NUESTRA SEÑORA DEL PILAR – 12 de Octubre

El Pilar“Año tras año, de generación en generación, fieles de todo el mundo vienen a venerar la sagrada columna y a rezar ante la Virgen del Pilar. Ella es Pilar de fe”       Monseñor Vicente Jiménez, arzobispo de Zaragoza nos dice también: “El alma de los pueblos es su propia historia y la historia milenaria de Zaragoza está indisolublemente unida al Pilar, que es su esencia” por eso asegura que “Zaragoza es la ciudad mariana de España”

La advocación de la Virgen del Pilar es también Patrona de Zaragoza, de Aragón y Reina y Madre de la Hispanidad. Citando unas palabras de San Juan Pablo II durante su visita a Zaragoza (España) en noviembre de 1982, el Prelado ha animado a que “esta herencia de fe mariana de tantas generaciones” se convierta “no sólo en recuerdo, sino en punto de partida hacia Dios”.“Sin atenerse a las raíces del ayer, los pueblos, las instituciones y las gentes no tienen profundidad. La historia viva es lo que otorga espesor y sentido a la existencia humana”

El arzobispo de Zaragoza precisa: “La devoción y el culto a la Virgen del Pilar hoy nos empuja a una vida más humana y más evangélica”. “Ella nos ayuda a no dejarnos dominar por el miedo y la desesperanza, a comprometernos con pasión en la construcción de un mundo en paz, más justo, más fraterno, más solidario”. Y pone a la Virgen del Pilar como “modelo de evangelizadores, pues ella es portadora del Salvador como la esclava del Señor, mostrándolo y entregándolo a la comunidad cristiana” y pide que “ella nos acompañe en nuestro camino de este curso 2016-2017”.

ORACIÓN DE SAN JUAN PABLO II A LA VIRGEN DEL PILAR

Doy fervientes gracias a Dios por la presencia singular de María en esta tierra española donde tantos frutos ha producido. Y quiero encomendarte, Virgen santísima del Pilar, España entera, todos y cada uno de sus hijos y pueblos, la Iglesia en España, así como también los hijos de todas las naciones hispánicas. ¡Dios te salve, María, Madre de Cristo y de la Iglesia! ¡Dios te salve, vida, dulzura y esperanza nuestra! A tus cuidados confío esta tarde las necesidades de todas las familias de España, las alegrías de los niños, la ilusión de los jóvenes, los desvelos de los adultos, el dolor de los enfermos y el sereno atardecer de los ancianos. Te encomiendo la fidelidad y abnegación de los ministros de tu Hijo, la esperanza de quienes se preparan para ese ministerio, la gozosa entrega de las vírgenes del claustro, la oración y solicitud de los religiosos y religiosas, la vida y el empeño de cuantos trabajan por el reino de Cristo en estas tierras. En tus manos pongo la fatiga y él sudor de quienes trabajan con las suyas; la noble dedicación de los que transmiten su saber y el esfuerzo de los que aprenden; la hermosa vocación de quienes con su conciencia y servicio alivian el dolor ajeno; la tarea de quienes con su inteligencia buscan la verdad. En tu corazón dejo los anhelos de quienes, mediante los quehaceres económicos procuran honradamente la prosperidad de sus hermanos; de quienes, al servicio de la verdad, informan y forman rectamente la opinión pública; de cuantos, en la política, en la milicia, en las labores sindicales o en el servicio del orden ciudadano prestan su colaboración honesta en favor de una justa, pacífica y segura convivencia. Virgen Santa del Pilar: aumenta nuestra fe, consolida nuestra esperanza, aviva nuestra caridad. Socorre a los que padecen desgracias, a los que sufren soledad, ignorancia, hambre o falta de trabajo. Fortalece a los débiles en la fe. Fomenta en los jóvenes la disponibilidad para una entrega plena a Dios. Protege a España entera y a sus pueblos, a sus hombres y mujeres. Y asiste maternalmente, oh María a cuantos te invocan como Patrona de la Hispanidad. Así sea.

Esta entrada ha sido publicada en Devociones y etiquetada como . Guarda el enlace permanente.