11 de julio, festividad de San Benito

Celebramos su festividad y escribo esta poesía en su honor para mayor gloria suya. El nos bendiga a todos. 

LA PROFECÍA DE SU MUERTE

El año que dejaba esta vida
a varios discípulos les anuncia
la fecha de su muerte santísima,
pidió que callados lo guardarían
lo que oído y revelado él había
sobre las señales que verían
cuando su alma del cuerpo saldría.
Calenturas y fiebres altísimas
empezaron a postrarle en seguida
debilitándolo más cada día.
Los hermanos lo llevan a la iglesia,
llegada la final postrimería
para el trance se fortalecía
tomando la sagrada eucaristía.
Las manos de discípulos asía
apoyado de pie permanecía.
Sus manos al cielo las elevó
y dando un fuerte suspiro exhaló.
Dos monjes tuvieron la revelación,
pues vieron alfombrado un camino
desde el monasterio hasta el cielo,
en lo alto un hombre con vestido
solemne y refulgente les preguntó:
¿Sabéis el porqué de ese camino?.
No somos sabedores del motivo.
El hombre tan majestuoso les dijo:
“Estáis viendo la vía del cielo
por ella en este mismo momento
sube Benito el amado del Señor”.
¡Así contemplaron sus discípulos
la ascensión de su alma como predijo!.
En la capilla de San Juan Bautista,
que el mismo había edificado,
recibieron sepultura sus restos
siendo multiplicados en reliquias
veneradas por sus fieles devotos.

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