La Cruz de la redención

Solo se yergue desnudo el madero
del ignominioso y cruento suplicio
que callado y sumiso, sufrió el Hijo
del omnipotente Padre Supremo.

Pero contemplando la Cruz no gimo
de jubilosa alegría es mi llanto
ya que de este sencillo palo santo
la salvadora redención nos vino.

¡Llevad jóvenes por el orbe entero
la Cruz del perdón y la reconciliación
emblema del gran amor verdadero!.

¡Tocadla, meditad con gran devoción
y con arrepentimiento sincero
elevad a Jesucristo una oración!.

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