Restauración del altar

CIMG0187 - copiaEn este “Año de la Fe” toda la vida de nuestra Comunidad Benedictina de Santa Cruz está orientada en torno a la oración y comprensión de “La Palabra” para poder afianzar nuestra fe y ser transmisoras de ella.
La vida litúrgica es fundamental como vivencia de hermandad y unión de todos los creyentes con Cristo, es por ello que nuestros templos sean el marco idóneo de este encuentro festivo. Poco a poco se van acondicionando en todas aquellas carencias, priorizando las más urgentes. Una de ellas era tener un altar digno en la Iglesia de nuestro Monasterio de Benedictinas de Santa Cruz; un edificio que alberga impresionantes retablos cuyo altar de rústico ladrillo, acusaba el paso del tiempo mostrando su deterioro, y que desentonaba a todas luces con el imponente retablo barroco que preside la cabecera de nuestro templo, obra del insigne maestro Joaquín Benito de Churriguera y que fue dorado por Manuel de la Puerta Conde, de Cigales Valladolid en 1742.

CIMG0189Tras los deseos manifestados por toda la Comunidad presidida por la Madre Abadesa sor María Anunciación y después de asesorarse convenientemente, se decidió acometer la tarea de remozarlo con estilo idéntico al retablo del presbiterio. El revestimiento del altar ha sido tallado en madera sobre dorada con pan de oro y policromada, destacando en su parte central enmarcado y con bellas rinconeras un pelícano blanco que alimenta a sus crías con su propia sangre, símbolo del amor de Cristo por nosotros los hombres, donde su sangre consagrada es el alimento espiritual de las almas que a Él se acercan, y franqueado por ambos lados con un motivo repetido de volutas de flores y hojas, en la parte trasera el escudo abacial de nuestro monasterio. Para completarlo se acompaña de un bello ambón inspirado con parecidos motivos y coronado con un medallón donde resalta pintado el Cordero Místico.

AK7OZ Ha sido realizado por el afamado taller de Arte Guadalajara que ya ha realizado otros trabajos con gran acierto y maestría, como restauraciones de retablos, etc., dignos de ser admirados.
El día 10 de julio víspera de la festividad de nuestro fundador San Benito se celebró solemne Eucaristía sobre él, estando bellamente engalanado para esta liturgia especial como invitación a vivir la unidad de la fe y el amor, con el regocijo de la Comunidad y de todos los presentes.

La Comunidad Benedictina de Santa Cruz se siente satisfecha y gozosa, del gran esfuerzo y sacrificio de medios realizado para su restauración, que realza el marco sin par donde se honra a Dios y al que acuden todos los que desean ese encuentro en paz y silencio, solo roto por los bellos cantos de alabanza.

Sirva de estímulo a todos para contribuir en el mantenimiento de nuestros templos que un día levantaron nuestros antepasados para mayor gloria de Dios y bien de nuestras almas, donde el tiempo inexorable deja su huella indeleble.

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