Un regalo del cielo

Vuelvo a Madrid después de haber pasado unos días con mis queridas monjas de Sahagún. Como fieles seguidoras de San Benito me han regalado: un descanso, una paz de espíritu y un cariño impagables.

Pero la verdadera razón que me ha hecho sentarme a escribir estas líneas no es hablar de mi, sino, contarles la grata noticia de que cuentan con una nueva postulanta después de años de sequía vocacional. Ella es un regalo del cielo llegada de la lejana Austria que se llama Sabinne.

El día 15 de agosto reciben las monjas en su albergue de peregrinos una joven que caminaba a Santiago y que sólo hablaba alemán. Un mal entendido casi hace que siguiera hasta el destino final porque nadie la entendía cuando expresaba el deseo de ingresar en el monasterio, providencialmente hubo alguien con quien pudo comunicarse y permaneció dos semanas en la hospedería hasta que el día 8 de septiembre hizo su entrada solemne en el noviciado.

Desde esa fecha ha sido constante en la oración y ha hecho todos los trabajos que se le han solicitado con una solicitud y humildad encomiables. Hablando con ella me cuenta que está feliz con la vida que lleva y son notables sus adelantos en el aprendizaje del español porque le mueve un gran deseo de comunicarse. Dios quiera que persevere y llegue a ser profesa.

Sabine en su primer día

Sabine en su primer día

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