Carta abierta a María finalizado mayo

Señora:

 

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Tú eres nuestra Madre, la Reina de nuestro corazón, nuestro consuelo, como lo eres de todos los cristianos y, además, refugio de pecadores y causa de nuestra alegría.

Deseamos que este Mes de Mayo, ya pasado, hayamos sabido ofrecerte el mejor de todos los Mayos, y que nuestro corazón haya crecido para mejor honrarte y tenerte, permanentemente en nuestros pensamientos.

Nos emocionamosel evocar las devociones que se te brindan durante todo el mes de mayo: fiestas patronales, romerías, novenas, triduos, procesiones, las flores de María… Finalizado mayo convertidos en criaturas, como hijitos tuyos, deseamos que los meses sucesivos hasta el año próximo sigamos honrándote con esas entrañables plegarias. Y todo para Ti.

 

Ntra. Sra. de Consolación

 

¿Sabes? Tenemos, Señora, muchas necesidades personales y colectivas:

En lo personal: el desánimo, la tibieza, el dar más valor al trabajo -convirtiéndolo en obsesivo- que a la oración, la tendencia a perder la calma y muchas más cosas que hacen sentirnos mal, incómodos, inquietos.

En lo colectivo,ya ves: no hay paz. No hay amor. La violencia parece el peso y la medida de nuestro tiempo. Y eso, Señora, nos tienes que ayudar a resolverlo, al interceder con amor de Madre, ante Tu Hijo, quien te da todo lo que le pides.

Señora, Madre Nuestra,intercede por nosotros, por todos, para que tengamos paz permanente y desaparezcan las guerras. Hay un recuerdo nuestro muy especial para Irak, Libia Afganistán y Pakistán.

Señora, Madre de todos los cristianos, ayuda al Papa Benedicto XVI a que siga con su inteligencia, perseverancia y amor afirmando el rumbo de la Barca de Pedro.

No olvides, Santa María, a nuestros obispos, a nuestros párrocos, a los sacerdotes, a los diáconos, a las religiosas y religiosos consagrados y a todo el pueblo santo de Dios.

Y que todos bajo tu inspiraciónencontremos en mejor medio para el seguimiento radical de tu Hijo.

Señora, Madre de los pecadores, haz ver a muchos sus caminos equivocados y que puedan descubrir el pertinaz engaño del maligno.

Señora, Madre de los enfermos, intercede por la curación de todos los enfermos. Y si la cura no llega consuela a los que sufren y que sepan ver en su dolor el camino previo que Jesús tomó en la Cruz para la remisión de los pecados.

Señora, Madre de los afligidos, envíales tu alegría, concédeles la visión de tu belleza y que ellos sean capaces de contemplar todo lo que de bello y de alegre hay en la creación.

Señora, Madre de los cristianos, intercede ante tu Hijo, el Señor Jesús, para que sea el Único Pastor del Único Rebaño y que terminen las desavenencias y separaciones entre los seguidores de Cristo. Ayuda a aquellos cristianos que sufren tribulación, persecución, con el riesgo de perder sus vidas, familias y bienes en aquellos países donde sus creencias no son respetadas.

Señora, Madre de todos, ten presente a los lectores de nuestro Blog del Monasterio y a todos los hombres y mujeres que navegan por Internet. E intercede por todos nosotros. Lo necesitamos.

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