29 de Junio, festividad de san Pedro y san Pablo

Col renaixement ambit 47 2 big.jpgSAN PEDRO Y SAN PABLO

Aunque no murieron el mismo día, la comunidad cristiana, desde sus orígenes, ha querido honrarlos y encomendarse a su intercesión en el mismo día.

«El Señor hizo de Simón, al que dio el nombre de Pedro, y solamente de él, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella; lo instituyó pastor de todo el rebaño. Este oficio pastoral de Pedro y de los demás apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia. Se continúa por los obispos bajo el primado del Papa. El Papa, obispo de Roma y sucesor de San Pedro, «es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles» (Lumen Gentium, 23). «El Romano Pontífice, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y de Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad».

Pablo fue un fascinado, un enamorado de la persona de Cristo. Encontrarse con Jesús Resucitado fue la experiencia más grande, profunda, comprometida y decisiva de su vida. Experiencia de gozo, de amor y de libertad. Cristo rompió la losa del sepulcro de su orgullo y autosuficiencia, que era propia de los fariseos, y le resucitó por dentro. En adelante sentirá la necesidad de evangelizar: «¡Ay de mí si no evangelizare!» (1 Cor 9,16); “Me empuja el amor de Cristo” (2 Cor 2,14). Apasionado por la Verdad, ya la predica en Arabia y en Damasco y se conmueve hasta las lágrimas ante una ciudad incrédula o idólatra. Predica la verdad desnuda de todo ornato humano, y la predica a tiempo y a destiempo (2 Tim 4,2). Pablo era hombre de oración, de acción de gracias y de peticiones y esperanzas, sabía que sembraba con lágrimas, pero esperaba la cosecha entre cantares.

ORACIÓN

Como Pedro confieso tu nombre, Señor

Como Pablo confío y me fío de Ti, Señor

Como Pedro te negaré y necesitaré de tu perdón

Como Pablo caeré de mi orgullo y de mi soberbia

Como Pedro sentiré hundirme en las aguas del miedo

Como Pablo diré que “el amor nunca pasa”

Como Pedro sabré que mi oro vale poco o nada pero te daré lo que tengo

Como Pablo haré de mi vida una gran aventura

¡Gracias, Señor!

¡Gracias por estas dos piedras!

¡Gracias por estas dos columnas!

¡Gracias por estas dos personas!

¡Gracias por ser como fueron!

¡Gracias por lo que nos dejaron!

¡Gracias por sus vidas!

¡Gracias por su ejemplo!

¡Gracias por su testimonio!. Amén

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