«Secar las lágrimas de Dios»

El padre Werenfried van Straaten

Monje de la Orden promonstratense y fundador de Ayuda a la Iglesia Necesitada, el 17 de enero hubiera cumplido 100 años, murió a las dos semanas de su 90 cumpleaños, diez años después su obra está de más actualidad que nunca. Fue nominado para el Premio Nobel de la Paz, consiguió que quienes habían sido enemigos mortales en la II Guerra Mundial se ayudaran y rezaran los unos por los otros. En el 2002 el entonces Presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, lo califico de ángel de la paz para Europa. Fue el descubridor de la Madre Teresa de Calcuta, cuando esta aún no era conocida a escala internacional, y además mantuvo un estrecho contacto con cuatro Papas y fue amigo de Juan Pablo II. El padre Werenfried clamó que Cristo sigue siendo crucificado en el mundo, y que el Gólgota no pertenece al pasado; para él, la necesidad siempre tenía un rostro y un nombre. Con un sencillo sombrero negro reunió pidiendo en el trascurso de su vida tres mil millones de dólares. En la Navidad de 1947 inicia la andadura de su fundación, fue algo natural «Prometía lo que no tenía, y Dios se lo daba» veía una necesidad y se aprestaba a aliviarla, a menudo prometió ayudas considerables sin contar aún con el dinero, pero Dios siempre le ayudó a cumplir sus audaces promesas.

El padre Werenfried fue, ante todo, un testigo lleno de compasión y respeto.

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