LA ENCÍCLICA “LAUDATO SI’

Pope Francis South Korea 2014.pngEl Papa Francisco lanza su encíclica «Laudato si’ que refiere sobre todo al hombre y a su vida en la tierra. Es una encíclica ecológica, sin duda. El domingo pasado, tras el Ángelus, habló de la encíclica Dijo: “Invito a acompañar este acontecimiento con una renovada atención a las situaciones de degradación ambiental, pero también de recuperación, en los propios territorios… Oremos para que todos puedan recibir su mensaje y crecer en la responsabilidad hacia la casa común que Dios nos ha confiado”. La casa común es, obviamente, el planeta Tierra.

El título «Laudato si’ procede del “Cántico de las criaturas” de San Francisco de Asís. Y no son palabras latinas como tienen la casi totalidad de las encíclicas pontificias. El dialecto umbro hablado por San Francisco procede de una zona situada junto la orilla occidental del Tíber, en la mitad centro-norte de la península italiana. Y que comienza: “Altissimu, onipotente bon Signore, Tue so’ le laude, la gloria e l’honore et onne benedictione”. Y ya su quinto verso dice: “Laudato sie, mi’ Signore cum tucte le Tue creature”. En la tercera estrofa ya, el “Laudato sie” se contrae en “Laudato si’ y así continúa. El “Cántico de las criaturas” es uno de los grandes canticos de la liturgia cristiana y se repite varias veces a lo largo del año en la Liturgia de las Horas, en el Breviario o e Diurnal. Y por ello está muy presente en sacerdotes, consagrados y consagradas y en los muchos laicos que rezan la Liturgia de las Horas.

Se entiende que Jorge Mario Bergoglio use las palabras de San Francisco ya que eligió ese nombre como pontífice, hecho que sin duda llenó de estupor a todo el mundo. «Laudato si’ es su primera encíclica propiamente dicha, aunque a cuatro meses de ser Papa publico la encíclica “Lumen fidei” (en latín; La luz de la fe, en español). Se trataba de un texto que su antecesor, el papa emérito Benedicto XVI estaba a punto de publicar cuando renunció a la Cátedra de Pedro, pero que Francisco revisó y asumió.

Lo que queda claro es que se abre una nueva etapa en el magisterio de la Iglesia y su efecto futuro solo puede ser comparable a lo que se llama “la doctrina social de la Iglesia” y que ha marcado muy profundamente las enseñanzas de muchos de los pontífices de los últimos tiempos y etapa abierta por Leon XIII en 1878 con la encíclica “Quod apostolici muneris”, en español, “La naturaleza del ministerio apostólico”.

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