El diurnal y la liturgia de las horas

OraciónBasada en el ritmo monacal, la Liturgia de las Horas expresa ese continuo ir a beber del Agua Viva cada vez que tenemos sed. Nuestra alma en medio de este mundo, se ahoga y necesita acercarse a Dios fuente de Amor que reanime vivifique nuestro interior. Esta oración es una alabanza que junto con todos los que la rezan, ofrecemos al Padre. Y por tanto debemos ofrecerla siempre que sea posible y hacerlo con cariño y respeto.

 La Hora Intermedia se divide en tres momentos del día: Tercia (nueve de la mañana), Sexta (mediodía) y Nona (las tres de la tarde). Aquellos cuyo, oficio es la oración, paran sus quehaceres para adorar al Señor en estos tres momentos, pero la Iglesia permite “reunir” las tres horas en un único rezo para aquellos que, por su situación laboral o familiar, no les es posible dedicar este tiempo a la oración. Aconseja eso sí, que se escoja la Hora que más se aproxime al momento en que se realiza la oración. Con esta idea y teniendo en cuenta que los Laudes se rezan por la mañana, se ha elegido ofrecer la Hora Nona, que puede servir para hacerla tras la comida y así dar gracias al Señor por ello, creemos que la Hora Sexta (12:00) del mediodía era difícil de compaginar con el horario laboral. No obstante a las 12:00 puede haber un momento para rezar el Ángelus.

Así pues, nuestra propuesta es: Laudes: al comienzo del día, en casa antes de salir, o aquellos que puedan al llegar al trabajo antes de comenzarlo. Hora intermedia (Nona) después de comer. Vísperas: A media tarde, al acabar la tarea laboral. Y Completas antes de acostarse.

La estructura de la Liturgia de la Horas, sigue el curso del Año litúrgico. Así pues, es distinta en los tiempos fuertes: Adviento, Navidad, Cuaresma, Semana Santa y Pascua. Pero a la vez se ciñe a ritmo semanal que marcan las cuatro semanas del Salterio, que recogen un repaso de todos los salmos en esas cuatro semanas.

El rezo de la Liturgia de las Horas, mediante el uso del Diurnal, puede hacerse comunitariamente y de manera individual.

REZO COMUNITARIO

En lo comunitario, y si se forma parte de una comunidad religiosa que viven en común, pues no hay problema. Es cuestión de elegir un momento de reunión para hacer Laudes, Hora Intermedia, Vísperas y Completas.

También respecto a lo comunitario, puede constituirse un grupo de amigos y amigas, o de compañeros de trabajo y estudios, o, incluso, dentro de los grupos de liturgia y elegir una hora. Parece que los momentos más fáciles son el rezo de Laudes al comenzar el trabajo o Vísperas al final del trabajo.

Una forma de rezar es la siguiente:

1.- Los Himnos, Salmos y Cánticos se entonan por todos juntos. Las antífonas de los mismos los proclama una sola persona y la contestan todos los demás.

2.- Los responsorios breves de la misma manera.

3.- Las preces se rezan “divididas”. Es decir la mitad de los presentes —por ejemplo los que quedan a la derecha— rezan la primera parte y los otros, la parte segunda, la que le antecede un guión o raya.

4.- Como se observa hay alguien que dirige el rezo y en cuya labor se pueden turnar todos los asistentes por cada día.

REZO INDIVIDUAL

1.- Se trata de leer todas las partes con detenimiento y sin demasiada prisa. No se trata de cumplir, sino de buscar una fórmula de oración dirigida a Dios. Podemos parar y meditar cada salmo o lectura cada párrafo según nos resulte más enriquecedor. Sin olvidar que nos unimos a toda la Iglesia orante que alaba y glorifica al Único Dios.

DECISIÓN PERSONAL

Cada uno tendrá que, a partir de lo dicho anteriormente, que buscar el momento mejor. Es cierto que la significación más importante de la Liturgia de las Horas es rezar varias veces al día, así que no tendría sentido “leerlas” todas juntas. Pero tampoco buscar unos horarios rígidos que puedan incomodar. En lo comunitario, sin embargo, y fuera de las comunidades constituidas, si podría hacerse una o dos veces a la semana, aunque con “vocación diaria”.

Por otro lado, individualmente, lo ideal es asumirlo como reto diario y no hacerlo sólo de vez en cuando. Tal vez, cueste trabajo acostumbrarse y, entonces, se podría comenzar a rezar las horas los sábados y los domingos, pero como se dice más arriba, también con vocación diaria.

La recomendación general es ir leyendo el texto despacio, enterándose, sin prisas, ni agobios. No se olvide que el tiempo medio de rezo de una de las horas, hecho con normal sosiego no supera los diez minutos.

DOMINGOS Y FESTIVIDADES

Tanto los domingos, de los diferentes tiempos, como las festividades, la Liturgia de las horas está relacionada con la celebración de la Eucaristía. Muchas veces la oración final de las laudes es la misma que se lee como Oración Colecta en la Misa. Asimismo en las Solemnidades del Señor y la Virgen, y en las fiestas de Nuestra Señora y de los Santos. Por eso, es indicado su rezo antes de la Eucaristía, aunque siempre a voluntad.

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