Una Comunidad que busca a Dios
Nosotras, como monjas contemplativas, en la escucha a la Palabra Encarnada, en comunión y relación con las tres divinas personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, con una vida de oración y entrega generosa al Pueblo de Dios, escondidas con Cristo, en el silencio del monasterio y «en las noches» de nuestra civilización.
Los monjes y las monjas, ofrecemos a la comunidad cristiana «y al mundo de hoy, necesitado más que nunca de auténticos valores espirituales, un anuncio silencioso y un testimonio humilde del misterio de la Trinidad».