La hora de la verdad: Jesús vino a sufrir (VI)

Jesús es atravesado en un costado por la lanza de un soldado romano. Fray Angélico

La lanzada

Fue la única herida que no hizo sufrir más a Jesús, ya estaba muerto «Y como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le dio con una lanza y al instante salió sangre y agua». Fue un acto legal obligatorio, antes de entregar el cuerpo a la familia, si el juez lo había concedido.

La lanzada atravesó el corazón (después de atravesar el pulmón derecho) por la aurícula derecha, así como las venas cavas, superior e inferior, siempre están llenas de sangre líquida en un cadáver, esta es la razón por la que salió sangre. El agua no era tal, sino el líquido producido por la pericarditis —traumática y agónica— que sufrió Jesús.

Recopilado del libro «Así murió Jesús» del Dr. C. Cabezón Martín

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