III DOMINGO DE ADVIENTO – 11 de Diciembre

“¡DICHOSO AQUEL QUE NO SE SIENTA DEFRAUDADO POR MÍ!”

(Mateo 11, 2-11)

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle. «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?». Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y los pobres son evangelizados. ¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí! ». Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué salisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito: «Yo envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti». En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él».

Palabra del Señor

“Señales ciertas”

Cuando nos preguntan si somos cristianos, se esperaría que respondiéramos de la misma forma que Cristo: miren nuestras obras y vayan a anunciar lo que sucede. Pero muchas veces nuestras respuestas son ambiguas y mucho más ambiguas nuestras acciones. Reflexionemos nuestra respuesta y descubramos nuestras señales. No seremos verdaderos discípulos si en lugar de Buena Nueva, estamos recriminando, destruyendo y apagando la mecha que aún humea. Debemos mirar muy dentro de nosotros si somos los cristianos esperados que se comprometen con la causa de los pobres, que luchan a corazón abierto contra la injusticia, que denuncian con valor las hipocresías, que tienen la suficiente humildad para reconocer las propias culpas antes de constituirse en jueces de los otros.  ¿Seremos estos cristianos nosotros, o se debe esperar a otros? Este Adviento no necesitamos discursos ni palabras bonitas, necesitamos señales que anuncien la venida inminente del Salvador.

 Citas para reflexionar:

  • «Quien no conoce las caricias del Señor no conoce la doctrina cristiana». «¡Quien no se deja acariciar por el Señor está perdido!» Papa Francisco
  • «La serenidad no es estar a salvo de la tormenta, sino encontrar la paz en medio de ella» Ts de Kempis
  • «Si te golpean las olas de la soberbia, de la maledicencia, de la envidia, mira a la estrella, invoca a María» Bernardo de Claraval
  • «Quien no ha tenido tribulaciones que soportar, es que no ha comenzado a ser cristiano de verdad» San Agustín
  • «Nada te turbe, nada te espante» Santa T. de Jesús

Efemérides y noticias

  • El Papa  aprueba el decreto de martirio de 21 españoles de la Familia Vicenciana, asesinados por odio a la fe entre 1936 y 37 en Cataluña, Valencia y Murcia.
  • El  Papa pidió a los medios de comunicación no caer en la tentación de querer comunicar siempre el escándalo, y les recordó que tienen una responsabilidad muy grande para con la sociedad.
  • El Vaticano pide más responsabilidad en tema de seguridad nuclear y más protección física del material nuclear o radioactivo y proteger los datos sensibles de los hacke.
  • El cardenal Kevin Farrell, viaja a Panamá para iniciar los preparativos de la JMJ 2019.
  • La nueva fórmula de consagración del cáliz “por muchos” en vez de “por todos los hombres” no pretende excluir a nadie de la redención obrada por Cristo; esto, simplemente, iría contra la Revelación.
  • Hace 175 años la Familia Salesiana surgió de la mano de la Inmaculada.
  • La Iglesia paga caro su compromiso contra la violencia en México, han sido asesinados 43 sacerdotes en 10 años.
  • El próximo año 2017 será “Año Cisneros” pues se cumplen 500 años de la muerte de Fray Francisco Jiménez de Cisneros en Roa, Burgos. Sus restos descansan en la catedral de Alcalá de Henares. El cardenal Cisneros es considerado “Venerable Siervo de Dios”, hace varios siglos que está en proceso su canonización.
  • El Arzobispado de Oviedo mantiene la batalla por la religión.

ORACIÓN: ACCIÓN DE GRACIAS

Antes de marcharnos, Señor,

Queremos que, de una vez por todas,

Siembres en nuestros corazones la verdadera ALEGRIA.

Son muchas cosas que nos preocupan Y HASTA NOS AFLIGEN 

Pero con tu PRESENCIA desaparecen nuestras PENAS.

Gracias porque con La Eucaristía El mundo Va Mejor.

Gracias, porque  CON LA CELEBRACIÓN DE tu nacimiento,

Renacen en nosotros las ganas de ser mejores.

¡Gracias, Señor!

“ABECEDARIO DE ADVIENTO” ¡ESTAMOS A TIEMPO!

Agradecer  a Dios habernos regalado a las personas con las que convivimos.

Buscar  el bien común por encima de los intereses personales.

Corregir  con empatía a aquél que se equivoca.

Dar  lo mejor de uno mismo, poniéndose siempre al servicio de los otros.

Estimar  a los otros, sabiendo reconocer sus capacidades.

Facilitar  las cosas dando soluciones y no creando más problemas.

Ganar  la confianza de los otros compartiendo con ellos sus preocupaciones.

Heredar  la capacidad de aquellos que saben ser sinceros con valentía y respeto

Interceder  por los otros a Dios, antes de hablarle de nuestras cosas.

Juzgar  a los otros por lo que son, no por lo que tienen ni por lo que aparentan.

Limitar  las ansias personales frente a las necesidades del grupo.

LLenarse  con lo mejor que uno encuentra en el camino de la vida.

Mediar  entre los compañeros que no se entienden.

Necesitar  de los otros sin ningún perjuicio.

Olvidar  el miedo al «qué dirán».

Preocuparse  por los más débiles y los más necesitados.

Querer  siempre el bien de las personas.

Respetar  las opiniones de los demás.

Salir  al encuentro del otro, no esperando que él dé el primer paso.

Tolerar  los defectos y límites propios y ajenos con sentido del humor.

Unirnos  todos para que podamos vivir en paz y armonía.

Valorarse con realismo, sin  creerse superiores a los demás.

X es  una incógnita que invita a la búsqueda constante de la verdad.

Yuxtaponer  ilusiones y esperanzas, trabajos y esfuerzos por crear fraternidad.

Zambullirse  sin miedo en el nuevo día que Dios nos regala cada mañana.

 ¿ANÓNIMO?

No pudo dar un paso más y se derrumbó en plena calle. La gente indiferente no se detuvo a ayudarlo, esquivaron el cuerpo y fingieron no mirarlo: era un pobre más tirado en el camino; era un indígena del que nadie hizo caso. Horas después, muchas horas para la necesidad del indigente, alguien se apiadó y llamó a las ambulancias de servicio público. Tardaron eternidades en llegar, revisaron y levantaron el cuerpo. Dijeron que ya nada se podía hacer, que si hubieran hablado antes… Durante días permaneció el cadáver en calidad de desconocido y pasado un tiempo fue colocado en la fosa común: sin familia, sin amigos, sin nadie que se compadeciera de él. Quizás en tierras lejanas una madre tenga la corazonada de la muerte de su hijo, quizás una esposa y unos hijos lloren su ausencia… acá solamente es un personaje anónimo que se perdió en la indiferencia.

REFLEXIÓN: Esta historia, o parecida sin difunto, se da en nuestras calles cuando los inmigrantes vienen a buscar un puesto de trabajo en lo que sea: aceituna, fresas, pimientos…, se llenan los albergues, los cajeros bancarios, los portales, las estaciones de metro… ¿Cuántos samaritanos harían falta para socorrerlos, cuántos voluntarios para acogerlos, cuántas Cáritas para cubrir sus necesidades corporales, cuántas…? Mientras nos llegan las palabras del Adviento: “¡Ánimo, no teman. He aquí que llega el Señor, misericordioso y juez, viene a salvarlos!”

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