San Benito declarado Patrono de Europa


El Papa Pablo VI proclamó a San Benito patrón de Europa en 1964 con la carta apostólica «Pacis nuntius». En ella manifiesta que la escribe a la luz del impulso que San Benito dio al consorcio de los pueblos europeos, a la ordenación de la Europa cristiana y a su unidad espiritual.   Reafirmará Juan Pablo II en su Carta Apostólica «Egregiae virtutis», la misma declaración diciendo que «la Iglesia al recordar solemnemente el 1500 aniversario del nacimiento de San Benito, proclamado Patrón de Europa en 1964 por mi venerado predecesor Pablo VI, ha parecido oportuno considerar que esta protección sobre toda Europa destacará más si, a la gran obra del Santo Patriarca de Occidente, añadimos los méritos particulares de los Santos hermanos Cirilo y Metodio». En efecto, el año 480 nace Benito de Nursia, el fundador del monacato en Occidente. Los monasterios benedictinos configuraron la unidad de Europa, desde las costas mediterráneas a la península escandinava, desde Irlanda hasta Polonia.

EVANGELIZACION DE PUEBLOS

Benito, el padre del monacato occidental, marcará el camino para la evangelización de la multitud de pueblos que se extienden por Europa. Los monasterios benedictinos configuraron la unidad del continente, desde las costas mediterráneas a la península escandinava, desde Irlanda hasta Polonia. Pablo VI dice que los hijos de San Benito «llevaron con la cruz, el libro y el arado, la civilización cristiana».  En la Edad Media la fe y la razón no se separaron, la oración y el trabajo encontraron su perfecta armonía. Recordaba Juan Pablo II en 1980, con motivo del XV centenario del nacimiento de San Benito: «no es lícito al hombre fiel a Dios olvidarse de lo que es humano: debe ser fiel también al hombre». Es un resume del lema ora et labora; la oración y la acción deben ir juntas. El amor a Dios no puede separarse del amor a los hombres. Una fe que se encerrara en sí misma no sería comprensible desde el punto de vista cristiano; una acción, por muy bienintencionada que fuera, que no tuviera como referencia la fe, terminaría por volverse estéril. Europa es la tierra de la fe y de la razón, no sólo de ésta última, como nos han asegurado algunos filósofos europeos de los últimos siglos. Si fuera sólo tierra de fe, a semejanza de algunas espiritualidades orientales, sus hombres no habrían conocido el afán de superarse en lo material, en definitiva, eso que se llama progreso. Miremos a la India con la revolución de la rueca de Gandhi. Los benedictinos eran hombres de oración, pero también de libro y arado. Progreso intelectual y progreso técnico en tiempos de los bárbaros. San Benito de Nursia enseñó a los monjes a construir relojes para contar las horas. La regla de San Benito concretaba una serie de horas con las obligaciones, comidas, oraciones y ceremonias a efectuar en cada una de ellas. Los relojes de sol, de agua conseguía el cumplimiento unánime. Tercia mañana, sexta mediodía y nona tarde, eran las horas que se anunciaban en los monasterios y maitines amanecer, prima salida del sol, vísperas ocaso y completas oscuridad, no se anunciaban La hora sexta, dedicada en la regla benedictina al descanso, ha inmortalizado la siesta, trascendiendo al mundo asceta y monacal.

PADRE Y PATRONO DE EUROPA

Con razón podemos considerar a Benito como el Patrón de Europa. Él y sus monjes configurarán los rasgos más determinantes del hombre europeo. Algo que no se debía de haber olvidado ahora en la elaboración de la Constitución Europea. Murió Benito a mediados del siglo VI. Su fiesta se celebra el 11 de julio. Antes que Patrono, san Benito había sido declarado por Pío XII Padre de Europa, en reconocimiento de que su institución monástica había contribuido decisivamente a la creación del espacio espiritual y cultural europeo. En realidad, los monjes benedictinos fueron los primeros que tuvieron conciencia de la nueva realidad postromana, los que sirvieron de puente entre el mundo antiguo y el medioevo, cuando rescataron, cultivaron y transmitieron casi todo el patrimonio grecorromano, sobre todo el pensamiento y el Derecho, dándole además su última y más completa dimensión al injertarlo, como ya habían hecho Pablo y los Padres de la Iglesia, en la matriz evangélica, teológica y espiritual del cristianismo.Ellos también fueron los que orientaron a la nueva sociedad en su configuración social, política, económica, cultural y religiosa; los que hicieron de la diversidad de esos pueblos una comunidad cohesionada en torno a los mismos valores espirituales, morales y humanistas. Los instrumentos de esa obra fueron la cruz y el arado, la oración y el trabajo, la Biblia y el Derecho romano, el libro y la estética litúrgica, la disciplina y la pax monástica. Por eso los monasterios guardan la memoria y el secreto de Europa. Su recinto es el símbolo de ese espacio occidental: en él se condensa el espíritu, la fuerza, la tensión que engendraron al hombre y al alma europeos. La construcción de Europa debiera hacerse con los criterios que forjaron las abadías y las catedrales: ellas fueron la obra común del espíritu, de la sabiduría, de la técnica y del trabajo, armonizados en torno a una visión global centrada en Dios y en el hombre.

SANTIDAD ANTES QUE EVANGELIZACION

Benito no fundó una institución monástica orientada a la evangelización de los pueblos bárbaros, como los demás grandes monjes misioneros de la época, sino que indicó a sus seguidores como objetivo fundamental de la existencia, es más, el único, la búsqueda de Dios: «Quaerere Deum». Sin embargo, sabía que cuando el creyente entra en relación profunda con Dios no puede contentarse con vivir de manera mediocre, con una ética minimalista y una religión superficial. Desde esta perspectiva, se entiende mejor la expresión que Benito tomó de san Cipriano y que, en su «Regla» (IV, 21), sintetiza el programa de vida de los monjes: «Nihil amori Christi praeponere», «No anteponer nada al amor de Cristo». En esto consiste la santidad, propuesta válida para cada cristiano, que se ha convertido en una auténtica urgencia pastoral en nuestra época, en la que se experimenta la necesidad de anclar la vida y la historia en sólidas referencias espirituales. María es modelo sublime y perfecto de santidad, que vivió en constante y profunda comunión con Cristo. Invoquemos su intercesión, junto a la de san Benito, para que el Señor multiplique también en nuestra época hombres y mujeres que, a través de una fe iluminada, testimoniada en la vida, sean en este nuevo milenio sal de la tierra y luz del mundo.

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6 respuestas a San Benito declarado Patrono de Europa

  1. por favor !!! pido al Señor suplicante tenga a bien tenerme en cuenta para ordenar mi situacion economica y de trabajo ; tambien por la conversion de mis hijos Sofia, Francisco y Matias ; por la serenidad de susana !!!! oran por mi ?? me alegra el alma recibir su respuesta de oracion !!!
    gracias bendiciones

  2. Damien dijo:

    LLevo a San benito colgado en mi cuello…me da mucha paz y mucha energia dia a dia….gracias a el , al patrono de europa…dios bendiga a europa y a sus descendientes….amen

  3. julio cesar herrera martínez dijo:

    San benito cuando era niño me acompañaste siempre ahora de grande te pido un gran favor de recuperar a mi familia, que la protejas y que me ayudes con mis problemas.

  4. Ezequiel dijo:

    Pido oraciones para que el Señor derrame su gracia en los participantes del retiro que se está predicando este fin de semana en Villa Rivera Indarte, Córdoba, Argentina y en especial por sus predicadores, Padre Cruz y Rubén Cabral. También solicito oración por mi sobrina, Jazmin que hoy cumple 7 años. Que el SEÑOR JESÚS Y LA VIRGEN MARÍA LA acompañen y bendigan siempre. Finalmente pido que oren por la salud de mi esposa, Teresita, que está sufriendo una dolencia física muy fuerte. Gracias. Saludo en Cristo.

  5. luvia dijo:

    pork los monasterios se extendieron por europa !!!! 🙁

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