Sahagún recibe los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud

Recibimiento

Sahagún, lugar insigne del camino de Santiago, tenía una cita el día 6 de este mes de noviembre con la entrada a la Diócesis de León procedente de la de Palencia de «La Cruz de la Redención y el Icono de María» emblemas de las Jornadas Mundial de la Juventud. El corazón de Sahagún latía al unísono emocionado, los nervios previos y las expectativas de los sahaguntinos se veían recompensadas cuando a las 19,00 dió comienzo la ceremonia de acogida en la Iglesia de San Juan que fue presidida por el Vicario General de la Diócesis, D. Jesús Fernández. Asistieron también, el Delegado de la Juventud de la Diócesis de León, el párroco de Sahagún, el capellán de las MM Benedictinas, el arcipreste y otros sacerdotes.
La Cruz venía acompañada por más de doscientos palentinos como testigos del relevo llegando a la iglesia de San Juan. Desde allí se celebró un Via Crucis solemne por las calles de Sahahún. Iniciaba la procesión una imagen de Jesús crucificado, luego la Cruz y por último el icono de la Virgen María con su Niño, portadas por los jóvenes que han sido confirmados en el bienio 2009-2010; siendo acompañadas de miles de fieles de la localidad y de pueblos cercanos que alumbraban con velas, ensalzada por los sones de la banda y la “Coral Facundina” (la mayoría de sus componentes son jóvenes), mientras se rezaban cinco estaciones del Vía Crucis.

Llegada al monasterio

Llegada la procesión al insigne Monasterio de Benedictinas de “Santa Cruz” (casa de Dios y nuestra), lleno de júbilo lo manifestaba con el alegre repique de sus campanas y el recibimiento gozoso de dicha comunidad, a la que se le había aunado la comunidad de benedictinas de San Pedro, venidas ex-profeso, para unirse a sus hermanas, en este gran acontecimiento, con el que el Señor las bendecía. En la puerta del templo se rezó la quinta estación del Viacrucis y se procedió a la entrada al templo del monasterio, que quedó pequeño por la afluencia masiva de fieles que sin desfallecer siguieron la liturgia fuera.

A continuación tuvo lugar una solemne Vigilia de “Viernes Santo”, con exposición del Santísimo Sacramento, encendido del Cirio Pascual junto a las imágenes procesionales, con reflexiones de los sacerdotes D. José Ángel y D. Rubén y de fondo un hermosísimo canto espiritual interpretado por la sin par, Isabel Ramos, acompañándose de los acordes de su guitarra. A continuación y para finalizar, se celebró la adoración de la Cruz, primero por los miembros de la comunidad y de los asistentes. Quedó la Cruz , esa noche, guardada con Vigilia de oración, en el monasterio, como privilegio especial para la comunidad contemplativa. Se atendió a los colaboradores con una cena de hermandad en nuestro comedor.


Al alba, se celebró el “Rosario de la Aurora” por los claustros del monasterio, presidido por el Sr. Vicario, acompañado de D. Rubén Lorca, sacerdote joven, recién ordenado.

Despedida del monasterio

Llegada la hora de la despedida, para dirigirse a Cistierna, entre cánticos de «Victoria tu reinaras o Cruz tu nos salvarás…», la Salve Regina, cantada con entusiasmo al icono de la Virgen y una lluvia de pétalos de rosas: la emoción era tangible. La Madre Abadesa Sor María Anunciación Ríos le dirigió unas emocionadas palabras en el nombre propio y de la comunidad.

Así se dio por finalizada la presencia de la Cruz en nuestro Monasterio; ahora Jesucristo en su infinita misericordia tenga a bien enviarnos jóvenes dispuestas a contestar a la llamada de su amor y aquí en la paz del monasterio alcancen el ansiado encuentro.

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