PADRES FUNDADORES DEL CÍSTER -26 Enero
La Orden cisterciense (en latín Ordo Cisterciensis, O.Cist.), igualmente conocida como orden del Císter o incluso como Santa orden del Císter, es una orden monástica católica reformada, cuyo origen se remonta a la fundación de la Abadía de Cister por Roberto Molesmes en 1098, cuando un grupo de 21 monjes benedictinos, con su abad Roberto al frente, salieron del monasterio movidos por el Espíritu Santo, en busca de un lugar solitario Cîteaux, que sigue siendo la sede central de la Orden del Císter y se encuentra ubicada donde se originó la antigua localidad romana Cistercium, próxima a Dijon Francia, en la comuna de Saint-Nicolas-lès-Citeaux, del departamento de Côte-dór de la región de la Borgoña. Esta abadía fue llamada Novum Monasterium por Roberto de Molesmes para diferenciarla del monasterio de Molesmes, de donde procedía.
Allí pueden buscar a Dios con mayor autenticidad y sencillez , llevando una vida en pobreza y soledad, proveyéndose de lo necesario con su propio trabajo. Su norma de vida sería el Evangelio y la Regla de San benito en toda su pureza.
Sus padres fundadores fueron junto a san Roberto, san Alberico y san Esteban Harding.
La orden cisterciense desempeñó un papel protagonista en la historia religiosa del S. XII Su influencia fue particularmente importante en el este del Elba donde la orden hizo «progresar al mismo tiempo el cristianismo, la civilización y el desarrollo de las tierras».
Como restauración de la regla benedictina inspirada en la reforma gregoriana, la orden cisterciense promueve el ascetismo, el rigorlitúrgico dando importancia al trabajo manual. Además de la función social que ocupó hasta la Revolución francesa, la orden ejerció una influencia importante en los ámbitos intelectual o económico, así como en el ámbito de las artes y de la espiritualidad.
Debe su considerable desarrollo a Bernardo de Claraval (1090-1153), hombre de una personalidad y de un carisma excepcionales. Su influencia y su prestigio personal hicieron que se convirtiera en el cisterciense más importante del siglo xii, pues, aun no siendo el fundador, sigue siendo todavía hoy el maestro espiritual de la orden.
En nuestros días, la orden cisterciense está formada por dos órdenes diferentes. La orden de la «Común Observancia» contaba en 1988 con más de 1300 monjes y 1500 monjas, repartidos respectivamente en 62 y 64 monasterios. La Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia, también llamada O.C.S.O., comprende hoy en día cerca de 2000 monjes y 1700 monjas, comúnmente llamados trapenses porque provienen de la reforma de la abadía de la Trapa, repartidos en 106 monasterios masculinos y 76 femeninos. Las dos órdenes cistercienses actualmente mantienen vínculos de colaboración entre ellas.
Su hábito es túnica blanca y escapulario negro, retenida por un cinturón que se lleva por debajo; el hábito de coro es la tradicional cogulla monástica, de color blanco. De hecho, se los llamó en la Edad Media «monjes blancos», en oposición a los «monjes negros» que eran los benedictinos. También es frecuente la denominación «monjes bernardos» o simplemente «bernardos», por el impulso que dio a la orden Bernardo de Fontaine.
Aunque siguen la «Regla de San Benito», los cistercienses no son propiamente considerados como benedictinos. Fue en el IV Concilio de Letrán en 1215 cuando la palabra «benedictino» apareció para designar a los monjes que no pertenecían a ninguna orden centralizada, por oposición a los cistercienses.
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