ADVIENTO: …Preparémonos

Adviento significa venida.  Adviento es el tiempo de la venida del Señor.

El   Adviento empezó siendo un tiempo de preparación para la fiesta de la Epifanía, pero luego se vivió como una cuaresma preparatoria para la Navidad. En el viejo rito español llamado mozárabe, el Adviento tenía seis domingos, (unos cuarenta días). Por eso fue tiempo de ayunos y austeridad. Sin embargo, en este tiempo  no se suprime el canto del Aleluya. En cambio, si deja de sonar el Gloria en los domingos, aunque permanece en las fiestas.

El   Adviento actualmente considera una triple venida del Señor: la del Nacimiento de Jesús, la de Jesús en nuestras vidas y la del momento final de la historia; Jesús vino, viene y vendrá.

Este tiempo tiene dos etapas. La primera va desde el primer domingo hasta el 16 de diciembre y la segunda desde el día 17 de diciembre hasta la Navidad. La primera etapa está centrada preferentemente en la venida del Señor al final de los tiempos y la segunda se fija sobre todo en el Nacimiento de Jesús en Belén. Esta segunda etapa se va viviendo entre nosotros  cada vez más como celebración anticipada y progresiva del nacimiento del Señor, celebración que culmina en el tiempo de Navidad  que comienza con la misa vespertina del 24 de diciembre.

Muchos signos y actividades tienen presencia en estos días . Ojalá que sirvan para que sepamos acoger de verdad al Señor que llega  y no desfiguren lo que celebramos.

¡DESPIERTA Y PREPÁRATE! 

Estábamos durmiendo y creíamos que estábamos despiertos. Y no acabamos de despertar.

El cielo como en l época de Noé está cargado de nubes  y no pensamos que se vaya a poner a llover. La corrupción del mundo hiede de modo espantoso pero no tenemos olfato para oler.

Reina la mentira y la hipocresía. Cunde como siempre y descaradamente la avaricía. Hay violencia… ¡Para que seguir haciendo la lista de los males! Solo para una cosa: para afirmar llenos de esperanza que esto se va a acabar: Que Dios está interviniendo en el mundo y aunque parezca que el mal va ganando partido, el final será la victoria de Dios por goleada.

Lo malo es que no acabamos de despertar. No sabemos descubrir los signos de los tiempos. Nos negamos a pensar que viene  el huracán. Decimos que todo va bien, o que en el mejor de los casos, esto no hay quien lo arregle y que lo mejor es no pensar y a vivir que son cuatro días. Pero Dios está viniendo y está actuando. Hay mucha gente buena haciendo el bien y estamos sufriendo porque el mal está actuando con una virulencia que nunca podíamos prever. Pero está ahí. Las tinieblas están luchando contra la luz, pero no van a lograr el apagón general. Después de la noche viene el día y ya no vendrá más noche alguna porque el Señor ya ha venido.

Despertemos, que es de día para quien abre los ojos. Abramos las ventanas para que entre el sol que no tiene ocaso. Vivamos de forma que no tengamos que avergonzarnos amando la verdad, dominando nuestras pasiones, respetando a los demás y buscando el bien de todos.

Hay que sacudirse la modorra, hay que reaccionar contra las fuerzas  que parecen invencibles, contra los poderes ocultos que obran a las claras. No nos dejemos engañar. No neguemos la evidencia, dejemos ya de una vez los chismes y las falsas acusaciones, dejemos de tolerar la violencia, dejemos de mirar para otro lado como si todo esto no nos afectara. El Señor viene y está salvándonos: ¿Por qué nos empeñamos en vivir en la condenación?.

Estad preparados porque cuando menos penséis viene el Hijo del Hombre. 

 

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