IV Domingo del tiempo ordinario

«Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra»
(Lc 4, 21-30)

“Nadie es profeta en su tierra”

La frase de Jesús, tras el comportamiento hostil de sus paisanos de Nazaret, es una de las famosas y utilizada en el lenguaje coloquial en muchos de los idiomas que existen en la tierra. “Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra”, dijo según San Lucas. Y, realmente, el desprecio por los éxitos de los connacionales, la incapacidad de creer en el desarrollo intelectual, religioso y artístico de los vecinos más próximos está ahí como otro gran problema de la convivencia. El evangelio de Lucas nos dice que Jesús pasó entre los que le acosaban y se marchó. Nosotros hemos de ver que hay muchos rostros humanos que representan al rostro de Jesús y que por ello no podemos cometer los mismos errores que aquellos vecinos de Nazaret. Hemos de confiar, sin inútiles prejuicios, en todo aquel que se acerca a ayudarnos, sin importar ni su origen, ni su pasado.

Citas para reflexionar

  • «Ayudar a todos los creyentes en Cristo a que su adhesión al Evangelio sea más consciente y vigorosa» (n.8). S.S. Benedicto XVI
  • «El Papa tiene la capacidad de dirigir la Iglesia en el buen rumbo hacia una nueva cultura de la humanidad, porque la humanización y la evangelización son casi dos manos con solo cuerpo». Mons. Müller
  • «Nuestra Madre la Iglesia siempre ha estado muy necesitada de hombres y mujeres que lo sacrifican todo por seguir a Jesucristo. Ver de cerca a signos vivos de su presencia, junto a nosotros». Mons. Ramón del Hoyo, Obispo de Jaén
  • «Me arrancaréis la vida, pero no mis ideales… mi fe profunda y mi confianza en Dios». San Blas
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