XXIX DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO -Ciclo A- 22 de Octubre

« DAD AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR

Y A DIOS LO QUE ES DE DIOS»

(Mateo 22, 15-21)

SANTO EVANGELIO:

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron algunos discípulos suyos, con unos herodianos, y le dijeron:

«Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad, sin que te importe nadie, porque no te fijas en apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es licito pagar impuesto al César o no?».

 Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto».

Le presentaron un denario. Él les preguntó: «¿De quién son esta imagen y esta inscripción?».

Le respondieron: «Del César».

Entonces les replicó: «Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».

Palabra del Señor  

“DEBERES SOCIALES Y RELIGIOSOS”

Cristo no separa la religión de la política. El ser ciudadano comporta unos deberes para con el Estado y con el prójimo, y para nosotros, los cristianos, esos deberes sociales y políticos son también deberes religiosos. El no pagar los impuestos justos, o pedir que nos paguen nuestro trabajo en metálico, sin <IVA>, o no pagar un salario justo a los obreros que trabajan en mi empresa, o ser corruptos, o hacer cualquier cosa que quebrante un mandato social o político legítimo, etc., es quebrantar un mandamiento religioso. Un buen cristiano es siempre un buen ciudadano. Unamos, pues, nosotros nuestros deberes sociales y políticos con nuestros deberes religiosos, pues los dos deben ir siempre juntos. El cristiano, llegado el caso, puede hacer «objeción de conciencia», cuando una ley dictada por el poder atente contra los principios básicos de la fe o de la dignidad humana. Sería una desobediencia civil.

Citas para reflexionar:

  • «Que los artistas puedan ilustrar la belleza de la fe y proclamar la grandeza de la creación de Dios y su amor sin límites por todos.” Papa Francisco
  • «La  apostasía de la fe de nuestro tiempo nos asusta profundamente y con razón» Cardenal Burke
  • « En el cielo me uniré a los que me esperan y, desde allí, pediremos y lograremos el triunfo de la fe en España » Beato José Mª Poyatos Ruiz, joven mártir

Efemérides y noticias:

  • El Santo Padre exhorta a orar en octubre “por el mundo del trabajo, para que a todos les sean asegurados el respeto y la protección de sus derechos y se dé a los desempleados la oportunidad de contribuir a la construcción del bien común”.
  • El Papa habló en la audiencia general del miércoles  sobre el “contraste que existe entre la esperanza cristiana y la realidad de la muerte”. Jesús pide que “no se tenga miedo ante ella, sino que se confíe en su palabra y se mantenga viva la llama de la fe”
  • El Papa  oró por las víctimas del ataque del día 14 en Mogadiscio, Somalia, en el que murieron unas de 350 personas, por la explosión de dos bombas.
  • Este domingo 22 de octubre se celebra la Jornada Mundial de las Misiones, el DOMUND, con el lema “Sé valiente, la misión te espera“.  El DOMUND es una Jornada universal que se celebra cada año en todo el mundo, el penúltimo domingo de octubre, para apoyar a los misioneros en su labor evangelizadora, desarrollada entre los más pobres.
  • El obispo Don Julián aprueba el decreto por el que se declara la celebración de un «Año pastoral diocesano vocacional.
  • La Escuela Diocesana «Beato Antero Mateo» inicia su quinto curso con la prioridad en la formación litúrgica de los laicos que atienden las celebraciones de la Palabra.
  • La Catedral recupera su vitalidad colorista con la restauración de la portada Virgen del Dado.

LA COMPASIÓN

Compadecerse es una forma de compartir y participar de los tropiezos materiales, personales y espirituales que aquejan a los demás, con el interés y la decisión de emprender acciones que les faciliten y ayuden a superar las condiciones adversas. Debe quedar claro que tener compasión y sentir lástima no es lo mismo. Con la compasión se reafirman y perfeccionan otros valores como la generosidad y el servicio por poner a disposición de los demás tiempo y recursos personales; la sencillez porque no se hace distinción entre las personas por su condición; la solidaridad por tomar en sus manos los problemas ajenos haciéndolos propios; la comprensión porque al ponerse en el lugar de otros, descubrimos el valor de la ayuda desinteresada. La compasión es procurar el bien de nuestros semejantes, por lo que evita criticar y juzgar las faltas y errores ajenos.  Debemos comprender que muchas veces las circunstancias, la falta de formación o de experiencia hacen que las personas actúen equivocadamente.

SE VALIENTE LA MISIÓN TE ESPERA -Carta Pastoral-

Queridos diocesanos:

De nuevo, apenas comenzado un nuevo curso pastoral, en el penúltimo domingo de octubre, nos encontramos ante la Jornada Mundial de las Misiones, el DOMUND con su llamada e invitación a recordar y actualizar el compromiso de anunciar el Evangelio que nos atañe a todos los cristianos. Su objetivo es claro: dar a conocer la actividad misionera de la Iglesia y la participación que nos incumbe a cada uno en la misión confiada por el Señor antes de subir a los cielos: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio…” Este mandato comprende tanto el anuncio o predicación específica de la persona de Jesucristo y de su mensaje universal de salvación como las acciones que lleve consigo su realización, es decir, la evangelización propiamente dicha, sin olvidar lo que pueda ser liberación y promoción humana, realizadas en función del mandato misionero. No obstante, cuando se habla del DOMUND, el acento está puesto en el primer aspecto como parte substantiva de lo que hemos de entender como ministerio o servicio de la Palabra de Dios y del Evangelio para suscitar y alimentar la fe.  La Jornada de este año, con su lema alusivo a la valentía para afrontar la tarea misional que no puede demorarse y menos aún ser descuidada u olvidada, entraña un cierto reto o desafío para los cristianos de hoy, sujetos como la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro tiempo a la tentación la pseudocultura de lo intrascendente y de la frivolidad,  dando culto a lo material sin importar demasiado los valores del espíritu, salvo cuando se producen acontecimientos o desgracias que sacuden las conciencias o están en juego determinados valores que cotizan en el mundo de la política, por ejemplo. Frente a esa atonía contemporizadora y evasiva, la valentía significa para el cristiano sentido de la responsabilidad, compromiso con la fe y audacia para ir contracorriente, si es preciso, superando la tentación de la comodidad y de la indiferencia. La valentía para vivir la fe sin complejos y con alegría, comportándose siempre como creyentes, es un auténtico reto para los cristianos de hoy, propensos a mirar para otro lado, a callar siempre y no por respeto o elegancia sino para no destacar ni llamar la atención. Porque una cosa es la prudencia y la consideración hacia los demás y otra muy distinta la cobardía y el disimulo, sobre todo cuando se ha de dar testimonio.  Hoy tenemos un gran referente de estos valores en la persona y actitud del papa Francisco, admirado en todas partes y no solo por los católicos. En nuestra Diócesis estamos comenzando todavía el anunciado “Año pastoral diocesano vocacional”. No me atrevo a asegurarlo, pero creo que la escasez de vocaciones al ministerio sacerdotal y diaconado, a la vida consagrada y a la militancia seglar, tiene una importante causa en nuestra falta de valentía.  La misión de anunciar el Evangelio como de hacer apostolado y de dar testimonio requiere una buena dosis de confianza en el Señor y de obediencia a su palabra. El evangelizador, en todas las épocas de la historia de la Iglesia, ha tenido que hacer siempre como el apóstol Pedro: soltar amarras, bogar mar adentro y echar la red confiando no en sí mismo sino en la palabra de Jesucristo.                                                                                                                                                                 + Julián, Obispo de León

ORACIÓN MISIONERA: COMO UNO DE TUS APÓSTOLES

COMO UNO DE TUS APÓSTOLES, SEÑOR

Daré algo de mi vida por Ti.

Daré a conocer tu nombre, Señor.

COMO UNO DE TUS APOSTOLES, SEÑOR

Seré misionero de tu divina persona.

Seré misionero de tu Padre.

Seré misionero del Espíritu Santo.

COMO UNO DE TUS APOSTOLES, SEÑOR

Seré más humilde para verte.

Seré más creyente para amarte.

Seré más orante para conocerte.    

 AMÉN

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