Queridos diocesanos:
«Nuestro tiempo ha de ser cada día más el de una nueva escucha de la Palabra de Dios y de una nueva evangelización. Redescubrir el puesto central de la Palabra divina en la vida cristiana nos hace reencontrar de nuevo el sentido más profundo de lo que el Papa Juan Pablo II había pedido con vigor: continuar la ‘missio ad gentes’ y emprender con todas las fuerzas la nueva evangelización, sobre todo en aquellas naciones donde el Evangelio se ha olvidado o padece la indiferencia de cierta mayoría a causa de una difundida secularización». Esta cita de la Exhortación Apostólica Verbum Domini (n. 122) de Benedicto XVI reúne dos aspectos muy sugestivos cuando nos disponemos a comenzar un nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento.
Por una parte, la invitación a escuchar la Palabra de Dios: nueva escucha de la Palabra, dice el Papa, lo que quiere decir escucha renovada y actualizada. En este sentido os recuerdo que el lema del Plan pastoral 2009-14 en nuestra diócesis es la frase del Señor: «El que escucha la palabra y la entiende, ése dará fruto» (Mt 13, 23). En efecto, el Adviento se caracteriza por ser tiempo de gracia y de esperanza que nos dispone para acoger en la Navidad la venida del Verbo de Dios que «se hizo carne y habitó entre nosotros» (Jn 1, 14); y tiempo que anuncia también el glorioso retorno —la última venida— de Cristo al final de la historia. El mejor modo de prepararnos hoy para la manifestación del Señor en la Navidad y en la expectación del futuro, es escuchando su palabra y celebrando la Eucaristía. Nos invitan a esto las dos grandes figuras del Adviento, Juan el Bautista, «la voz que grita en el desierto: ‘Allanad el camino del Señor’ como dijo el profeta Isaías» (Jn 1, 23; cf. Is 40, 3), y María, la mujer de la escucha de la Palabra que “conservaba en su corazón” y meditaba todos los acontecimientos en los que Dios se manifestó (cf. Lc 2, 19. 51).
Por otra parte el texto del Papa menciona también la «nueva evangelización… sobre todo en aquellas naciones donde el Evangelio se ha olvidado o padece la indiferencia de cierta mayoría a causa de una difundida secularización», situación que se da también entre nosotros. La evangelización que el Beato Juan Pablo II calificaba de «nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión» (Discurso en Puerto Príncipe, 9-III-1983), sigue siendo un reto para toda la Iglesia recordado por su sucesor Benedicto XVI al convocar la próxima Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, dedicada precisamente a esta tarea eclesial «para la transmisión de la fe cristiana», y al anunciar el año de la feque comenzará el 11-X-2012. Por eso el año litúrgico que está a punto de comenzar nos pide estar atentos a la escucha de la Palabra y a la nueva evangelización. El próximo Adviento debe actuar ya como un verdadero revulsivo en nuestras conciencias para reencontrarnos a la vez con la misión evangelizadora de la Iglesia y con «la puerta de la fe… que está siempre abierta para nosotros», reemprendiendo el camino que conduce a la plena comunión con Dios, como señala el Papa en la Carta Apostólica de convocatoria delaño de la fe (11-X-2011, n. 1).
Espero y deseo que, ya desde ahora, os pongáis todos en situación de Adviento, es decir, en actitud de tensión espiritual y apostólica «como oyentes y anunciadores convencidos y persuasivos de la Palabra de Dios» (Verbum Domini, n. 122). Con mi cordial saludo y bendición:
+ Julián, Obispo de León