¡SUBES AL CIELO, VIRGEN MARIA!
Por tu obediencia y por tu fe
Por tu gracia y tu ternura
Por tu alegría y tu disponibilidad
Por tu amor y tu entrega
Por tu pobreza y tu sencillez
Por tu pureza y tu virginidad
Por tu oración y tus alabanzas
Por tu maternidad y tu acogida
Por tu escucha de la Palabra
Por tu meditación de los misterios
Por tus caminos sembrados de Dios
Por tu alma traspasada por el Espíritu
Por tus ojos iluminados por la Gracia
Por tu cuerpo, templo del mismo Dios