OCTUBRE: MES DEL SANTO ROSARIO

Fijándonos en el ROSARIO sabemos que es una devoción esencialmente contemplativa que nos alienta a mantener viva nuestra fe y nos ayuda a vivirla con alegría y entrega a favor de lo que Dios espera de cada uno, especialmente acompañados de nuestra Madre del cielo. Rezado en público el Santo Rosario es una solemne oración dialogada.  Hemos de procurar evitar que el rezo del Rosario, tanto en público como en privado, se haga deprisa o de cualquier manera. Difícilmente se podrá conseguir que la dignidad, atención y devoción de esta preciosa oración obtenga sus frutos, si se hace con precipitación y falta de sentido. El Rosario es una oración sencilla y accesible a todos: grandes, pequeños, laicos y clérigos, cultos y menos formados. Es la oración, sobre todo de los ancianos y enfermos. Cerca de ellos, al alcance de sus manos, suele estar el Rosario y lo ven sus hijos y sus nietos. Los comienzos del nuevo curso pastoral es buena ocasión para rezar y caminar unidos de la mano de Jesús y de la Santísima Virgen del Rosario. Nuestro propósito fundamental es ser levadura que transforme la sociedad en que vivimos con la luz del Evangelio de Jesucristo.                                                     ¡Santísima Virgen del Rosario, intercede por nosotros!  

ORACIÓN 

Santa María, Madre nuestra
que en cada misterio del Santo Rosario
nos brindas al salvador.
Acudimos a Ti necesitados.
Nos alegramos que desde la Cruz
el señor te haya encomendado la misión
de acercarnos a El y a su Iglesia
por la conversión y la penitencia.
Alentados por la confianza que nos inspiras
ponemos en tus manos maternales
nuestras preocupaciones y temores.
Pero, deseamos imitar tu fidelidad a Dios
Aceptando con amor y humildad
todas las pruebas.
¡Madre nuestra del Rosario!
que tu presencia renueve nuestra vida,
alivie nuestro ser agobiado por
el sufrimiento y la enfermedad,
sostenga nuestra docilidad a la Gracia
y fortalezca nuestro amor a los demás,
convirtiéndonos así en testigos del amor
del Padre que no vaciló, por tu intermedio,
en darnos a Jesús.
Amén.
                           

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