Reflexión sobre el examen de conciencia

El examen de conciencia no tiene nada que ver con una tendencia morbosa a la introspección, ni con preguntas incisivas para meternos el dedo en el ojo…, ni con la búsqueda de un purismo o un perfeccionismo humano.

La revisión de vida parte de que el Espíritu Santo nos conceda el don de conocernos a nosotros mismos como Él nos conoce, es decir, a la luz de Su mirada. Aunque pueda parecer una paradoja, cuanto más lejos nos encontramos de Dios, menos pecadores nos sentimos; y, por el contrario, en la medida en que avanzamos por el camino de la santidad, mayor conciencia tenemos de nuestra condición pecadora y más motivos encontramos para darle gracias por tantas cosas buenas como ha hecho en nosotros.

El examen de conciencia cristiano nunca puede separase de la contrición, es decir, de la conciencia viva de que Dios nos ama personalmente. Hacer memoria de nuestros pecados debería ser sinónimo de ensalzar la misericordia de Dios. Un motivo por el que nuestro acto de contrición no suele ser tan vivo y profundo como debería es por nuestra insensibilidad para caer en la cuenta de los pecados con los que hemos ofendido a Dios.  Para vencer aquellos pecados que más queremos erradicar, y en los cuales caemos reiteradamente, será necesario crecer en otras virtudes a las que probablemente no estamos prestando la debida atención. Es decir, es importante que la revisión de vida no se limite exclusivamente a nuestros pecados habituales.

En el plan de Dios puede ser necesario vencer un pecado al que hasta ahora hemos dado poca importancia, para crecer en virtud y llegar a superar otras faltas que pensamos prioritarias. Dicho de otra forma: las virtudes, o crecen todas, o no crece ninguna. Con ayuda del examen de conciencia, podemos acercarnos a ver nuestra vida a la luz de la vida de Jesucristo, examinando hacia dónde se inclina el centro de gravedad de nuestro corazón. ¡Ojalá siempre hacia Jesucristo, nuestro Señor!

(Síntesis de  “A la luz de su mirada” de monseñor Munilla, Obispo de San Sebastián)
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1 respuesta a Reflexión sobre el examen de conciencia

  1. ana dijo:

    no se que desir !!!!uuuu!!!!!!!=)

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