En al fecha de santa Inés, 21 de enero, el Papa bendijo a dos corderos con cuya lana se confeccionarán los palios para los nuevos arzobispos metropolitanos.
En el monasterio de Santa Cecilia, situado en el barrio romano de Trastevere, las religiosas benedictinas hilan con lana la tela que sirve para confeccionar el palio que el Santo Padre dará a los nuevos arzobispos metropolitanos.
Este miércoles, día de Santa Inés, (Sant’Agnese) los corderos que fueron criados en en monasterio de las Tres Fontanas, han sido bendecidos en la iglesia de ‘Sant’Agnese’ y presentados al Papa, como indica la tradición.
Las benedictinas de Santa Cecilia tejen y confeccionan los palios desde hace siglos, con los telares que ellas tienen. “Hoy se teje con algunos telares modernos, pero el más antiguo es del 1600” le indicó a ZENIT la abadesa de la comunidad.
Estas benedictinas que con la liturgia de las horas dan el ritmo a su jornada, fieles al ‘ora et labora’ de San Bernardo, rezan y trabajan. Ellas diariamente rezan también la lectio Divina, y la comparten con quienes deseen participar, todos los miércoles por la tarde.
Por lo que se refiere al trabajo de las monjas, la antigua farmacia que conserva recetas con hierbas y derivados fue trasladada al Vaticano por Pio XI, aunque hoy se cultivan diversas plantas en el jardín, como lavanda para la producción de aceite, confecciones perfumadas y jabones.
Entre las actividades está la de hilar, “y en nuestros telares se teje a mano” precisó la abadesa. Ellas también se encargan de criar a los corderos hasta la pascua y de confeccionar imágenes sacras con cera perfumada.
El palio que el Papa entrega a los arzobispos metropolitanos el 29 de junio, en la fiesta de san Pedro y san Pablo, indican la comunión pastoral del los obispos con el sucesor de Pedro. “Estas estolas de tela de lana blanca –explicó la abadesa– simbolizan también a la oveja perdida, buscada y salvada por el Buen Pastor, junto al Cordero crucificado por la salvación de la humanidad”. Y precisó que “enviamos los palios al Vaticano cada año, el 24 de junio, el día de la solemnidad de san Juan Bautista, porque fue quien indicó a Cristo como el Cordero de Dios”.
Las religiosas benedictinas –indica la web del monasterio– están allí desde el 1527, donde originariamente se encontraba la antigua casa romana de santa Cecilia. Este lugar después de su martirio en el siglo III, se volvió lugar de culto. Durante su vida Cecilia la había transformado en un lugar de acogida para necesitados, volviéndola un testimonio de la vida evangélica. De hecho, en la cripta de la iglesia construida en el siglo IX se encuentra el cuerpo de esta santa Romana.
EL PALIO
El Palio es un paramento litúrgico, una especie de estola circular tejida en lana virgen de cordero con cruces bordadas y una parte rectangular anterior y otra posterior en forma de ‘Y’.
El nombre deriva del latín ‘pallium’, o sea manta de lana. Sobre el origen se sabe que ya en el siglo IV los pontífices lo usaban.
Los corderos de donde procede la lana son criados por monjes trapenses de la comunidad de Tre Fontane. El Papa bendice a los corderos cada 21 de enero, día de santa Inés, en una capilla del Palacio Apostólico Vaticano. Cada año, el martes santo los corderos son trasquilados y las religiosas benedictinas de la comunidad romana de Santa Cecilia, preparan la lana y tejen los palios.
Simbolismo
El Palio simboliza el cordero que el Buen Pastor ponía sobre sus hombros. La lana de cordero representa la oveja perdida, enferma o débil que el pastor lleva a cuestas para conducirla a las aguas de la vida, la oveja descarriada en el desierto que ya no puede encontrar la senda. El Palio indica que Cristo nos lleva a todos nosotros. Suele tener tres clavos metálicos, que recuerdan los clavos de la Pasión.
Representa también al pueblo que el Señor pone sobre los hombros del arzobispo. Pero simboliza sobre todo a Cristo, ya que sus cinco cruces bordadas de color rojo representan las llagas de Jesús. Es también símbolo de comunión con el sucesor de Pedro y de la solicitud que deben tener como pastores que cargan la oveja a sus espaldas. El palio del Papa tiene en cambio seis cruces bordadas de color negro.
Modalidad de entrega
El santo padre Francisco ha cambiado la modalidad de la entrega del palio a los nuevos arzobispos metropolitanos. Con una carta enviada a las nunciaturas apostólicas, con fecha del 12 de enero de 2015, el maestro de ceremonias pontificias, monseñor Guido Marini, ha comunicado esta decisión del Papa.
Los palios son entregados el 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo. Así los nuevos metropolitanos están presentes en Roma, y concelebran con el Santo Padre, participan en el rito de bendición de los palios, pero no hay imposición, simplemente reciben el palio de manos del Santo Padre de forma más sencilla y privada.
La imposición en cambio, se efectuará en sus diócesis de pertenencia y, en un segundo momento, en presencia de la Iglesia local y en particular de los obispos de las diócesis sufragáneas acompañados por sus fieles.