XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO -Ciclo A- 25 de Junio

“DIOS ME CONOCE, CONOCE DE MI CADA CABELLO”

«NO TENGÁIS MIEDO A LOS QUE MATAN EL CUERPO»

(Mateo 10, 26-33)

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No tengáis miedo a los hombres, porque nada hay encubierto, que no llegue a descubrirse; ni nada hay escondido, que no llegue a saberse.

Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído pregonadlo desde la azotea.

No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la “gehenna”. ¿No se venden un par de gorriones por unos céntimos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; valéis más vosotros que muchos gorriones. A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos».

Palabra del Señor  

“LAS COSAS CLARAS Y EL CHOCOLATE ESPESO”

Dios nos ha dado la vida y la fe como dones. Y, en justa reciprocidad, le hemos de ofrecer nuestra colaboración para ir perfeccionando su creación. ¿Por qué tanto temor a plantear, desde nuestras convicciones cristianas, aquello que puede acarrear incomprensiones, deserciones, críticas o persecuciones? La vida cristiana no es ir contracorriente en todo, pero tampoco comulgar con ruedas de molino en todo. En muchas ocasiones, puede más en nosotros la apariencia, la buena imagen, el qué dirán, etc., que la audacia para mostrar y proponer, sin tapujos y nítidamente, aquellos valores que consideramos irrenunciables desde la fe y hasta convenientes para el conjunto de la sociedad. La Nueva Evangelización, y no nos escandalicemos, pasa por empezar desde cero a fraguar la vida de muchos cristianos que viven como si no lo fueran. A formar familias desde el Evangelio. A ocupar puestos de responsabilidad en la sociedad civil sin renunciar ni menospreciar los valores del cristianismo. Sólo entonces, cuando seamos templados, cuando lleguemos a ese grado de madurez, es cuando veremos y comprobaremos que el Señor va por delante. Porque Jesús, si viniera de nuevo, recogería aquel viejo proverbio: “las cosas claras y el chocolate espeso”. Aunque sienten mal las primeras o, el chocolate, a más de uno se le atragante.

Citas para reflexionar:

  • » Si no es para siempre mejor que no te cases» Papa Francisco
  • «Cuando percibas los aplausos del triunfo, que suenen también en tus oídos las risas que provocaste con tus fracasos» San Josemaría Escrivá
  • «Temamos para no temer, esto es, temamos prudentemente, para no temer infructuosamente. Los santos mártires… temiendo no temieron: temiendo a Dios, desdeñaron a los hombres» San Agustín
  • «Nada nos asemeja tanto a Dios como estar siempre dispuestos a perdonar» San Juan Crisóstomo

Efemérides y noticias:

  • Se hizo patente la sintonía entre el Papa Francisco y Ángela Merkel durante su sexto encuentro, el sábado 17, coincidieron en la necesidad de proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo de África, así como defender un mundo multilateral, sin muros.
  • El Papa viajó a Bozzolo y Barbiana cerca de Florencia para rendir homenaje a los sacerdotes Lorenzo Milani y Primo Mazzolari, por su gran labor.
  • El Papa recibió en el Vaticano a los jugadores de la National Football League: “Los jóvenes necesitan modelos” e instó a llevar los valores deportivos fuera del campo de juego, en el ámbito de la comunidad.
  • Los reyes de los Paises Bajos fueron recibidos en audiencia por su Santidad.
  • Se cumplen ocho siglos (1217-2017) de la presencia franciscana en Tierra Santa, cuya misión es  la preservación de los Santos Lugares.
  • El nuevo PSOE quiere legalizar la eutanasia. Pedro Sánchez retoma el tono beligerante en temas éticos  y religiosos de la etapa Zapatero. Quiere que se enseñe ciudadanía y no religión.
  • Uno de cada diez euros de ayuda a los cristianos perseguidos sale de España.
  • Este sábado tomó posesión como obispo de Plasencia el sacerdote don José Luis Retama.

ORACIÓN: DÁME TU VALENTÍA, SEÑOR,

Así, cuando tenga que decir  un “sí”

no lo cambie cobardemente  por el “no”

o por el miedo al qué dirán.  ¡Sí;  Señor!

Infúndeme esa valentía que sólo tu Palabra  transmite:

La que nos hace combativos  en la lucha

La que nos levanta el  aparente fracaso

La que es coraza frente al  enemigo

La que es arma y escudo  frente al adversario

Para que nunca, en el  combate,

me sienta sólo ni  desamparado

Para que, ante las burlas,

recuerde que, Tú, también  fuiste ridiculizado

Para que, ante las  incomprensiones,

no olvide que, Tú, también  fuiste rechazado.

¡Sí;  Señor! ¡Dame entereza en la lucha!

Para que nunca diga ¡basta!

Para que huya del derrotismo  que todo lo asola

Para que avance y nunca  retroceda

Para que ofrezca al  Evangelio mi voz

que anuncie y  denuncie lo que en el mundo tantas  veces se olvida:

Tú, tu amor, tu justicia, tu  paz, tu Reino, tu voluntad y tu  ternura.

AMÉN.

BIOGRAFÍA. SAN GUILLERMO DE VERCELLI  -25 de Junio

Nació en Vercelli, Italia, en 1085. Procedía de una familia piamontesa de noble ascendencia. No pudo gozar de sus padres porque le dejaron huérfano tempranamente; entonces se hicieron cargo de él unos familiares. La vida austera con su sacrificio le llamaba invitándole a emprender esa vía cuánto antes. Tanto le urgía que, siendo un adolescente, con un rasgo de madurez inusual a esa edad, renunció a la herencia que le correspondía y se dispuso a peregrinar a Compostela; como tantos romeros quería postrarse ante la tumba del apóstol Santiago. Llegar a España en esa época era toda una hazaña, como él constató. Sin embargo, debieron parecerle una minucia las dificultades ya que, a las inclemencias meteorológicas y penalidades del camino, añadió un instrumento de penitencia que ciñó a su cuello para mortificarse: dos aros de hierro forjados por un hábil herrero con un resorte que le permitía desprenderse de ellos cuando lo deseaba.

Más de un lustro tardó en llegar a su destino. Un periodo que le permitió profundizar en el amor de Dios manteniendo su presencia constante en su mente, y compartir las delicias de la unión con Él con las numerosas personas que halló al paso. Progresaba en su vida ascética y con ella iba incrementándose su devoción y piedad, una simbiosis coronada por la oración que tenía su expresión en el más completo abandono. Los pies desnudos, pan y agua por todo alimento, o, como mucho, alguna verdura aliñada exclusivamente con vinagre, y el mínimo descanso efectuado al aire libre; esto era todo lo que se permitía. Y fue fortaleciéndose, viendo cómo se acrecentaba vertiginosamente el anhelo de darse a sí mismo por amor a Dios.

Tras un periodo de tiempo impreciso de permanencia en España, regresó a Italia. Entonces se propuso emprender nueva peregrinación para llegar a Tierra Santa. De camino recorrió diversos lugares de Italia. Solía detenerse en los templos de las ciudades compartiendo la devoción de los habitantes por los santos venerados en ellos. En Taranto sufrió un grave percance; fue atacado por unos ladrones. El hecho, que juzgó providencial, le hizo comprender que tal vez su destino era otro. Mientras se reponía del asalto tuvo ocasión de dilucidarlo. Acudió a san Juan de Matera, que había fundado en Taranto una congregación regida por la regla benedictina, y le hizo partícipe de su inquietud. Juan convino con él en la pertinencia de ese episodio que parecía esconder un signo de la voluntad divina. En unos días Guillermo determinó renunciar al viaje y permanecer en Italia. La decisión fue corroborada con una visión en la que se le hizo ver que sería artífice de una nueva congregación dedicada a la Virgen. Despejada toda duda, buscó el lugar más conveniente para dedicarse a la meditación adoptando el espíritu del yermo.

Después de haber convivido junto a san Juan de Matera, cruzó Basilicata y llegó a Irpinia. Atrás dejaba una bien ganada fama que le persiguió por algún que otro prodigio realizado en Monteserico y en el Sasso Barisano, cerca de Matera. Huía de aclamaciones populares; sería uno de los signos que iban a acompañarle. Donde llegaba, con su virtud atraía a las multitudes. Eso le sucedió en el monte Partenio, aunque lo eligió buscando la soledad, refugiándose en una de sus cimas a efecto de recluirse en oración y penitencia. Los años de permanencia en el lugar no le permitieron lograr plenamente su propósito. Era una época floreciente para la vida eremítica, y no tardaron en unirse a él nuevos aspirantes que integraron la primera comunidad. A ésta se debe la construcción de la iglesia dedicada a la Virgen, cuyas obras culminaron en 1124; a partir de entonces, el monte comenzó a denominase Montevergine.

Este hombre austero, célebre también por su forma de comparecer en público –chocante para una mayoría– aherrojado con cadenas y grilletes como un presidiario, tenía como modelo a Cristo Redentor; pensaba en los atroces suplicios que padeció por el género humano. Como no le asustaban las penitencias del grado que fueran, la regla que dio a sus discípulos para que la siguieran en su día a día, impregnada por este sentimiento, y fundamentada en la de san Benito, no contentó a todos. Y eso que había proporcionado a los suyos pautas claras, sencillas, inspiradas en el evangelio, como las siguientes: «Soy del parecer, hermanos, que trabajando con nuestras manos nos ganemos la comida y el vestido para nosotros y para los pobres. Pero ello no debe ocupar todo el día, ya que debemos encontrar tiempo suficiente para dedicarlo al cuidado de la oración con la que granjeamos nuestra salvación y la de nuestros hermanos».

Guillermo perseguía el sosiego requerido para dialogar con Dios. Cuatro años más tarde abandonó Partenio y se dirigió a Goleto. Allí creó un monasterio para mujeres, atendidas espiritualmente por varones. Fue otra estación de paso. A partir de ahí, emprendió una constante peregrinación por Irpinia, Sannio, Lucania, Apulia, donde, junto a Juan de Matera, fundó Monte Laceno, y Sicilia. En todos los lugares quedaba marcada la huella de sus muchas virtudes. Los monasterios que erigía tenían la misma regla. Una vez que estaban en marcha los dejaba bajo custodia de un prior, y se encaminaba a realizar nueva fundación; ese fue siempre su criterio.

El rey normando Rogelio II de Nápoles, que logró unificar Sicilia, Calabria y Apulia, le tuvo en gran estima; lo nombró consejero. En todo momento gozó de su protección y generosa ayuda para sus fundaciones, y Guillermo se hizo cargo de otras que el monarca puso bajo su amparo. Murió con fama de santidad en Goleto el 25 de junio de 1142. Su culto fue aprobado por la Santa Sede en 1728 y lo difundió a la Iglesia en 1785. En 1807 sus restos fueron trasladados a Montevergine. Pío XII lo declaró patrono de Irpinia en 1942.

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