SANTA MARÍA MADRE DE DIOS – 1 Enero

MADRE PACÍFICA

Comenzamos el año con la celebración de MARÍA, MADRE DE DIOS, la Theotokos, es el título clave y más importante de la Virgen María. Todo lo demás ha venido dado por ser la Madre de Dios. A Jesús siempre lo encontramos en brazos de María, en Belén, en Nazaret, junto a la cruz. La vida de María siempre es entrega a su Hijo. No vive más que para dar a Jesús a una humanidad que lo necesita para poder vivir y ser una familia.

Allí, en el portal de Belén, encontramos a la Madre de Dios alentando la esperanza, mostrando a su Hijo en un pesebre, donde nos recuerda que se quedará por nosotros en la Eucaristía, como comida y bebida de salvación.

Ella nos da la Paz, que es Jesús, el Príncipe de la Paz, que Ella anuncia como peregrina de la fe,  desde Nazaret a Belén, desde Belén al Calvario.

Existen, en el Evangelio, dos anuncios de la Paz, anuncio matutino, temprano, al inicio de la vida de Jesús. Es la Paz del inicio de la vida, de la ternura. Es la Paz que brota como aroma de la cueva de Belén, casa del pan, significa literalmente y nos recuerda que aquí, en Belén, se “cuece” Jesús, el pan de nuestra salvación. Es la Paz del amanecer que anuncian los ángeles y que se anuncia como Buena Noticia a los pobres, a los que sufren. Es como la acogida de la fe y de Jesús con la paz de nuestro despertar religioso a la vida cristiana.

También se habla al final del Evangelio de otra Paz, la paz vespertina, la paz con la que saluda Jesús en el cenáculo después de morir y resucitar. Es la Paz a la cual se llega después de un duro combate. Es una Paz que se ha logrado y conseguido después de sudor, lágrimas y sangre. La Madre Pacífica, la Madre de Dios vive plenamente las dos paces, la matutina y la vespertina.

Santa María de la Paz, la Madre de Dios, está presente siempre alentando la alegría y la paz, aún desde el amanecer de nuestra vida, desde la Navidad hasta el Misterio Pascual de muerte y resurrección, la auténtica y verdadera Paz sigue siendo el fruto maduro de una vida cristiana vivida con los sentimientos del Corazón de Cristo.

Madre Pacífica, Madre de Dios, ayúdanos a sembrar hasta el último rincón de la tierra de la paz que se desprende del Nacimiento de Jesús en Belén.

+Francisco Cerro Chaves – Obispo de Coria-Cáceres

Oración a Santa   María, Madre de Dios

Dios te salve María,

llena eres de gracia

El Señor es contigo,

bendita tu eres entre todas las mujeres,

y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra muerte,

Amén

ORACIÓN PARA EL NUEVO AÑO 2008

Te damos gracias, señor, por el año 2017 que ha terminado,

Ilumina, Señor, el que ahora iniciamos, 2018.

Te damos gracias, Señor, porque nos das otra oportunidad,

Haz que no te perdamos en ninguno de los meses que vamos a vivir

Te damos gracias, Señor, porque nos haces instrumentos de tu paz,

Que no olvidemos pedir tu ayuda cuando asome el pesimismo

Te damos gracias, Señor, porque Tú eres el Dueño del tiempo,

Que seamos relojes empujados y alentados por tu mano

Te bendecimos, Señor, porque conoces nuestra vida pasada,

Y te bendecimos, Señor, porque guiarás la futura

Te bendecimos, Señor, porque pasas o detienes el calendario,

Que vivamos con amor y fe todas y cada una de sus jornadas

Te bendecimos, Señor, porque Tú elaboras, construyes y levantas,

Que en estos próximos meses lo hagas realidad a través de nuestras manos

Te bendecimos, Señor, por tu Madre y Madre nuestra, María,

Que nos ayude a olvidar lo malo del año precedente

Y a prepararnos con amor de Madre, en el presente y en el mañana.

¡Gracias, por la vida, Señor!

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