EL PAPA HA CUMPLIDO 85 AÑOS

Joseph Ratzinger vino al mundo el 16 de abril de 1927, que era Sábado Santo (el día del silencio, cuando se celebra la Vigilia Pascual, el preludio del anuncio de la Resurrección de Cristo) y sus padres lo bautizaron ese mismo día, les agradeció por haberlo “hecho renacer” ese día a través del agua del Bautismo. El Papa explicó que el sentido del Bautismo es un pertenecer a “la gran y nueva familia de Dios que es más fuerte que todas las fuerzas negativas que nos amenazan”.
Durante la misa que ofició por la mañana en la capilla Paulina, del Palacio Apostólico del Vaticano, ante sus más cercanos colaboradores junto a unos 200 compatriotas alemanes venidos expresamente para felicitarle, entre ellos su hermano Georg, de 88 años, también sacerdote, llegado desde Ratisbona (Alemania) para estar junto al «pequeño de la familia», cuya salud siempre le ha preocupado . ¡Que hermosa manera de seguir la luz de Dios gracias a la fe de los hermanos!
Recordó los gestos de Dios desde su infancia y reflexionó sobre los dos santos que lo han inspirado desde su nacimiento: santa Bernadette Subirous, la vidente de las apariciones de Lourdes, “Ahora en este día, esta pequeña santa ha sido siempre para mí un signo (…) de cómo deberíamos ser. Del hecho que con todo el saber y el hacer, que son necesarios, no debemos perder el corazón sencillo, la mirada simple del corazón, capaz de ver lo esencial”, y un santo del siglo XVII San Benito José de Labre, fallecido un 16 de abril y con quien comparte el nombre de Papa y el de pila, Joseph. Es un santo “europeo” conocido como el “peregrino de los mendigos”, que tiene su particularidad en el hecho que “no quiere hacer otra cosa que rezar y dar testimonio sobre aquello que cuenta” en la vida: Dios.
El Papa Benedicto XVI conmovió a los presentes con una homilía muy personal en la que admitió que ya comenzó la última fase de su vida, “Me encuentro ante el último tramo del recorrido de mi vida y no sé qué me espera. Sé, sin embargo, que la luz de Dios está allí, que Él ha resucitado y que su luz es más fuerte que cualquier oscuridad, sé que la bondad de Dios es más fuerte que todos los males de este mundo. Y esto me ayuda a proceder con seguridad. Esto nos ayuda a seguir hacia adelante, y en esta hora agradezco de corazón a todos los que continuamente me permiten percibir el ‘sí’ de Dios a través de su fe”. Con Dios -agregó el Papa- «caen las fronteras», ya que para Él «todos somos hermanos y formamos parte unos de otros».

 Benedicto XVI recibió en esta jornada la felicitación de personalidades y fieles de todo el mundo, entre ellos de sus párrocos de la diócesis de Roma, de la que él es titular, quienes en dialecto le dijeron «Qui te volemo tutti bene» («Aquí todos te queremos»).

Ante las numerosas personas reunidas en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa salió a la ventana de su apartamento para saludar a los presentes, muchos de los cuales le cantaron «feliz cumpleaños».
Benedicto XVI celebrará el próximo día 19 de abril el séptimo aniversario de su elección como sucesor del apóstol Pedro en el cónclave celebrado en 2005 tras la muerte de Juan Pablo II.

 

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