XXXII DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO -6 de Noviembre

“NO ES DIOS DE MUERTOS, SINO DE VIVOS…”

SAN LUCAS  20, 27-38 

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO

En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano”. Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron cono mujer». Jesús les dijo: «En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor «Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob». No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».

Palabra del Señor

“Habré vivido con esperanza”

Como cristianos, y al igual que aquellos niños macabeos, esperamos en Dios. Sabemos que, es mejor morir según Dios que atenazados por la frialdad y la incredulidad del mundo. No acompaña el ambiente ni, mucho menos, las ideologías que endiosan lo pragmático y ridiculizan hasta lo más santo. Frente aquellos que sólo creen en lo que ven, nosotros –por la Palabra del Señor– y por su muerte y resurrección, creemos en lo que no vemos: ¡resucitaremos! Un profesor, ante una pregunta de un alumno sobre este tema, le respondió: “mira; si hay algo es mucho lo que gano…y si no hay nada (cosa que no creo) no perderé mucho menos que tú y, además, habré vivido con esperanza”.

 Citas para reflexionar

  • «La mirada de Jesús va más allá de los pecados y los prejuicios» Papa Francisco
  • «Un cristiano sin Rosario, es un soldado sin armas» Beato Álvaro del Portillo
  • «Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevar contigo nada de lo que has recibido, solamente lo que has dado». San Francisco de Asís
  • «El generoso no exige sus derechos». San Felipe Neri

Efemérides y noticias

  • El Año Jubilar de la Misericordia concluirá el 20 de noviembre, festividad de Cristo Rey, se cerrará la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. El 13 de noviembre, se cerrarán todas las Puertas Santas.
  • El arzobispo siro-católico de Mosul, Mons. Petro Mouche, celebró el domingo la primera Misa desde hace 2 años  en Qaraqosh.
  • El terremoto del pasado domingo en Italia derribó la basílica de Nursia, construida sobre la casa de san Benito. El Papa ha llamado a su Obispo.
  • Las relaciones entre luteranos y católicos han avanzado más en estas últimas cinco décadas que en los 450 años precedentes. “Ya no somos extraños” afirma la declaración firmada por el Papa y el presidente de la Federación Luterana Mundial.
  • La HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) celebra su 70 aniversario, gracias a ella la Transición fue más pacífica.
  • Cerca de 1000 jóvenes cofrades de toda España han participado en un encuentro celebrado del 27 al 30 en Palencia. En las cofradías encuentran la posibilidad de vivir un cristianismo socialmente comprometido.
  • En el XVIII Congreso Católico y Vida Pública, el secretario de Cárita Europa denuncia “la crisis de solidaridad” y lamenta “la incapacidad” de la Unión Europea para acoger a un millón de los 65,3 millones de refugiados que huyen de la guerra.
  • El día 12 de este mes arranca la causa de canonización de 44 mártires de Alcalá de Henares, víctimas de la persecución religiosa de los años 30 en España, 14 sacerdotes diocesanos, 8 agustinos, 5 maristas 1 clarisa y 16 laicos, entre ellos el dramaturgo Pedro Muñoz Seca.

ORACIÓN:  TÚ ERES LA VIDA, SEÑOR.

Aunque nos digan que estás muerto

Aunque parezca difícil entender nuestro final feliz

Aunque nos aseguren que es imposible

Porque Tú saliste victorioso

Porque tus palabras eran y son eternas

Porque tus caminos son caminos hacia el cielo

Gracias por tu amor

Gracias por tu presencia

Gracias por tus promesas

Ante el desaliento, eres el Camino

Ante la duda, eres la Verdad

Ante la muerte, eres la Vida.             

TU ERES LA VIDA, SEÑOR.                                           AMÉN

“EN EL CEMENTERIO”

 Dos amigos se encuentran y uno comenta en tono de queja:

Mi madre llama mucho por teléfono para pedirme que vaya a conversar con ella. Yo voy poco y siento que me molesta su forma de ser. Ya sabes cómo son los ancianos: Cuentan las mismas cosas una y otra vez. Además, nunca me faltan compromisos: el trabajo, los amigos…

– Yo en cambio –dijo su compañero– converso mucho con mi madre. Cada vez que estoy triste, me voy con ella; cuando me siento solo, cuando tengo un problema y necesito fortaleza, acudo a ella y me siento mejor.

– Caramba. Eres mejor que yo.

– No creas, soy igual que tú. Visito a mi madre en el cementerio. Murió hace tiempo, pero mientras vivía, tampoco yo iba a conversar con ella y pensaba lo mismo que tú. No sabes cuánta falta me hace su presencia, cuánto la echo de menos y cuánto la busco ahora que ha partido. Si de algo te sirve mi experiencia, conversa con tu madre hoy que todavía la tienes.

No esperes a que esté en un cementerio porque allí la reflexión duele hasta lo más hondo del alma, porque ya nunca podrás hacer lo que dejaste pendiente, será un hueco que nunca podrás llenar. No permitas que te pase lo que me pasó a mí.

REFLEXIÓN:

Cada año, por Todos los Santos, muchos tenemos la costumbre de ir al cementerio en familia y sin prisa. En las manos unas flores, un alambre, un trapo … y poco más. Bueno, sí, y mucho más: un recuerdo gratificante del padre, la madre, del abuelo, la abuela, y… Hacemos un semicírculo, silencio, recuerdos emotivos, una lágrima que no acaba de surgir, un padrenuestro, más silencio. .. No sé por qué, pero resuena en mi interior el «Noche de paz, noche de amor», como si me encontrara ante el navideño belén familiar en el que cada uno ha puesto, su «granito de arena»:    Todavía me pregunto:  ¿si, en el fondo, la muerte y el nacimiento no se darán la mano?

Los que ya no están con nosotros no quieren nuestra tristeza. Quieren que afrontemos la vida, que vallamos adelante. Ellos, de alguna manera, vivirán a través de nosotros y su vida nos dará coraje. Más que buscarlos entre los muertos, los buscamos en todo lo que existe, para que ellos y nosotros vivamos juntos. Así lo expresaba un joven unos días antes de su deceso: «Si me voy antes que tú, no llores por mí ausencia; alégrate por todo lo que hemos compartido juntos».

Por lo tanto no esperes, «¡en vida, amigo, en vida!». ¿Me refiero a los propios padres y abuelos? Sí, pero más allá también. A menudo «pasamos» de personas que nos reclaman un gesto de amistad o de humanidad hasta que ya no las tenemos entre nosotros. Entonces todo serán «carreras» para coronas, lamentaciones, lágrimas, alabanzas, recordatorios… «¡En vida, amigo, en vida!». Este año, cuando vuelva al cementerio y formemos el semicírculo familiar ante la lápida, haré memoria de los versos del poeta Jacinto Verdaguer: Y con los labios fríos, parece decirnos: «No lloréis por mi muerte. ¿Por qué en tan corto viaje despedirnos, si yo  estaré esperando vuestra  llegada?».

                                                                                                      José Perich y A. Bautista

 

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