas, llevar la medalla que los trozos de paño (aunque en determinados casos, por otras razones externas de mayor visibilidad, etc., puede ser preferible el escapulario de paño).

La medalla-escapulario debe tener por una parte la imagen de Jesús con el Corazón, y por la otra una imagen de la Virgen bajo cualquier advocación. Lo mismo que los escapularios ha de estar bendecida por un sacerdote.

 Valor de la promesa del Escapulario

Es doctrina católica, repetida por el Concilio Vaticano II: «El conjunto de los fieles, porque tiene la unción del Espíritu Santo (cfr. 1 Jn. 2, 20-27) no puede equivocarse cuando cree, y esta peculiar propiedad suya la manifiesta por el sentido sobrenatural de fe de todo el pueblo cuando, desde los Obispos hasta los últimos fieles, presta su consentimiento universal en lo referente a la fe y costumbres. Con este sentido de fe… y bajo la guía del sagrado Magisterio… se adhiere infaliblemente a ella, con certero juicio la penetra más profundamente y la aplica más plenamente a la vida» (L.G. 12).

Esta precisa y espléndida formulación conciliar no puede ser más explícita. Y es que la misma prerrogativa de infalibilidad concedida por Jesús a su Vicario mediante la asistencia del Espíritu Santo, tiene precisamente como finalidad que el conjunto del Pueblo de Dios, su Iglesia y Cuerpo místico, no se equivoque, por ejemplo, con una devoción aceptada por todos.

En consecuencia: Si la promesa del Escapulario aplicada a todos los fieles (proceda de la visión de San Simón Stock o de donde sea) no fuese verdadera, el Espíritu Santo no hubiera permitido que la Iglesia, el conjunto del Pueblo de Dios, la tuviese por cierta. Para muchos la prueba es irrefutable, ni para ello es necesaria una definición del Magisterio Supremo. Aunque sí hubo controversias y fueron dirimidas por la Santa Sede

Privilegio sabatino

El Escapulario del Carmen además de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva también consigo el llamado privilegio sabatino.

Según la tradición, a la muerte de Clemente V (1314), en el cónclave que duró dos años y tres meses, la Santísima Virgen se apareció al Cardenal Jaime Duesa, muy devoto de ella, y le anunció que sería Papa con el nombre de Juan XXII, y añadió: «Quiero que anuncies a los Carmelitas y a sus Cofrades: los que lleven puesto el Escapulario, guarden castidad conforme con su estado, y recen el oficio divino, – o los que no sepan leer se abstengan de comer carne los miércoles y sábados -, si van al purgatorio Yo haré que cuanto antes, especialmente el sábado siguiente a su muerte sean trasladadas sus almas al cielo».

Se ha escrito mucho sobre la «Bula sabatina», que en ese sentido publicó Juan XXII, pero no hay suficientes pruebas documentales de ella. Sin embargo en el siglo XV es muy citada, por ejemplo por el seudopapa Alejandro V (elegido por el Concilio de Pisa, después de haber éste destituido a Gregorio XII y Benedicto XIII, para acabar con el cisma; pero es claro que uno de ellos debía ser legítimo, y un concilio no puede destituirle, sin embargo algunos, como San Roberto Belarmino, consideran a Alejandro V Papa verdadero, y el próximo Alejandro se tituló VI); aunque su bula de 7-07-1409 confirmando el Escapulario no tenga valor magisterial, es interesante su testimonio de que conocía la de Juan XXII. Esta también fue citada por Sixto IV (1-04-1477), Clemente VII (1530) y San Pío V (1566) – quienes además citan y confirman la de Alejandro V -; etc.

En las citas de la «Bula sabatina» por los diversos autores, se encuentran diversas lecturas de ella (lo que prueba que no dependen de un solo documento inmediato). Por ejemplo, algunos en vez de ser «sábado» cuando la Virgen socorre a los cofrades del purgatorio leen «súbito» (cuanto antes), lo que parece una errata de transcripción, aunque así ha pasado a la liturgia y a las encíclicas de Pío XII.

El privilegio sabatino fue muy impugnado, no histórica, sino teológicamente, llegando el Inquisidor General de Portugal, en 1609, a prohibir a los Carmelitas el predicarlo. Estos apelaron al Romano Pontífice, quien confió la causa al Santo Oficio, y por fin, en 1613 dio un decreto renovado literalmente por Inocencio XI (1678), San Pío X (1908) y Pío XI (1922). En él se estableció: se permite a los PP. Carmelitas predicar que el pueblo cristiano puede creer… (sigue lo dicho antes).

Pío XII en su citada Carta Magna del Escapulario del Carmen de 1950, enseña: «A la verdad, no dejará la piadosísima Madre que sus hijos que expían sus culpas en el purgatorio, no consigan cuanto antes la vida eterna por su intervención delante de Dios, en conformidad con el privilegio sabatino».

En resumen: el privilegio sabatino consiste en que la Santísima Virgen sacará del purgatorio cuanto antes, especialmente el sábado después de su muerte, a quienes hayan muerto con el Escapulario y durante su vida hayan guardado castidad según su estado y rezado todos los días el oficio parvo. (Este se puede sustituir por la Liturgia de las Horas o por la abstinencia de carne los miércoles y sábados, o un sacerdote con facultad para ello, lo puede conmutar por otra obra piadosa, v.gr. el rezo diario del Rosario). Si uno peca contra la castidad o deja un día de hacer la obra prescrita, podrá recuperar el privilegio al confesarse y cumplir la penitencia (de manera semejante a como se recuperan los méritos perdidos por el pecado mortal, lo cual parece casi excesiva generosidad de Dios, pero es doctrina católica).

La certeza de este privilegio más que histórica, como decíamos del Escapulario, está fundada en la potestad de la Iglesia que así lo propone y recomienda. Sería temerario y ofensivo para la Iglesia, cuya Cabeza es Cristo y su alma vivificante el Espíritu Santo, creer que comete una equivocación secular y universal en algo que pertenece a la doctrina y vida cristiana.

En 1950 recordaba Pío XII: «Ciertamente, la piadosa Madre no dejará de hacer que los hijos que expían en el Purgatorio sus culpas, alcancen lo antes posible la patria celestial por su intersección, según el llamado privilegio sabatino, que la tradición nos ha trasmitido» con estas palabras:

«Yo, su Madre de Gracia, bajaré el sábado después de su muerte y a cuantos – religiosos, terciarios y cofrades – hallaré en el Purgatorio los liberaré y los llevaré al monte santo de vida eterna».

Protección maternal

Por su profundo simbolismo mariano, por los grandes privilegios y por el gran amor y privilegiada asistencia, que ha manifestado a través de los siglos la Santísima Virgen del Carmen a quienes visten devotamente su escapulario, es lo que tan prodigiosamente se ha extendido por doquier esta piadosa devoción de vestir su escapulario.

Sobre todo por su rico simbolismo: ser hijo de María, ver en él todas las virtudes de María, ser símbolo de nuestra consagración filial a la Madre Amable. Por Morir en gracia de Dios, quien lo vista piadosamente.

  • Por que saldrá del Purgatorio cuanto antes quien muera devotamente con él.
  • Por llegar su protección a todos los momentos de la vida, a la muerte y aún más alla». En la vida protejo; en la muerte ayudo, después de la muerte salvo, con sus credenciales.
  • Por los innumerables prodigios que ha obrado.
  • Por las relaciones con sus apariciones mas recientes en Lourdes y Fátima.

Por las muchas indulgencias que disfrutan quienes visten este escapulario.

 Indulgencias

He aquí las indulgencias plenarias y parciales para los que visten el escapulario.

A).- Indulgencias plenarias.-

1. El día que se viste el escapulario y el que es inscrito en la Tercera Orden o Cofradía.

2. En estas fiestas:

a) Virgen del Carmen (16 de Julio o cuando se celebre);
b) San Simón Stock (16 de mayo);
c) San Elías Profeta (20 de Julio);
d) Santa Teresa de Jesús (15 de Octubre),
e) Santa Teresa del Niño Jesús (1 de octubre);
f) San Juan de la Cruz (14 de Diciembre);
g) Todos los Santos Carmelitas (14 de Noviembre).

B).- Indulgencias Plenaria el día del Carmen.- El día del Carmen, 16 de Julio, o en la fecha que exactamente se celebre, tiene concebida una indulgencia plenaria.

C).- Indulgencia parcial.- Se gana indulgencia parcial por usar piadosamente el santo escapulario. Se puede ganar no sólo por besarlo, sino por cualquier otro acto de afecto y devoción. Y sólo al escapulario, sino también a la medalla-escapulario.

 Recomendación pontificia
Desde el siglo XVI -que es cuando se extiende por toda la cristiandad el uso del escapulario del Carmen- casi todos los Papas lo han vestido y propagado. El Papa Juan Pablo II, que es terciario carmelita, ha recordado en diversas ocasiones que viste con devoción, desde niño, el escapulario del Carmen.

La Iglesia, como reconocimiento y estímulo de las más importantes verdades y prácticas cristianas, instituye las fiestas litúrgicas (misa y oficio propio, etc.). Ese es el valor que tiene la fiesta de la Virgen del Carmen, el 16 de julio, extendida por Benedicto XIII a toda la Iglesia universal. Además a la Virgen del Carmen la veneran como Patrona de pescadores, marineros y toda la gente del mar; también la república de Chile bajo su advocación de Nuestra Señora del Carmen de Maipú.

Promesas de la Virgen del Carmen

A los que viven y mueren llevando el Santo Escapulario.

El Santo Escapulario es el gran don que María, omnipotente ante su Hijo Dios, toda corazón para con sus hijos, los hombres tesorera de todas las gracias, nos trajo del cielo, haciéndonos en él las más preciosas promesas que pudiéramos desear. Muy bien ha sido llamado el SACRAMENTO DE MARIA.

«La creencia general del mundo católico, dice el sabio jesuita P. Clarke, la promulgación de la Iglesia doncente, la aceptación de la iglesia discente, o sea, los fieles, nada falta de lo que puede probar el origen sobrenatural del Escapulario».

«Su misma nobleza de origen, decía el Papa León XIII, su venerada antigüedad, su extraordinaria propagación, así como los saludables efectos de piedad por él obtenidos, y los insignes milagros obrados por su virtud, lo recomiendan con el mayor encarecimiento». A él ha vinculado la Virgen dos maravillosas promesas:

Primera promesa

Es la gran promesa, el privilegio de preservación o exención del infierno para cuantos mueren revestidos con el Escapulario Carmelitano. Orando con fervor a la Virgen S. Simón Stock, General de la Orden Carmelitana, apareciósele circundada de ángeles la Stma. Virgen (15 de Julio de 1251) y entregándole, como prenda de su amor maternal y de ilimitado poder, el Santo Escapulario, prometióle que cuantos murieren revestidos de él no se condenarían. Las palabras de la Virgen fueron éstas: «El que muriere con el Escapulario no padecerá el fuego del infierno».

Segunda promesa

Estando orando el Papa Juan XXIII, se le apareció la Virgen, vestida del hábito carmelitano, y le prometió sacar el purgatorio del sábado después de la muerte al que muriese con el Escapulario. María dijo al Papa: «Yo Madre de misericordia, libraré del purgatorio y llevaré al cielo, el sábado después de la muerte, a cuantos hubieses vestido mi Escapulario».

Tal es el privilegio Sabatino, otorgado por la Reina del Purgatorio, a favor de sus cofrades carmelitas, el Papa Juan XXII y promulgado por éste en la Bula Sabatina (3 de Marzo de 1322) aprobada después por más de veinte Sumos Pontifices.

Por él, el Sábado siguiente a la muerte de los cofrades carmelitas, o como lo interpreta la iglesia, cuanto antes, pero especialmente el sábado, según declaración del Paulo V, la Virgen del Carmen, con cariño maternal, los libra de la cárcel expiatoria y los introduce en el Paraíso. El Papa Paulo V expidió el 20 de enero de 1613 el Sgte. Decreto:

«Permítase a los Padre Carmelitas predicar que el pueblo cristiano puede piadosamente creer que la Bienaventurada Virgen María con sus intececiones continuas, piadosas sufragios y méritos y especial protección, ayudara después de la muerte, principalmente el sábado, día a ella dedicado, a las almas de sus cofrades que llevaren el habito carmelitano».

Condiciones para ganar estos privilegios

Para merecer la primera Promesa de la perseverancia final, se requiere haber recibido el Escapulario de manos de sacerdote, llevarlo siempre puesto, especialmente en la hora de la muerte, e inscribir el nombre en el libro de la cofradía.

Para ganar la segunda Promesa, el privilegio Sabatino, sobre los tres requisitos anteriores, se exige guardar castidad, según el propio estado, rezar siete padrenuestros, 7 avemarías y 7 glorias.

Guardar abstinencia (si pueden hacerlo) los miércoles y los sábados; esta obligación puede un confesor conmunitarla por otros rezos.

Consagración a la Virgen del Carmen

El devoto de la Virgen del Carmen procurará cada día -cuando mejor pueda- hacer esta consagración a su Madre:

«¡ Oh, María, Reina y Madre del Carmelo! Vengo hoy a consagrarme a Ti, pues toda mi vida es como un pequeño tributo por tantas gracias y beneficios como he recibido de Dios a través de tus manos.

Y porque Tú miras con ojos de particular benevolencia a los que visten tu escapulario, te ruego que sostengas con tu fortaleza mi fragilidad, ilumines con tu sabiduría las tinieblas de mi mente y aumentes en mi la fe, la esperanza y la caridad, para que cada día pueda rendirle el tributo de mi humilde homenaje.

El santo escapulario atraiga sobre mí tus miradas misericordiosas, sea para mi prenda de tu particular protección en luchas de cada día y constantemente me recuerdes el deber de pensar en Ti y revestirme de tus virtudes.

De hoy en adelante me esforzaré por vivir en suave unión con tu espíritu, ofrecerlo todo a Jesús por tu medio y convertir mi vida en imagen de tu humildad, caridad, paciencia, mansedumbre y espíritu de oración.

¡Oh, Madre amabilísima! Sosténme con tu amor indefectible, a fin de que a mí, pecador indigno, me sea concedido un día cambiar tu escapulario por el eterno vestido nupcial y habitar contigo y con los santos del Carmelo en el reino de tu Hijo». Amén

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PROMESAS DE LA VIRGEN MARÍA A QUIENES RECEN EL ROSARIO

Rosario

QUINCE PROMESAS

1. Aquellos que recen con enorme fé el Rosario recibirán gracias especiales.

2. Prometo mi protección y las gracias mas grandes a aquellos que recen el Rosario.

3. El Rosario es una arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.

4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su dedeo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.

5. El alma que se encomiende a mi en el Rosario no perecerá.

6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.

7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.

8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.

9. Libraré del purgatorio a aquienes recen el Rosario devotamente.

10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.

11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.

12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.

13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mi al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.

14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesus Cristo.

15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

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SAN BENITO -11 JULIO

CIMG0189«Nada absolutamente antepongan a Cristo, el cual nos lleve a todos juntamente a la vida eterna»

Consignó en el capítulo 72 de su regla este gran santo. El Libro Segundo de los Diálogos, que san Gregorio Magno redactó unos cuarenta años después de la muerte de Benito, es el texto del que acostumbran a extraerse los datos de su vida. Pero este relato no es una biografía al uso; se limita a exponer hechos prodigiosos, que debieron narrar a san Gregorio «Magno» en el momento en que se hallaba redactando los Diálogos estos dos abades: Constantino sucesor de Benito en Montecassino, y Honorato, que presidía le comunidad de Subiaco. A san Gregorio le interesó destacar la santidad de este patriarca del monacato occidental, y no tanto el discurrir cronológico de los hechos.

Benito nació en Nursia, Italia, hacia el año 480 en el seno de una familia de patricios. En su juventud cursó en Roma derecho, retórica y filosofía. En esa época dio otro rumbo a su existencia radicalmente opuesto al que llevaba: se había contaminado, en cierto modo, de la vida licenciosa de otros jóvenes coetáneos. Su hermana Escolástica le precedió en su consagración. Él comenzó retirándose a Enfide (Affile en la actualidad) para iniciar una experiencia eremítica signada por la oración, estudio, ascesis y penitencia, que ya no abandonaría. Tras veinte años de soledad, eligió el monte Subiaco para seguir retirado del mundo. Durante tres años habitó en una cueva bajo la guía de Romano, un ermitaño que moraba en otra oquedad cercana; éste le impondría el hábito monástico.

La siguiente etapa le llevó a convivir con los monjes de Vicovaro, quienes le eligieron sustituto del prior fallecido. Al parecer, las exigencias de la regla impuesta por Benito no fueron de su agrado, y tomaron el áspero camino de la venganza. Se quisieron desembarazar de él mediante una pócima venenosa que echaron en su vaso, pero cuando estaba a punto de beberlo, éste se quebró en pedazos.

Benito quedó consternado. Retornó a Subiaco con la idea de fundar nuevos monasterios y dio inicio al primero de ellos con el grupo de jóvenes que se congregó en torno a él. A éste le siguieron otros difuminados por la región. Al saberse objeto de envidia de monjes vecinos, abandonó el lugar para establecerse en Montecassino. Allí erigió otra abadía el año 529, y redactó hacia el 540 su conocida Regula monasteriorum (regla de los monasterios), fruto de su acrisolada experiencia monástica, punto de referencia ineludible para la vida monacal que la ha tenido como norma durante más de 1500 años. Su unánime aceptación ha sido la artífice del título otorgado a Benito como «patriarca del monacato occidental». El hecho de estar fundamentada en las Sagradas Escrituras y en la tradición de la Iglesia ha contribuido a que mantenga su frescura inicial. En ella no se atisba la inducción a extremadas penitencias, sino la exhortación a una vida cimentada en los pilares de la consagración: humildad, obediencia y abnegación. Al tiempo, realza la hospitalidad característica del monacato y subraya el valor incalculable del estudio. El objetivo primordial: la santidad de vida guiada por el «ora et labora». El santo abad quería conducir a todos «a Dios por el trabajo de la obediencia, de la que habían salido por la pereza de la desobediencia». La vivencia de la caridad, y la pobreza, siempre con un espíritu de fraternal y gozoso servicio por amor a Dios, ejercido en silencio, irían moldeando el discurrir de todos.

Benito fue agraciado con dones diversos, entre otros, el de milagros y el de profecía; era un dechado de virtudes. En su regla se aprecian muchas de ellas a través del perfil que trazó sobre la figura del abad, destacando el rigor que debe caracterizarle y la responsabilidad que encarna. En el primer capítulo de la misma hizo notar: «El abad debe acordarse siempre de lo que es, debe recordar el nombre que lleva, y saber que a quien más se le confía, más se le exige. Y sepa qué difícil y ardua es la tarea que toma: regir almas y servir los temperamentos de muchos, pues con unos debe emplear halagos, reprensiones con otros, y con otros consejos. Deberá conformarse y adaptarse a todos según su condición e inteligencia, de modo que no sólo no padezca detrimento la grey que le ha sido confiada, sino que él pueda alegrarse con el crecimiento del buen rebaño». Personalmente contribuyó sin descanso a ese incremento de vocaciones al que aludía. Desde Montecassino impulsó la creación de nuevos monasterios, auténticos bastiones de fe y cultura en los que se formaron incontables monjes dando lance en esos momentos a una época caracterizada por una profunda crisis espiritual.

Su hermana santa Escolástica, que compartió con él similar vocación al monacato, moraba con su comunidad en las estribaciones de Montecassino. Acostumbrados a compartir sus altos ideales, ambos se veían semanalmente de forma puntual. Al final del día, Benito regresaba al monasterio con los monjes que le acompañaban. Pero en una ocasión, Escolástica le rogó que se quedase hasta el día siguiente. El cumplimiento de la petición no entraba en los planes de Benito, riguroso observante de su regla. Se propuso partir desoyendo el ruego de su hermana, cuando una súbita tempestad le obligó a permanecer junto a ella. Viéndose sorprendido por esta contingencia meteorológica, que apareció de improviso, reconvino a Escolástica haciéndole «culpable» de la misma. Ella, paciente y animosa, replicó con ternura que al ver rechazada su petición, elevó sus ruegos a Dios y Él la escuchó. Poco tiempo después, su alma volaba al cielo, y su hermano, en un éxtasis, contemplaba su ingreso en la gloria eterna. Benito no tardó mucho en seguirla. Vaticinó su muerte que se produjo el 21 de marzo de 547, pocos días después de la de su santa hermana. Fue canonizado por Honorio III en 1220. Pablo VI lo proclamó Patrón de Europa en 1964 con la carta apostólica «Pacis nuntius».

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FESTIVIDAD DE SAN BENITO – 11 de Julio

San BenitoDesde hace siglos, muchos cristianos han usado la medalla del famoso exorcista San Benito en la lucha espiritual contra las fuerzas del mal.

Aquí 7 cosas que se debe saber sobre este especial objeto que posee mucha tradición e historia.

1. El origen de la Medalla es incierto

En el siglo XVII, durante un juicio de brujería en Alemania, unas mujeres acusadas testificaron que no tenían poder sobre la Abadía de Metten porque estaba bajo la protección de la cruz.

Cuando se investigó, se hallaron en las paredes del recinto varias cruces pintadas rodeadas por las letras que se encuentran ahora en las medallas. Más adelante se encontró un pergamino con la imagen de San Benito y las palabras completas de las letras.

2. Con la medalla se puede obtener una indulgencia plenaria

La Medalla, como se le conoce ahora, es la del jubileo que se emitió en 1880 por el décimo cuarto centenario del nacimiento del Santo y lanzada exclusivamente por el Superior Abad de Monte Cassino.

Con ella se puede obtener la indulgencia plenaria en la Fiesta de San Benito (11 de julio), siguiendo las condiciones habituales que manda la Iglesia (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice).

3. Cuando San Benito hacía la señal de la cruz obtenía protección divina

Cierta vez quisieron envenenar a San Benito (480-547). El Santo, como era su costumbre, hizo el signo de la cruz sobre el vaso y el objeto se rompió en pedazos.

En otra ocasión un pájaro negro empezó a volar a su alrededor, San Benito hizo la señal de la cruz y tuvo entonces una tentación carnal en la imaginación. Cuando estaba casi vencido, ayudado por la gracia, se quitó las vestiduras y se arrojó a un matorral de espinas y zarzas, lastimando su cuerpo. Después de ello nunca volvió a verse turbado de aquella forma.

4. La medalla tiene gran poder de exorcismo

La Medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con un gran poder de exorcismo. Los sacramentales son “signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia».

«Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida» (Catecismo 1667).

5. La Medalla tiene en el frente la imagen de San Benito con una cruz en la mano derecha y el libro de las Reglas de sus religiosos en la otra mano

A ambos lados del Santo dice: “Crux Sancti Patris Benedicti” (Cruz del Santo Padre Benito). Se puede ver también una copa de la cual sale una víbora y un cuervo. De manera circular aparece la oración: “Eius in óbitu nostro preséntia muniamur” (A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia). En la parte inferior central se lee: “Ex. S. M. Cassino MDCCCLXXX” (Del Santo Monte Cassino 1880).

6. En el reverso está la cruz de San Benito con diversas siglas

C.S.P.B. «Cruz del Santo Padre Benito».
C.S.S.M.L. «La santa Cruz sea mi luz» (crucero vertical de la cruz).
N.D.S.M.D. «que el dragón infernal no sea mi guía» (crucero horizontal).

En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:

PAX «Paz».
V.R.S. «Vade Retro Satanás».
N.S.M.V. «No me aconsejes cosas vanas».
S.M.Q.L. «Es malo lo que me ofreces»
I.V.B. «Traga tú mismo tu veneno».

7. La medalla debe ser bendecida por un sacerdote con una oración especial

Exorcismo de la medalla:

-Nuestra ayuda nos viene del Señor
-Que hizo el cielo y la tierra.
Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.
Que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del adversario, todo el poder del diablo, todos los ataques e ilusiones de satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo.
En el nombre del Padre Omnipotente y de su Hijo, nuestro Señor, y del Espíritu Santo Paráclito, y por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.

Bendición
-Señor, escucha mi oración
-Y llegue a tí mi clamor
Oremos:
Dios omnipotente, dador de todos los bienes, te suplicamos humildemente que por la intercesión de nuestro Padre San Benito, infundas tu bendición sobre esta sagrada medalla, a fin de que quien la lleve, dedicándose a las buenas obras, merezca conseguir la salud del alma y del cuerpo, la gracia de la santificación, y todas la indulgencias que se nos otorgan, y que por la ayuda de tu misericordia se esfuerce en evitar la acechanzas y engaños del diablo, y merezca aparecer santo y limpio en tu presencia.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.       Amén.

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XXV DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO – 10 de Junio

ANDA, HAZ TÚ LO MISMO 

( SAN LUCAS 10, 25-37)

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO

En aquel tiempo, se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

Él le dijo: ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?

Él letrado contestó: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo.

Él le dijo: Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida.

Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

Jesús dijo: Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: «Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta.» ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?

Él contestó:El que practicó la misericordia con él.

Díjole Jesús: Anda, haz tú lo mismo.

Palabra del Señor

EN LA CALLE… ESTÁN LAS HERIDAS

Por Javier Leoz

1.- Para encontrar al Dios vivo es necesario besar con ternura las llagas de Jesús en nuestros hermanos hambrientos, pobres, enfermos y encarcelados: es cuanto dijo el Papa Francisco en su homilía al celebrar la Santa Misa en la capilla de la Casa de Santa Marta, comentando el Evangelio propuesto por la liturgia del día en la fiesta de Santo Tomás Apóstol.

Y, esta reflexión del Papa (con certeras palabras) es válida perfectamente para la liturgia de este día. No hay que ir muy lejos, si abrimos los ojos, para encontrarnos con el rostro dolorido de Cristo. Es en las llagas de la humanidad que nos rodea donde podemos encontrar a Jesús. Quedarnos sólo en la meditación, además de peligroso, es incoherente en la vida cristiana: orar y trabajar, meditar y ayudar, escuchar y hablar han de ser los parámetros de nuestra identidad y adhesión a Jesús. Es en el cuerpo a cuerpo donde podemos ver, si es verdad, que somos cristianos auténticos o de palabra, de nombre o de práctica, por convencimiento o por tradición.

Para tocar al Dios vivo (también lo dijo el Papa Francisco) “no hace falta hacer un cursillo de actualización” sino socorrer al Dios vivo. Y, para ello, es necesario salir a la calle y tener el valor de ofrecer nuestra forma de pensar en cristiano, nuestra óptica sobre la vida, el amor, la familia y, por supuesto, la caridad. La caridad que es más que solidaridad.

2.- Prójimo es aquel que me exige salir de mí mismo para medir si, en verdad, la fe es operativa y práctica o se quedó en simple teoría

Prójimo es, tal vez, el que menos entra dentro de mis esquemas. Aquel que queda lejos de mis dominios y distante de los caminos por los que yo avanzo

Prójimo es quien constantemente me pregunta, con aquellas interpelaciones de San Ignacio, “qué he hecho por Cristo, qué hago por Cristo y qué debo hacer por Cristo”

Prójimo es quien me ayuda a pasar de una fe de conocimiento a una fe practicada y volcada en los demás

Prójimo es quien me invita a no instalarme en una piedad fría y bajar al sufrimiento del hombre

Prójimo es aquel que, sin darse cuenta, es acorralado por la sociedad opulenta robándole la riqueza interior

Prójimo es aquel que es vapuleado por la materialidad de las cosas y, una vez utilizado, es arrinconado en el olvido

Prójimo es aquel que inconscientemente se deja atacar en su dignidad antes que llevar o posicionarse en contra de las ideologías dominantes

Prójimo es aquel que ha sido arrastrado por las corrientes de lo inmediato, de lo pragmático y luego ha quedado sin respuestas tirado en el suelo

Prójimo es aquel que espera un detalle por nuestra parte y no sólo teorías o lecciones magistrales

Prójimo es aquel que nos corta el camino que habíamos emprendido para hacernos entender que a Dios se le gana con la misericordia y no con la razón

Prójimo es aquel que necesita de nuestro compromiso y de nuestra palabra, de nuestro consejo y de nuestra presencia. Lo contrario y lo más fácil, a veces, es dar un rodeo a las personas y a los acontecimientos, a los problemas y a las cruces que salen a nuestro encuentro: “ojos que no ven… corazón que no siente”

Prójimo es aquel que creyendo vivir en la verdad ha sido asaltado por los delincuentes de la mentira y de la farsa.

Prójimo es aquel que no puede o no sabe sostenerse por sí mismo; el zarandeado por el ladrón poderoso don dinero o el humillado por los usurpadores de conciencias y de las grandes verdades

Prójimo es aquel que, de la noche a la mañana, ha sido arrojado en el abismo de la incredulidad o de la desesperanza, de la tristeza o del desencanto por la vida

Prójimo es aquel que ha sido despojado de lo que era resorte y apoyo en su existencia por aquellos que cabalgan en el caballo del poder y del “todo vale” para que la sociedad se quede sin moral ni ética alguna

Prójimos son, en definitiva, las personas que salen a nuestro paso en mil circunstancias y con mil nombres y apellidos.

3.- Si Jesús, el Buen Samaritano de primera división por excelencia, salió al borde del camino para recogernos a los que estábamos perdidos. Si cargó con nosotros y pagó con la moneda de su propia sangre por nosotros… ¿no debiéramos de interpelarnos si en nuestro cristianismo no nos atrincheramos en la doctrina olvidando su trasfondo?

4.- En este Año de la Misericordia, además de profesar las grandes verdades de nuestro catecismo nos viene a nuestro encuentro un interrogante: ¿hacemos algo por nuestro prójimo o, tal vez, nos hemos cansado de ayudar al ver tantas llagas abiertas en medio de nuestro mundo?

 JESÚS BUEN SAMARITANO

Jesús es el Buen Samaritano

El hombre es el asaltado

al borde del camino de su felicidad

Los ladrones son la tentación de cada día,

el maligno y su afán destructor de

nuestra humanidad y bondad

La posada es la Iglesia donde

Dios (posadero) cura a todo el que se acerca

La cabalgadura es la cruz de Jesús

donde lleva, sobre sus hombros,

a toda la humanidad herida

El precio es su propia sangre

Publicado en Liturgia, Reflexiones, Testimonios | Etiquetado | Comentarios desactivados en XXV DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO – 10 de Junio

SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO – 29 Junio

San Pedro y San Pablo de Peter Paul Rubens / Twitter Museo del PradoSimón, hijo de Jonás y hermano de Andrés, fue el primero entre los discípulos que confesó a Cristo como Hijo de Dios vivo, y por ello fue llámado Pedro. Pablo, apóstol de los gentiles, predicó a Cristo crucificado a judíos y griegos.

Los dos, con la fuerza de la fe y el amor a Jesucristo, anunciaron el Evangelio en la ciudad de Roma, donde, en tiempo del emperador Nerón, ambos sufrieron el martirio: Pedro, como narra la tradición, crucificado cabeza abajo y sepultado en el Vaticano, cerca de la vía Triunfal, y Pablo, degollado y enterrado en la vía Ostiense.

En este día, su triunfo es celebrado por todo el mundo con honor y veneración.

Claves para comprender el por qué se celebran juntos.

las verdaderas razones de por qué la fiesta de ambos apóstoles se celebra el mismo día.

Aquí 7 claves que permiten acercarse a la respuesta:

1. San Agustín de Hipona expresó que eran “uno solo”

En un sermón del año 395, el Doctor de la Iglesia, San Agustín de Hipona, expresó que San Pedro y San Pablo “eran en realidad una sola cosa aunque fueran martirizados en días diversos; primero lo fue Pedro, luego Pablo. Celebramos la fiesta del día de hoy, sagrado para nosotros por la sangre de los apóstoles. Procuremos imitar su fe, su vida, sus trabajos, sus sufrimientos, su testimonio y su doctrina”.

2. Ambos padecieron en Roma

Fueron detenidos en la prisión Mamertina, también llamada el Tullianum, ubicada en el foro romano en la Antigua Roma. Además, fueron martirizados en esa misma ciudad, posiblemente por orden del emperador Nerón.

San Pedro pasó sus últimos años en Roma liderando a la Iglesia durante la persecución y hasta su martirio en el año 64. Fue crucificado cabeza abajo a petición propia, por no considerarse digno de morir como su Señor. Fue enterrado en la colina del Vaticano y la Basílica de San Pedro está construida sobre su tumba.

San Pablo fue encarcelado y llevado a Roma, donde fue decapitado en el año 67. Está enterrado en Roma, en la Basílica de San Pablo de Extramuros.

3. Son fundadores de la Iglesia de Roma

En la homilía del 2012 por la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Papa Benedicto aseguró que en Roma “su vinculación como hermanos en la fe ha adquirido un significado particular. En efecto, la comunidad cristiana de esta ciudad los consideró una especie de contrapunto de los míticos Rómulo y Remo, la pareja de hermanos a los que se hace remontar la fundación de Roma”.

4. Son patronos de Roma y representantes del Evangelio

En la misma homilía, el Santo Padre llamó a estos dos apóstoles “patronos principales de la Iglesia de Roma”.

“La tradición cristiana siempre ha considerado inseparables a San Pedro y a San Pablo: juntos, en efecto, representan todo el Evangelio de Cristo”, detalló.

5. Son la versión contraria de Caín y Abel

El Santo Padre también presentó un paralelismo opuesto con la hermandad presentada en el Antiguo Testamento entre Caín y Abel.

“Mientras que la primera pareja bíblica de hermanos nos muestra el efecto del pecado, por el cual Caín mata a Abel, Pedro y Pablo, aunque humanamente muy diferentes el uno del otro, y a pesar de que no faltaron conflictos en su relación, han constituido un modo nuevo de ser hermanos, vivido según el Evangelio, un modo auténtico hecho posible por la gracia del Evangelio de Cristo que actuaba en ellos”, relató el Santo Padre Benedicto XVI.

6. Porque Pedro es la “roca”

Esta celebración recuerda que San Pedro fue elegido por Cristo: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, quien con humildad aceptó la misión de ser “la roca” de la Iglesia y apacentar el rebaño de Dios a pesar de sus debilidades humanas.

Los Hechos de los Apóstoles ilustran su papel como cabeza de la Iglesia después de la Resurrección y Ascensión de Cristo. Pedro dirigió a los Apóstoles como el primer Papa y aseguró que los discípulos mantuvieran la verdadera fe.

Como explicó en su homilía el Sumo Pontífice Benedicto XVI, “en el pasaje del Evangelio de San Mateo (…), Pedro hace la propia confesión de fe a Jesús reconociéndolo como Mesías e Hijo de Dios; la hace también en nombre de los otros apóstoles. Como respuesta, el Señor le revela la misión que desea confiarle, la de ser la ‘piedra’, la ‘roca’, el fundamento visible sobre el que está construido todo el edificio espiritual de la Iglesia”.

7. San Pablo también es columna del edificio espiritual de la Iglesia

San Pablo fue el apóstol de los gentiles. Antes de su conversión era llamado Saúl, pero después de su encuentro con Cristo y conversión, continuó hacia Damasco donde fue bautizado y recobró la vista. Tomó el nombre de Pablo y pasó el resto de su vida predicando el Evangelio sin descanso a las naciones del mundo mediterráneo.

“La tradición iconográfica representa a San Pablo con la espada, y sabemos que ésta significa el instrumento con el que fue asesinado. Pero, leyendo los escritos del apóstol de los gentiles, descubrimos que la imagen de la espada se refiere a su misión de evangelizador. Él, por ejemplo, sintiendo cercana la muerte, escribe a Timoteo: «He luchado el noble combate» (2 Tm 4,7). No es ciertamente la batalla de un caudillo, sino la de quien anuncia la Palabra de Dios, fiel a Cristo y a su Iglesia, por quien se ha entregado totalmente. Y por eso el Señor le ha dado la corona de la gloria y lo ha puesto, al igual que a Pedro, como columna del edificio espiritual de la Iglesia”, expresó Benedicto XVI en su homilía.

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