VII DOMINGO DE PASCUA

“DESPUÉ LOS SACÓ HACIA BETANIA, Y LEVANTANDO LAS MANOS LOS BENDIJO…”    (LUCAS 24, 46-53)
“El Domingo de la Ascensión del Señor”
Se debió producir un enorme estupor entre los Apóstoles todo el tiempo posterior a la Resurrección. Jesús vivía de otra manera y se presentaba de forma imprevista y maravillosa. Pero, luego, la subida al Cielo del Señor tuvo que sorprender aún más. Hay que meditar sobre la transformación que experimentaron los seguidores de Cristo durante esos días. Pentecostés iba a completar el ciclo con la llegada impetuosa del Espíritu Santo que nos “lo enseñará todo”. La Iglesia se hace adulta. Y Jesús sigue con nosotros –aquí y ahora—con su Palabra, con su Cuerpo, con su Sangre…
CITAS PARA REFLEXIONAR

  • «No se puede entender la vida cristiana sin la presencia del Espíritu Santo: no sería cristiana. Sería una vida religiosa, pagana, que da lástima, que cree en Dios, pero sin la vitalidad que Jesús quiere para sus discípulos. Y aquello que da la vitalidad es el Espíritu Santo presente». S.S. Francisco
  • «Se ordenarán sacerdotes para servir. No para mandar, no para brillar, sino para entregarse, en un silencio incesante y divino, al servicio de todas las almas».                San Josemaría Escrivá de Balaguer
  • «La conversión no disminuye ni anula la personalidad del converso, al contrario, la transforma y la mejora». Padre Chasteigner
  • «Jesús no va al cielo sino después de sufrir el martirio. Para ir a la gloria es preciso sacrificarse antes». San Pedro Poveda
  •  Padres «No engañen a la comunidad parroquial, a los catequistas, y a sus hijos, porque la principal celebración cristiana es la Misa del domingo, la Primera Comunión es la puerta a la misma». Mons. Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo.

Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

La Iglesia celebra en este domingo 12 de mayo, Solemnidad de la Ascensión, la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, con el lema, este año, de “Redes Sociales: portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización” Y es precisamente en el evangelio de Marcos que se proclama en la misa de la Ascensión donde se lee el mandamiento claro y conciso del Salvador: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16, 15).

802 NUEVOS SANTOS, LOS PRIMEROS DE LA ERA FRANCISCO

 Los mártires de Otranto  Antonio Primaldo es el único nombre que ha trascendido de los 800 habitantes de la ciudad italiana de Otranto asesinados, el 14 de agosto de 1480, por el ejército otomano ante su negativa de convertirse al Islam. Uno a uno, fueron apoyando su cabeza en una roca para ser decapitados, derramando su sangre por amor a Dios. Al llegar al lugar de la ejecución, en primer lugar cortaron la cabeza de Antonio Primaldo. Instantes después, su cuerpo decapitado se puso de pie y permaneció así, inmóvil, hasta el final del martirio de sus compañeros. El milagro impactó tanto a uno de los verdugos, llamado Berlabei, que, tras el asesinato, tiró su cimitarra, se proclamó cristiano y murió empalado por manos de sus compañeros. Los cuerpos de los mártires permanecieron incorruptos trece meses, hasta el 8 de septiembre de 1481, fecha de la liberación de Otranto. Sus reliquias fueron llevadas a la cripta de la catedral.

Madre Laura Laura Montoya Upegui nació en Jericó de Antioquia,  pueblo colombiano, el 26 de mayo de 1874. Aquel mismo día fue bautizada. Creció rodeada de desgracias. Tras años de penuria personal y familiar y de trabajar como maestra, comenzó su lucha en favor de las mujeres. «Creyó en el valor de la mujer, de su trabajo, de su capacidad para llegar al más débil y oprimido y elevarlo a su dignidad de hombre e hijo de Dios», se decide a catequizar personalmente a los indios. Su obra, la Congregación de las Religiosas Misioneras de la Bienaventurada Virgen María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena, rompió los esquemas de la época al situar a la mujer en la vanguardia de la evangelización de la selva hispanoamericana. Su celda fue la selva; y su sagrario, la naturaleza.

Madre Lupita María Guadalupe García Zavala, nació en Zapopan, Jalisco, México, el 27 de abril de 1878. Su padre, Fortino García, tenía una tienda de objetos religiosos situada frente a la basílica de Nuestra Señora de Zapopan. Desde pequeña, Lupita, visitaba con regularidad la iglesia, ya mostró un gran amor por los pobres y las obras de caridad. Estando prometida, y a la edad de 23 años, sintió su vocación. El padre Cipriano Íñiguez y Lupita fundaron entonces la Congregación religiosa de Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres, para atender los enfermos del hospital. Enseñó a amar la pobreza para poder donarse mejor a los enfermos.

 EL SAQUEO DE ROMA

Durante el conflicto político entre Carlos V de Alemania y Francisco I de Francia, por quién el Papa Clemente VII (1523-1534) tenía preferencias, se produjo un gran enfrentamiento bélico que concluyó con el «Saqueo de Roma». El día 6 de mayo de 1527, el ejército Imperial de Carlos V, del que formaban parte unos dieciocho mil lansquenetes, muchos de ellos luteranos, toman al asalto Roma y durante semanas sometieron a saqueo la Ciudad Eterna. El terrible episodio, que se inscribe en la segunda guerra entre el emperador Carlos V y el rey francés Francisco I, marcó el fin del papado renacentista en Italia. El Pontífice Clemente VII salvó su vida al refugiarse en el castillo Sant´Angelo, pero 147 de sus guardias suizos perecieron en su defensa, mostrando al mundo el valor y la fidelidad de los suizos para con el Papa.

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